COTEMIA Fernando Lázaro Carreter Catetlrútkv de la Universidad Autonoma de Madrid Evaristo Correa Calderón , Catedrático ■ Cómo se comenta un texto literario EniaÚN REV1SADA Y AMPLIADA SEPTIMA REIMPRESIÓN MEXICO, 1994 PUBLICACIONES CULTURAL sitarios, nos ha movido a introducir, en forma de apéndice a ellos destinada, tres comentarios de textos, de tipo superior, imo correspondicnLe. a la Mad Media y dos al Siglo de Oro. El primero posec los requisites de una investigation jilológica; los últinws son, por el contrarlo, ensayos de interpretation lileraria. Los tres proceděn de las clases de Crítica Literaňa del profesor Lázaro Carreter, en su cátedra sahnantina. Se ofrecen como nntestras muy diversas de las posibilidades que ofrece la explication, realizada a nivel uuiversitario. Deseamos, autorcs y Editorial, expresar una vez más nuestra profunda gratitud al profesorado. a la crítica y a los estudiantes de Espaňa y de America, que continúan dispensando tan cordial acogida a este libro. • i Introduction ID Generalidades sobre el texto y el comentario 1. MODOS DE ESTUDIAR LA LITERATURA Asi como el estudio de la Música sólo puede realizarse oyendo obras musicales. el de la Literatura sólo pucde hacerse leyendo obras lite-rjjrias. Suele ser crecncia general que, para «saber Literatura» basta conocer la Historia Liter>. 13 2. íSOBRA. BNTONCES, LA HISTÓRIA DE LA LITERATÚRA? De ningún modo. El manuál de História dc la Literatúra proporciona instrumentos de tipo histórico. biográfico, cultural, etc. para enruadrar bien la obra que se lee o el fragmento que se comentu. Pero hay que retener esta idea: el manuál de «Historia de la Literatúra* es sólo un inštrumentu para obtener un fin más ako, que es el conocimiento di-recto y la mejor comprensión de las obras literarias. De tres modos simultáneos estudiaremos, pues. la Literatúra: a) Mediante la fectura continuada de obras literarias. b) Mediante la explieaeión de textos. c) Mediante la História literaria como ins-trumento auxiliar. Los tres modos son importantes. y los tres exigen idéntica atención e intensidaď. EJ comentario de textos será tanto mejor cuanto más se haya leído y cuanto mejor se conozca la História literaria. Más ailclemlľ rxpomlrcinos ciimo ha de raiipleíirse cl mamini de Literatura para expllcar un texlo. 3. dQUĽ ES U N TEXTO LITERARIO? Un texto literario puede ser una obra completa (una novela, un drama, un cuento. un poema ...). o un fragmento de una obra. Los textos que se proponen para el ejercicio de comentario deben ser muy breves (20 versos • o 15 líneas de prosa, como máximo). Por eso. excepto cuando se trata de una poesía corta (un soneto, una décima, por ejemplo), han de consistir cn fragmentos de obras literarias más amplias. 4. POR QUÉ EL TEXTO HA DE SER BREVE El ejercicio denominado explicación de textos opera en profundidad. y no en extension. Si el texto fuera muy largo, tendríamos que limitarnos a exponer unas cuantas ideas vagas y rápidas acerca dc él. La esencia de aquel fragmento se nos escaparía foraosamente. 5. QUE PRETENDEMOS CON LA EXPUCACION En toda explicación de textos nos proponemos estos dos objetivos: 1. ° Fijar con precision lo que el texto dice. 2. ° Dar razón de cómo lo dice. Estos fines pueden alcanzarse en un ni vel elemental o superior. En este libro atendemos pre-ferentemente al primer nivel. Alcanzar el segundo es sólo cuestión de cultura literaria y de amplitud crítica. que permitan desarrollar hasta sus ultimas conseeuencias las posibilidades del metodo que aquí se desarrolla. 6. FONDO Y FORMA Si se inedita en los fines dc la explicación, proba-blenienle se nos ocurrirá pensar que un buen metodo para expliear o comentar un texto sería analizar prime-' ro el fondo y después la forma. La gente Hama fondo a los pensamientos, senti-mientos, ideas, etc., que hay en una obra. Y formu, 1:5 a las palabras y giros sintácticos con que se expresa el fondo. Este vendría a ser una especie de orga-nismo, y la forma, la plel que lo recubre. 7. 1MPOSIBILIDAD DE SEPARAR EL FONDO DE LA FORMA No puede negarse que, en todo escrito, se dice algo (fondo) mediante palabras (forma). Pero eso no impltca que fondo y forma puedan separarse. Sepa-rarlos para su estudio seria tan absurdo como deshacer un tapiz para comprender su trama: obtendríamos como resultado un montón informe de hilos. El fondo y la forma de un texto se enlazan tan estrechamente como el haz y el envés de una hoja, como la cara y la cruz de una moneda. Arnbos forman la obra artístlea; y no por separado, sino precisamente cuando están ťundidos. Consecuencia importantísima; si queremos expiicar un texto no poderaos comenzar por descomponerlo. El comentario tiene que ser, a ía vez, del fondo y de la forma. 