Arte
Unidad
A.Comprensiön y expresiön oral
1 .Textos orales
I   1.1 Escuche la siguiente informaciön y a continuacion elija la opciön correcta: V / F ^ -   ^ (Verdadero / Falso). Antes de empezar a escuchar la informaciön, conviene
que lea usted las frases.
1. Esta permitido fotografiar los cuadros,
vn e□
2. En la sala hay un cuadro mitolögico de Rubens.
vn ED
3. Hay un retrato en el que aparece el hijo del Greco. V □ F □
1.2 Escuche la siguiente informaciön y a continuacion conteste a las preguntas que le formulamos. Antes de empezar a escuchar la grabaciön, conviene que lea usted las preguntas.
Preguntas:
1. [Donde se ha celebrado esta exposition?
2. [Que fotografos son mencionados en esta information?
3. [Cuäl es el motivo de las fotografias de Ricardo Esteban?
1.3 Escuche el siguiente aviso y a continuacion conteste a las preguntas que le formulamos. Antes de empezar a escuchar la grabacion, conviene que lea usted las preguntas.
Preguntas:
i. iQue es lo pnmero que va a visitar el tercer grupo?
2. [For que no pueden ir todos juntos?
3. [En qui ciudad se encuentran estos turistas?
Diploma bäsico ds E.L.E.
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C o mp rensidn y expresion escrita
I.Texto periodfstico informativo con preguntas sobre su contenido
Lea con atencion el siguiente articulo:
Largas colas el primer dia de la exposition 'Velazquez' en el Museo del Prado
Cerca de 7.500 personas visitaron ayer la muestra, que reune 80 obras del pintor sevillano. FTETTA JARQUE
Las colas de gente que deseaba visitar la exposicion Velazquez, que ayer se abrio al publico en el Museo del Prado, llegaron a prolongarse en la calle hasta la cuesta de Moyano, a unos 400 metros de la puerta de entrada. Dentro, la cola seguia por las escaleras y un largo pasillo. Al cierre del museo, a las siete de la tarde, habfan visitado la muestra alrededor de 7.500 personas. La exposicion, que reune 80 de las 90 obras que se conservan del pintor sevillano, estara abierta al publico hasta el 30 de marzo, desde las nueve de la manana hasta las siete de la tarde.
El visitante resoplo incredulo, mientras movia la cabeza ante el
icespectaculo que descubria. Alargo el cuello un poco mas para ver el detalle de la pintura y repitio el gesto, que terrnino esta vez con una sonrisa. Retrato de
is un hombre joven, una de las obras de Velazquez que se exponen actualmente en el Museo del Prado y que procede del Museo de Munich, fue una de las re-
M compensas o de los hallazgos de este visitante que habi'a pasado cerca de dos horas de espera para visitarla.
Fuera. las colas de gente llegaron
25 a medir, ayer, hasta 400 metros delongitud. Recorrfanlafachada principal, e) paseo a lo largo del jardin Botanico y llegaban hasta la cuesta de Moyano. Sin em-
ao bargo, segtin comentaron algu-nos resignados visitantes, la cola era ordenada y avanzaba rapida-mente. Dentro, las salas no es-taban abarrotadas, se podian ver
35 tranquilamente las pinturas y muchas personas, con el cat<tlo-go en la mano, se detenfan casi ante cada cuadro. Pero no todos tuvieron la misma
■c experiencia. La senora Madison, inwturistainglesa, contemplaba
sin prisas uncuadro de Botticelli en el pasillo, al lado del largo ultimo tramo de la cola. «No, no
45 he venido al Prado a apreciar los fondos de este museo», se apresur6 a explicar. «Yo tam-bien vine a la exposicion de Velazquez, pero no he podido
so entrar». «Vine ayer porque los carteles decian que se inauguraba el 23, y me dijeron que vuelva al dia siguiente. Vine temprano hoy,
55 pague mi entrada, y, como no hablo espafiol, nadie me supo explicar que cola debia formar. Me metf en una durante una hora, al llegar me dijeron que
so esa no era. Luego fui a otra y al final me dijeron que me habfa equivocado. Alatercerarenun-cie y aqui estoy, viendo los otros cuadros», afirm6.
