Mientras se amaban Había pozos en el cielo, triángulos de sedientas grullas, nubes amoratadas ¿de olor a sótano, a salitre? Había calma y nacimiento de pinos circulares cuando se abría mayo, cuando abrías tus ojos; pero estaba pudriéndose su carne. *** Oye las hojas de cuando fueron álamos. Su corazón aprende de las mudanzas: la semilla. En las ramas descubre una gran oropéndola, aquella que soñaron mientras se amaban. *** Pero hubo una mujer brillando dentro de los limoneros, su carne prodigaba jugo del sí. Si para comenzar todo de nuevo la memoria tuviera menos pérdidas, más olvidos, menos repasos; pero hubo una mujer que creció con tu cuerpo. La rama volandera Abundancia de sol, cada día soy menos… Los cielos se desgajan en aves, en amor… Alegría en las ramas que se abren volanderas, abundancia de sol, ¿El que sube soy yo? *** Hubo un águila ardiendo por los ojos; larguísimos vencejos afilando las tejas. Nacía con las sílabas, la gran vida silbaba, supo del canto. Todo cuanto por mí ascendió, en ti fue desapego. *** Te ofrezco un pájaro para sobrevivirte: con el tiempo pasamos a ser duros, invisibles, amargos. Con el tiempo nos vemos frágiles, lejanos, leves, como si la vida nos amase en su odio: te ofrezco un pájaro para crecernos. (Del libro Márgenes.)