8. LA EXPLICACIÓN. EJERCICIO TOTAL La explicación de textos no es un ejercicio de Gramática ni de Vocabulario, ni de Literatura, ni de Historia de la Cultura, ni un comentario moral, por separado. Su dificultad -y su belleza-estriba en que, al realizar la explicación, deben entrar en juego todos esos conocimientos simul-táneamente. 16 Pero esto no debe alarmar al crítico novel. No se le piden imposibles; nadie va a exigirle —ni los profesores ni los examinadores— que baga un ejercicio profundísimo. Bastarán los conocimientos normales que va adquiriendo en clase, bien adrni-nistrados. A esto pretendemos ayadarle: a administrar bien sus conocimientos. Lo que no es una explicación de textos .lnici ifc iHliíir ů aclarar cu tpii tvnMxte, qucrcrtios fijar tan rkiridad iirms itlnts acena iíf lo que no « una explhariim Jr tmttns. Ya sabemos que comentar un texto no es cxponer por separado unas cuantas ideas acerca del fondo y de la forma de dicho texto. 9. LA PARÁFRASIS El mayor peligro que acecha a quien explica un texto es la paráfrasis. Uamamos paráfrasis a un comentario amplifica-tivo en torno a lo que un texto dice. Imaginemos que se nos ordena expiicar esta conocida estrofa de fray Luis de Leon: |Qné descansada vida lit del que huye cl mundanal ruído, y sigue la escondida senda por dtmde han ido los ixieos sabios que en el raundo han sido! 17 He aquí u n posible tipo de paráfrasis: «Fimi Luis de Leon, cl gran poetu agustino, nos di se nos escapa por la métrica: «lle aqtti una lira de fray Liris de Uón. La lira es tma estrofa tompuesta de cinco versos, el primero. e.l tercero y el vuarto hepUtsilabos (de siete silalm). y el segurulo y el quinto, ende-casiiabos (de. mwe sifalm). Riman primero. tercero y quinto; y primero y tercero. En el segurulo verso la paktbra ruído tiene tres silalms /«>r diéresis. La diemsis consiste cn destruir uu diptongo. seitarando sus vocales en dos sílabas.» íNo consiste este procedimiento en algo muy parecido a sacar cerezas de un canastillo? Esto no es un comentario. Para realizarlo bien es necesario saber todas esas cosas. Pero no podemos parecernos a un albanil que gastase en levantar y complicar los andamios el tiempo y los materiales previstos para construir un editicio. El texto no es jamás un pretexto. 11. R ES UMĚN Tenemos ya unas pocas pero importantisimas ideas acerca de lo que no es una explicación de textos. Fijémoslas en nuestra mentě: 18 19 1. " La explicatian de textos no consiste en una paräfrasls del fondo, o en unos elogios triviales de la forma. 2. " La explicaciön de textos no consiste en un ahrde de conocimientos a propösito de im pasaje literario. Que es una explicaciön de textos 12. EL PUNTO DE VISTA DEL AUTOR Si no temieramos asustar un poco a nuestros lectores y hacerles cobrar miedo a esta tarea, les diriamos que comentar un texto consiste en ir razonando paso a paso el porque de lo que el autor ha escrito. Esto. como ya dijimos. puede hacerse con mayor o menor profundidad. La que se va a pedir a un estudiante estä en proporciön con sus conocimientos. Poco a poco se irä deseubriendo que la cosa no es dificil, sobre todo cuando se sähe cöma hacetio. Y es eso lo que intenta ensenar este libro. Por si la definieiön anterior parece muy exigente, considerese esta mäs sencilla: Explicar un texto es ir dando cuenta, a la vez, de lo que un autor dice y de cómo lo dice. M. NO HAY UN COMENTAR 10 ÜNICO Fácilmente podemos comprender que las expli-caciones de un pasaje serán distintas, segün sean ia cultura, la sensibilidad y hasta la habilidad de quiencs las realiecn. Pero, en un piano elemental o superior, serán buenas todas las explicaciones que, razonadamente, tsstublezcun una telaciótt data y ordenada cnLre el fando y la forma de un texto. 14. MÉTODOS PARA REALIZAR LA EXPLICACIÖN Sin metodo resulta dificil comentar debidamente un pasaje. Con lo que llevamos dicho, sabemos ya qué es una explicaciön de textos; pero un alumno quizá no šuplera cómo iniciarla. Si igno-rásemos cómo se hace una resta, seguiriamos sin saber restar aunque nos dijeran que dicha opera-ción consiste en «hallar la diferencia entre dos cantidades». Necesitamos un procedimiento, un metodo, para saber hacerlo. Lo mismo ocurre con la explicaciön de textos: hace falta un metodo, aunque este no pueda teuer el rigor de los procedimientos matemáticos. El metodo que vamos a exponer en las páginas que siguen no es el único posible; pero conduce siempre a buenos resultados. 