65 Confusion Es facil que los turistas extran-jeros se sientan desorientados, porque las senales que indican el camino a la exposicion son
?o muy bonitas, pero no muy ex-plfcitas. Un personaje de La fragua de Vulcano, el joven Apolo, indica con languido gesto de su dedo indice ladirec-
75 cion a seguir. «Se ha querido
organizar todo tan bien, que es todo una confusion», comenta uno de los vigilantes del museo.  «Pero eso es porque se
so trata del primer dia, luego ya todo ira mejor». A la entrada de la exposicion se han instalado Unas mesas don-de se venden catalogos y car-
85 teles de la exposicion. Se ha hecho una edicion de 15.000 ejemplares del catalogo, que se vende a un precio de 3.500 pesetas. Ayer, cuatro horas des-
90 pues de haber sido abierta al publico la muestra, se habian vendido cerca de 3.000 ejemplares. Porelmomento, el museo no ha editado ninguna otra
95 gufa de la exposici6n, ni un fo-lleto de mano. Como unica ayuda se encuentran los habi-tuales expositores con hojas explicativas generales sobre la
ioo vida y principales obras del pintor sevillano pertenecientes a la coleccion del Prado. El horario de visita es el habitual del museo, pero, si la
105 afluencia de publico es excesi-va, se ha considerado ampliar-lo a mayor numero de horas.
EL PAIS, 25-1-1990
Conteste a las siguientes preguntas:
I. iDonde se pueden adquirir catalogos y carteles de la exposicion?
Jlinlnma bdsico deE.L.E.
2, {Durante cuäntas horas cd dia se puede visitor la exposition?
3. [Cuando se clausurarä la exposition?
4- iDöndt se celebra la exposition?
5. iQue dia asistieron menos de 7-500 personas?
6. Mencione en una frase algun problema que hay a podido encontrarse un turista en la exposition.
7. /En que caso esta previsto que se amplie el horario de visita?
2.Articulo periodistico de opinion, con preguntas a las que deberä contestar VERDADERO/FALSO
Lea con atenciön el siguiente articulo:
Un juego de espejos
(FRAGMENTO)
CARLOS SAURA Los cuadros con espejos siem-pre me han fascinado. Desde siempre me he sentido atraido por aquellas pinturas en donde
5 ademäs de sei ventana, espacio imaginativo o recreaciön de una realidad, aparece un espejo. Y asi como el espejo de la realidad invierte la iraagen y se desplaza
io con nosotros, el espejo en el cua-dro es un cuadro dentro del cua-dro, un cuadro enmarcado ya, que senala con discreciön aque-llo que el pintor desea acentuar
15 ariadiendole un rnisterio que emana del espejo. Mi recuerdo de Las meninas -y de alguna manera mi descubri-miento de la pintura- esta inti-
zomamente unido a cömo estaba puesto el cuadro en el antiguo Museo del Prado. Para mi. Las meninas no es el cuadro brillante y luminoso que
25 hoy secontempla-hermosisimo, sin duda- sino ese otro cuadro austero, de sobrios colores, que se encontraba en su inmensidad enfrentado a un espejo -inmenso
30 tambien- que lo reflejaba. Esa
puesta en escena espectacular, teatral y extraordinaria supuso para mi el reencuentro con el tiempo en cada una de sus mis-
35 teriosas dimensiones. Alli, en ese instante, se generaba el presents, elpasadoyelfuturo. Alli estaba yo, reflejado en el espejo, como un presente invertido,
40 como invertido estaba delante de mi, deträs de mi, Las meninas, de Velazquez.
Si uno rotaba lentamente delante del espejo que reflejaba Las
45 meninas, terminaba por darse de sopetön con el cuadro original. Alli el cuadro desprovisto del aura mägica de los espejos, tenia otra entidad y otro interes,
so me parecia como sin vida, como una gigantesca estampa que no participaba de la vida, de mi vida al menos.
Quienes, entonces, daban la es-55 palda a Las meninas y se mira-ban en el espejo quedaban des-lumbrados al verse integrados en tan extraordinario telön de fondo. A mi me impiden ver el 60 cuadro en su totalidad pero aga-chandome liaeramente, un po-
quito a la izquierda, consigo encontrar un hueco que me permite adentrarme en el mis-
65 terio: la puerta entreabierta por donde aquel sefior de negro se recorta, a medio camino enrre uno y otro escalon; el espejo-cuadro donde se refleja la rea-
70 leza bajo el rojo del cortinaje, pintado con la sabiduria de la pincelada rapida, exacta, lo que denota una autoridad, seguri-dad y displicencia que se des-
75 prende de todos los cuadros del Velazquez maduro. Ese narcisismo inevitable de verse dentro del cuadro a tra-ves del espejo que lo refleja
so queda muy velazqueno: a Velazquez le hubiera gustado que sus buenos amigos se inte-graran en su obra. Creo que deberia haber un espejo frenec
as a cada cuadro valioso parado-plicar su imagen y darnos asi la posibilidad de que pudierainos intervenir, aunque fuera fugazmente, de puntillas y cam
90 pudor, en las obras que atlui ram os.
EL PAIS, 23-1-1990
Diploma bäsko de E.L.E.