15. CONOCIMIENTOS PRECISOS PARA EL COMENTARIO En el comentario, precisamos combinar una serie de condiciones personales (sensibilidad, agu-deza) con un conjunto de conocimientos, elemen-tales o no, pero necesarios. iistos conocimientos se van adquiriendo en las clases del Instituto, del Colegio, del Liceo o de la .'Ii Uníversidad. Los fundamentales son los de Gra-matica, História de La Lengua y de la Literatura y Métrica. Pero también los de Religion, Geografia, História, Sociológia, Economia, etc., pueden ser utiles al comentar determinados pasajes. 16. í SER A DIST1NTO EL MÉTODO EN LOS GRADOS ELEMENTAL Y SUPERIOR? De ninguna manera. El metodo que aplicaremos (y que vamos a describir a contiiiuación) es el mismo. Lo único que variará serán los conoci-inientos básicos. Por eso no hacemos distinción, en este libro, entre las explicaciones correspondientes a uno u otro grado. Procuraremos que nuestras instruc-ciones scan sencillas y perfectatncnte coniprcnsibles por todos los escolares. Lo importante es entender el método. Con él pueden combinarse luego conocimientos más o m en os profundos; estos dependen ya de quien lo aplica. El método y sus fuses 22 17. ORDEN DE LA EXPLICACION El eomentario de textos exige un orden para que no se entremezclen nuestras observaciones. Los mo-mentos o fases de que consta este orden son los siguientes: I. Lectura atenta del texto. n. Localizacion. in. Determinacion del tema. IV. Determinacion de la estruc- tura. v. Analisis de la forma partiendo del tema. VI. La conclusion. Vamos a exponer ahora brevemente en que consisten y para que sirven todas y cada una de estas fases. En otro capitulo explicaremos conw se prac-tican. Peru tengase muy en cuenta que no se podran comprender esas instrucciones practicas sin conocer las razones en que se apoyan, es decir, sin leer atentamente lo que ahora vamos a exponer. 25 Fask I Lectura atenta del texto 18. COMPRENSION DEL PASAJE Lo primero y mas logico que debcmos hacer, al estudiar un texto para comentarlo. es conocerlo mediante una atenta lectura. Para ello es precise que lo leamos despacio y que eotnprendamos todas sus palabras. Quiere esto decir que, al preparar una expli-cacion, debemos tener forzosatnente a mano un Diccionario de la Lengua Espafiola, para consultar el signiticado de todas y eada una de las palabras que no entendemos o que comprendemos a medias. Alguicn estara pensando: «Si. pero <;y en tos examenes? Alii no nos peniiitcn cmplear el Diccionario. {Par que he de acostum-hramie a usarlo?» La respuesta es bien sencilla: porque la ulili-Zcicion del Diccionario, dia tras dia. y ano tras ano. proporcioria un Cfinociniiento tal del lexicn que puede esperarse el examen con trauquilidad. 19. COMPRENSION. NO INTERPRETACION En esta primera fase, lo unico que debe preoeu-pamos es extender el texto en su conjunto y en todas y cada una de sus paries. No tenemos que ocuparnos de interprctar que sentido especial tiene en aquel pasaje tal o cual expresion. Tenemos que explicar, por ejemplo, el sigutente soneto de Lope de Vega: Suelta mi manso, mayornl extraiio. pues otro times de tu igual decoro; deja la prenda que en el alma adorn, perdidu por tu bien y |Hir mi daiio. Ponle su esquila de labrado est ano y no ie engarien tus collates de oro; toma en albricias este bianco toro que a las prinieras hierbas cuniple un ano. Si pides senas, tiene el velloeino pardo, encrespado. y los ojuelos tiene como durmiendo en regalado suefio. Si piensas que no soy su dueno, Alcino, suelta y vcrasle si a mi ehoza viene, que aiin tienen sal las manos de su dueno. La primera fase de la explication consistira en comprender bien el poema. Habra que buscar en el Diccionario las palabras cuyo sentido se ignora: quiza mansa, mayoral, decoro. prenda, labrado, albricias. hierbas prinieras, velloeino. y posi-blementc algunas otras. Con esto ha terminado la primera fase: se conoce ya el sentido literal del soneto. Posiblemente se enteudera que ese manso arrebatado al pastor por un rico mayoral encubre a alguna a mad a del poeta, que lo abandono por un rival mas poderoso. Nada de esto nos importa ahora. No tenemos que interpretar, sino solo comprender el sentido literal. La Interpretation corresponde a la fase V de la cxplicacion. ADVERTENCIA MUY IMPORTANTE La primera fase es previa y preparatoria de la explicacidn misma. La explicacidn no co-mienza con un comentario de las palabras que no conoeiamos o que nos parecen raras. Esto equivaldria a separar el fondo de la forma, y ya sabemos que no es posible. 26 27 if Que hacer, pues, con esas palabras cuyo significado se ha hallado en el Diccionario? Nad a mäs que esto: aprender sus significados, para que no haya en el texto ni una sola zona oscura. Fase II Localizaciön 20. QüE ES LOCALIZAR' UN TEXTO Localizar es, como define el Diccionario, «fijar el lugar de una cosa». Por tanto, localizar un texto literario consiste en precisar que lugar ocupa ese texto dentro de la obra a que pertenece. Ya vimos en el § 3 que el texto puede ser un frugmento (de un poema, de una novela, de una escena de teatro, etc.). o puede ser un texto indc-pendiente (un soneto, por ejemplo). En ambos casos hay que intentar una localizaciön precisa. Ya diremos como. Ahora es preciso que entendamos por que debemos hacer esto. 21. NECESIDAD DE LA LOCALIZACIÖN Imaginese un cuadro, Pensemos en el Entiervo del conde de Orgaz, del Greeo. Recuerdese: hay en el tres planos claramente definidos: a) Dos santos que sostienen el cadäver de un caballero. b) Un friso de caballeros que presencian el milagro. c.) F.l cielo ahrerto. al que llega el alina del conde, que es recibida por Cristo, la Virgen y un sinnümero de bienaventurados. Si consideramos cualquiera de estos planos (u otros fragmentos que podriamos aislar) por separado con independencia de los demäs, no lo interpretaremos bien, porque su sentido depende de los otros dos, depende del conjunto. De este hecho bien evidente podemos extraer una conclusion importantisima que enunciaremos asi: Todas las partes de una obra artistica son solid arias. 0 dicho de otro modo: Todas las partes de una obra artistica se rela-cionan entre si. Por eso, para comentar con precision un texto es absolutamente imprescindible tener en cuenta el conjunto a que pertenece, y el lugar que ocupa dentro del conjunto. En suma: es preciso localizarlo. Como ya se ha dicho, con la localizaciön del texto comienza. propiamente. el ejercicio de la expli-caeiön. Tt'iiR.isc cn cuenta que ahom estanios iiifüminndo de lo que es necesario harer. y no tie como se hace. Mäs adelaiile sc hallarän los consejos practicos necesarios. Fase III Detenninaciön del tema 22. IMPORTANCIA DE ESTA FASE Ya tenemos el texto entendido (fase I) y ya sabemos que lugar ocupa dentro de la obra (fase II). Estamos en condiciones de pasar a la 111, que es importantisima. 28 2>i De nuestro acierto en este momento de la expli-cación depende cn gran medida cl éxilo tle la misma. Tra tem os de lijar cl concepto de terna. Mucha atención, porque la tarea no es fácil. 23. EL «FONDO» Pero antes advertiremos que no vamos a usar la palabra fando, por demasiado vaga. imprecisa y hasta vulgar. La noción de terna es más concreta y más ulil para nuestro objelo. 24. EL «ASUNTO» DEL TEXTO Se nos propone. por ejemplo, el siguiente pásaje de la novela Tomáš Ručila, de Azorín: Las bellas manos que cortaban las flores del huerto han desaparecido ya hace tiempo. Hoy sólo viven en la casa un seňor y un niňo. F,l niňo es chiquito, pero ya anda sólo por l;i e;isa, por el jardín, por la calle. 5 No se sni*.' lo que tiene el caballero que habita en esta casa. No cuida del niňo; desdc que murió la madre, este chico parcce abandonado de todos. iQnién se aconlará de él? FJ caballero —su padre— va y vicne a largas cacerías; pasa femporudas (bera de casa; H) lucgo vienen otros seňores y se encierran con él cn una estancia; se oyen discusiones Fuňosas, yritos. El caballero, mucbos días, en la mesa, regaňa violen-taniente a kw eriados, da luertcs puňetazos, se exalla. Ml niňo en tin extrenio, lejos de él, le mira fijaincntc, sin bablar. Todos conocemos la noción de argumentů. La usamos a diario, cuando hablamos del «argumento de una novela o de una película». También un fexto lan breve como ese fragmenlo de Azorín tienc un argumento. Podríamos contarlo asi; «En una casa viven tm caballero y su hijo de corta edad, huérfano dc madrc; el padre no cuida del pe-queno; se ausenta mucho de casa y recibe freeuentes visitas. El caballero rifw a menudo a los criados.» Pues bien, vamos a llamar asunto al argumento de un texto. Lo impreso en letra cursiva es el asunto del pásaje de Azorín. Se trata, como vemos, de una reducción de dicho pásaje, de una breve narración de lo que ese texto narra más exactamente. Pero conserva, en sustancia, sus detalles más importantes. 25. DEL «ASUNTO» AL «TEMA» Si del asunto, tal como arriba lo hemos contado, quitamos todos los detalles y definimos sólo la in-lención del autor al eseribir esos párrafos, obtenemos el tema. Evidentemente, lo que Azorín se propuso fue des-erihir la radical soledad de un rána de corta edad, abandonado imiuso de su padre intemperante con quien vive. Este es el tema. la célula germinal del fragmento. Para expresar el tema, Azorín inventó los elementos del asunto (la casa, las ausencias del padre, las visitas que recibe, sus riňas a los eriados, etc.). Y dio forma definitiva a todo en el texto. 26. CARACTERfSTICAS DEL TEMA Dos rasgos importantes ha de poseer la deter-minación del tema: claridad y brevedad. Si tenemos que emplcar muchas palabras para definir el tema, hay que desconliar: lo probable es que no hayamos acertado. De ordinario, el nücleo fundamental del tema podrä expresarse con una palabra abstracta, ro-deada de complemcntos. En el ejemplo anterior, ese nucleo fundamental es la soledad (radical de im nino, etc.). Muehas definiciones tendrän estructura seme-jaiite, y las enunciaremos de estos modos, por ejemplo; rebeldm (del poeta frente a...). SÜpUca (dirigida a la amada para ...). melancolia (que expe-rimenta un desterrado...). etc. Para fijar el tema. intentemos dar con la palabra abstracta que sintetiza la Intention primaria del escritor. 27. EL TEMA NO DEBE 1NCLUIR ELEMENTOS SUPERFLUOS Esto es importante: al definir el tema. haij que cuidar de no hacer entrar en el rasgos episödicos que pertenecen al asunto. Imaginad que hubiesemos descrito el tema anterior del siguiente modo: «la radical soledad de un nino abandonado de todos. incluso de su padre. que se va de casa y rine a los criados». Esto ultimo pertenece al argumenta o asunto del texto. pero no al tema. Lo de irse de casa es un elemento argumental que ha escogido Azorin para mostrar el hecho de que el caballero abandona al nino. Podia haber inventado otro rasgo argumental; por ejemplo, el caballero podia gustar de vivir en casa de unos amigos lejanos, o de hacer viajes frecuentes por mar o a la corte. Lo de renir a los criados es otro elemento argumental para mostrarnos que el caballero es intem-peraiite, violento. Tambien el autor pudo mostrar 32 de otro modo la intemperantia de su personaje, contändonos que reganaba con los vecinos, por ejemplo. o que golpeaba a su caballo. En cambio. las notas de abandono e intempe-rancia si que pertenecen al tema. 28. TAMPOCO DEBE FALTAR NINGÜN ELEMENTO FUNDAMENTAL Inversamente, si nada debe sobrar. tampoco debe jaltar nada en la definition del tema. Quiere esto decir que todos los elementos que constituyen el argumenta deben estar represen-tados en el tema. Supongamos que hubieramos definido asi el tema del texto anterior: «la radical soledad de un niiio de corta edad, abandonado incluso por su padre, con quien vive». Habra detalles del asunto («Se oyen discusiones furiosas, gritos. El caballero, muchos dias, en la mesa regaiia violentamente a los criados. da fuertes puiietazos, se exalta») que no estarian representados en el tema. Por eso hemos de incluir en este la nota de intemperancia, que resume y representa todos aquellos rasgos a rgu inen tales. La definiciön del tema serä. pues, clara. breve y exaeta (sin fall a o sobra de elementos). 29. (JES FACIL FIJAR KL TEMA? Como vemos. el lerna se jija disminuyendo al minima posible los elementos del asunto, y reduciendo este a noeipnes o coneeptos generales. 33 Se puede llcgar a hacerlo con relativa facilidad. mediante ejereieios ľrecuentes. En los varios textos que explicamos en este libro sc hallarún modelos que ayudarán mucho a hacer otro tanto con los que sean propuestos en clase o en los exámenes. Fase IV Detennkiadón de la estructura 30. LA COMPOSICIÓN DE UN TEXTO Un texto literario no es un caos. Bi autor, al escribir, va componiendo. Componer es colocar las partes de un todo en un orden tal que puedan constitutor esc todo. La composición es imprescindible en toda obra de arte: compone el pintor las masas. los colores. las Hguras y todos los demás elementos que integran el cuadro; el músico compone su pieza musical orde-nando las notas. los ritmos. los acordes, etcetera. BI escritor compone también. El novelista, por cjcmplo. distribuye los acontecimientos que va narrando en capitulos, y los va ordenando: el dramaturgu dispone la materia dramatica en actus*1, dentro de estos va desarrollando Ins cuadros* y las escenas*. etcetera. llasta el texto mas pequerio -el que sc m is propone para comentarlo, por ejemplo- posee una composición o tstructuľa precisa. Pues bien. en esta ľase de la explication de-bemos averiguar en lo posible de que partes esta compuesto el Iragmento. 1 Tmliis Ins ľHtltiW it> WC vim MTiuNho ik WtwtKW l*t m m ivplUinliis on H t.'-Itíhaleria que lipum .il liiiiil ik- i-str lihni 31. LOS ELEMENTOS DE LA ESTRUCTURA SON SOLIDARIOS Aqui es el momento de aplicar lo que deciamos en el § 21: todas las partes de un texto se relacionan entre si. Y ello por una razón sencilla: si en aquel texto el autor ha querido expresar un tenia, es lorzoso que todas las partes que podamos hallar como inlegrantes de aquel fragmente contribuyan a expresar aquel tenia, y, por tanto, que se relaeionen entre si. 32. EL APARTADO Para cntendernos con claridad. Ilamaremos apartado q cada una de las partes que pudemos descubrir en el texto. Como los textos que tendremos que explicar šerán breves, los apartados serán poco numerosos: dos. tres. cuatro... Y puede ocurrir que no podamos hallar apartados en nuestro analisis. De ello hablaremos en el § 3 7. No creamos que pur eslablecer muchos apartados vamos a ser mas precisos: quizá con ello atomicemos el texto y perdamos su carácrer uni-tario. 53 UN EJEMPLO: EL TEXTO DE A ZO KÍN Si examinamos atentamente el fragmente de Azorin que figura en el § 24. podemos apreciar en él tres apartados: El apartado a) comprende las Iineas 1-8 (desde Las bellas manos hasta de él?). lil apartado b) está integrado por las lineas 8-13 (desde El caballero -su padre.-, hasta exalta). El aparlado c) se compone de las Hneas 14-15 (desde El niňo hasta sin hablar). En el a) domina la nota fundamental de la soledad del niňo. En el b) se pone de relieve el descuido tj la intemperancia del padre. Em el c) se contrapone el padre y el hijo para mostrar SU incomunicación, el aban-dono del serjundo por el priniero. 34. EL TEMA Y LOS APARTADOS El tenia suele distribuirse irregularmente por los apartados. Asi aeontece en el ejemplo anterior. Notese, sin embargo, cómo el rasgo nuclear y fundamental del tema. la soledad del niňo, está presente en todos. Los apartados se caractcrizan y distinguen cntre si porque el tenia aclquiere en cada uno de ellos modulaciones mas o rnenos diversas. 3 5. OTROS EJEMPLOS La estructura es. a veces. transparente. Véase, por ejemplo. un fragmento de la égloga primera de CJarcilaso de la Vega: [Habla el pastor Nemoroso] Corrienlcs aguas, puras, cristalinas; verde prado de frcsca sombra Menu, arbolcs que os est als mirandn en ellas, aves que aqui sembrals vueslras querellas. hiedra que por los arboles caminas, Apartoito a) Tn i1 iK at lůn a unas • i..i jf.i iTialiir:(s tic lu N«1 urate. torciendo el past) por su verde seřio; yo me vi tan ajeno del grave mal que siento, que de puro con tento con vucstra soledad me recrcaba, donde con didce sueňo reposaba. 0 con el pensamiento discurria por dondc no hallaba sino niemorias Ilenas de alegria. Aparliutö bj tivotuclun líc Iq iiletírÍB qui: la coriteinpla-clún de ai]iic-tlas criaturas producía en otro tlempy n Ncniuroso, Aixirtmtti ti) Cómu es .'t-xliTiur-menlo ťlřilcro. Al'urtiub i>) [»will dali y de!li:a-dtsa del asnHln. Comprobemos ahora de que partes tan claras se compone el retrato de Plate.ro, el asnillo cuya vida conto con trazos inmortales Juan Ramon Jimenez, en su libro Platero y yo: Plalero es pequeno, peludo, suave; tan blande» por fuera, que se diria todo dc aL goddn, que no Neva huesos. Solo los cs-pejos de azabachc de sns ojos son duros cual dos escarabajos de crista) negro. Lo dejo suelto, y se va al prado y aca-ricia (it)iainente con su hocico. ro/andolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gual-das... lo Hämo dulcemcnte «—£Platero?»: y viene a mi con un rrotecillo alegre, que parece que se rie, en no se que cascabcleo ideal... Come cuanlo le doy. Ijc gustan las na-ranjas mandarinas, las uvas tnoscateles. todas de ämbar; los higos niorados, con su cristalina gotita de miel... Es Memo y mimoso igual que un nino, que una niria...; pero Tuerte y seco por denlro, como de piedra. Cuando paso sobrc el, los doiniugos, por las üllimas callejas del pueblo, los homines del carnpo, veslidos de limpio y despaciosos, se quedan miran-dolo: Antrim b t'l Córrtů es -"IdteriDr-int'fire» Mlatem 3ť> 37 —Tien'asrro. Tiene acero. Acero y plata tle luna. al mismo tiempo. 36. LOS APARTADOS EN LA POESÍA Aunque mas adelante insisMmos en ellci cun ejemplos eoncretos, eonviene que prevengamos acerca del error en que muchas veces cacriumos si supusiésemos que cada apartado coincide con eadu estrofa*, cuando el texto está eserito en vérso. Nos eqtiivocan'amos. por ejemplo. si creyéramos (ine un suneto* consta de cuatro apartadós. equi-valentes a sus dos euartetos* y a sus dos tercetos*. (Aunque a veces puede ocurrir que asi sea.) 57. TEXTOS SIN ESTRUCTURA APARENTE May a veces textos tan breves y simples, que resultä dilícil. si no imposible. detínir su eomposición. Pero en otřas ocasiones el pásaje no posec estructura porque el autor no ha querido dársela. niejor dicho, porque el desorden es to que expresi) mas adecuadamente el tema. LI lema del fragmentu que sigue es el alucinanle movimiento de unos espiritus en torno al poeta. Este. Espronceda. nos lo cornunica por lina aeumu-lación caótica de clcmentos: Densa niebln cubre el eiclo. v dr cspirilus se puebla \;igorosos, que aqui, el vienlo. y «Iii cruzan vaporosos y sin mento. Y aqui (oman. y idli giran, ya se juntan. se retiran, \ (I SC OCllIlílll, ya aparecen. vagan, vuelitn. pas;in. huyen. vuelvcn. erecen. disminuyen, se evaponin. se eoloran, y enlre sombras y rellejos. cerca y lejos ya se pierden. ya me evitan con lemor, ya se agkiin con firrur. en aérea darum a mi alrededor. fantástíca Tampoco hay composieiön Ordenada (el desorden es su estructura) en este otro fragmenlo dcl cnlremes Los habladores. atribuido a Cervantes, en que sc describe la chachara disparatada y absurda de un hombre parlanchfn: —l)ke muv bien usieti. porque la ley lue invcnUida para la quietud. y la razön es el alma de la ley. y quien tieiie alitiii tiene polencias, tres sou las polencias del alma: memoria, voluntad y eiilendimicnto. Usted tiene muy biieu enlendimiento, porque el enlentiimiento sc conoce por Iii lisnnnmia. y In de usled es perversa. por Iii coneurrencia de Satumo y Jupiter, aunque Venus mire Ol cuadrailo... Fasl V Analisis de la forma partiendo del tema J8, EL TEMA Y LA FORMA DEL TBXTO Llamamos forma a las palabras. a lus giros gramaticales que integran el texto. Entre (odos los medios lingüisticos que el idioma ofrece al escritor, este ha elegido unos cuantos (|iie le parecían más adecuados para expresar mejor el tema. Ha de haber. por tanto. una estrecha relación entre el tema ij la forma. V 4 carrot »ptiftn gonnMi 39. PRINCIPIO FUNDAMENTAL DE LA EXPIJCACION DE TEXTOS Efectivamente, la relación prevista entre el terna y la forma viene regulácia por un principio en el cual se basa integramente el comentario y que, por eso, denominaremos principio fundamental. Ese principio. que debemos recordar permanen-temenle, podemos enunciarlo asi: El tema de un lexto esta presente en los rasgos formales de ese texto. El tema es como un corazön que hace llegar su sangre a todo el organismo. Como la savia. que asciende desde las raices hasta las ultimas hojillas de la planta. 40. APLICACIÜN DFL PRINCIPIO FUNDAMENTAL A LA EXPL1CACIÖN Del principio fundamental se extrae la norma bäsica de la explicaciön. Efectivamente. esta consist irä en ir eomprobundo, llnea a linea. o verso a verso, como se cumple dicho principio. esto es. de que modo el tema va determinando los rasgos formales del pasaje. La explicaciön de un texto cou-siste cn «justiRcar» cada rasgo formal del mismo como una «exi-gencia» del tema. Comprendemos ahora por que esta fase analitica es la más importante de todas; las anteriores hau 4Ü servido sólo de preparación para realizar esta con mayor acíerto. Y comprendemos. sobre todo, por qué atirmá-bamos en el § 22 que de la correct a definíciou del terna dependía, en gran parte, el buen éxito del comentario. 41. C0MPR0BAC1ÖN DEL PRINCIPIO FUNDAMENTAL Vamos a considerar de nuevo el pasajc de Tomáš Riiľda. de Azorín. puesto que nos hemos tamilíarizado con él. Trataremos de comprobar, en dicho fragmento, el principio fundamental. Esta comprobación será, en rigor, una ver-dadera explicación. si bien demasiado pormeno-rizada, por precision didáctica. El torta. RcĽordemos el tmia dd fragment© de Azorin: La milieu! sokiliid de im iiiňo tie torta ediul, atwuloiuido incluso de su patín intemivrante con quicn viw. Según hemos dicho. ki explicación consrslirá en justtficar los rasgos formales del texto como una exigencia tie eslc tema. Les o/wríťiJos. Nucstra tarea se vera notablemenle ľaeilitada si eotisideramos, por separado. los apartados que hemos fijado en el § í3. Recor-dénmslos: a) Lineas 1-8 (Sokdail del mim« L b) Lineas 8-Ii (Desaäáe e 'mteii\pernn i'std vkndo... Y se referirá sólo al pásaje que comentamos. sin tener en cuenta opiniones ajenas. Podriamos rematar la conclusion del examen del texto de Azorin usi: 47 «Kl fragmentu, todo, nos agrada bot lo ccňido que el lenguaje se presenta, en relación con el terna. Y rcsulta inquietante esa situa-ción cn quo padre c litjo se entuentran. Una atmosféra de misterio rodea a la en.su. af caballero... íQuién es cste? íQuién es su hijo? El escritor que con tatí escuetos trazos nos ha caulivado es. sin dudá, im grau aiLišta.» Este es. en sustancía, eJ metodo de comen-tario de textos que proponemos. ConRamos en que se haya leído atenta-mente todo lo que llevamos dicho. Y tenernos la espcran/.a de que se haya comprendido todo. Quizá nuestros lectores estén aún bastante inquietos porque no se sienten capaces de aplicar el metodo por sí mismos. Un poco dc pacicncia: antes hay que leer lo que falta, relativo a las normas concretas de aplicación del metodo. ínstrucciones para la practica del comentaho 4(S. ELEMENTOS NECESARIOS r'AKA LA EXPLICACION El profesor nos ha propuesto un texto, para explicarlo por escrito. Estamos en casa o en el estudio de nuestro centre escolar. Preeisamos tener a mano: El papel <{tte vu a servifnos de borntdoi. Un Durionario de la Leiujuti espanola, Todos los tnunuales de Lengua ij Litcratura tfiic hagamos estudiado hasta ahora*. Y este librito. Todo ello es imprescindible. 47. UN TEXTO DE LOPE Veainos ahora el texto que debemos comenlar. Las pajas del pesebre, nino cle Bclen. hoy son llores y rosas. ma nana seran hi el. 5 Uurnis entre las pajas. de Trio que tenets, liermosu nino rnio. y de calnr lamhien. Donnid, Cordero Sanlo. ' Simit Iib. ill- ru;ik|iikT alitor. I'ani Ins razimamitTitiis qui- van a sqtuii, mi-lik-iirtiniK Ins pulilrculns por l,i l-ilili trkil Amtyu lSiilaiiiaiu.il IVru, ivpvliniiw. nuitkii Ullli/aiV l-llllksilllilTSI. 10 mi vitla, no llorcis. que si os escucha el lobo vendrä por vos, mi bien. Dormid entre las pajas, quc aunquc frias las veis. hoy son flores y rosas, mafiana scrän hiel. Inmediatamente numeramos los versos (o las Lineas de prosa, en su caso) de 5 en 5, y proeedemos a aplicar todas y cada Lina de las fases del metodo. Aplicaciön de la fase I 48. MANEJÜ DEL DICCIONARIO Segün deciamos en el § 18, el comentario empieza por una lectura lenta y atenta del texto. Leamos despacio estos versos de Lope, dis-puestos a comprcnderlos en su totalidad. Realmente es fäcil, todo resulta transparente, ligero. bello... Alguien2 se dirige al Nifio Jesus, reden nacido, e intenta calmar su llanto y dormirle, anunciändole que le esperan dolores mayores que el frio. pe. resulta cn cambio dustratiw df su tmpivaciön ihipidttr. tan iinportuntv en el. Esaibic muclios vilhmäcos. Mas adelante se dice: «Dos poderosas corrientes vienen a nutrir la inspiraciön Urica de Lope de Vega: los sucesos de su propia vida. y las creencias del pueblo espanol de su epoca. A esto ultimo se alude cuando se dice que Lope es un poeta populär.» El manual aflrma luego que Lope es un gran poeta religioso. Estamos. pues, en condkiones de escribir: |Borrador|: En manto pacta afin a los scntimicntos del pueblo. una de las vetas de su temälica fue la religiosa. Poputarismo if rel'upo-sidad existen dnnnnente en este villancico. Aplicaciön de la fase III 51. DETERMINACIÖN DEL TEMA Ya tenemos localizado el villancico. en la medida en que esto nos ha sido posible. Quizä manejando otros libros podriamos haberlo hecho con mäs precision, pero nos hemos limitado volun-tariamente a un manual. Naturalmente, los alum-nos de grados superiores pueden reeurrir u libros y articulos especializados. Pasamos ahora a la tercera e importantisima fase del comentario: la determinaciön del tema. Por favnr. releanse antes los §§ 22-28 de este libro. Fijemonos en que una persona invita al Nifio Jesus a que se duerma, aunque las pajas del pesebre esten frias. Pero la razön que le da no es siempre persuasiva; a la infantil amenaza de que puede venir el lobo, ariadc otro motivo bien extrano: esas heladas pajas son hoy flores, pero mafiana se 56 convertirän en hiel. c"Cömo justilicar esta torpeza, que, de entenderla el Nino, habria de intranquili-zurle aün mäs? Evidentemente, solo una persona acongojada por los presagios de la Pasiön, que no pudiera refrenar su inmensa pena, podria cantar de este modo. Tenemos, pues, los elcmentos fundamentales del tema. que podriamos enunciar asi: Invitacidn que una persona'1 acongojada por los presagios de la Pasiön, dirige al Nino Jesus recien nacido, para que cese en el llanlo que le producen las molestias del pesebre, y se duerma. En el borrador. escribiremos et tema, subrayandolo, porque lia de guiar nueslro comentario de ahora en adelante. Aplicaciön de la fase IV 52. DETERMINACIÖN DE LA ESTRUCTURA METRICA Cuando el texto estä en verso. la fase IV de la explicaciön comienza por la determinaciön de la cstructura inelrica de dicho texto. Es necesario que se teufian siempre prcscntes las nociones de inctriea que se hayan estudiado. I7,n el Vocabularie final de este libro se hallarän delinkiones predsas. En el Vocabulario hemos encontrado la siguientc definiciön de vilhmcivo: .«Cömpos'tcitSn poetiea de arte menor, formada por una cancioncilla inicial —el villancico propiamente dicho- seguida de una o varias estrofas, llamadas mudanzas, seguidas a su vez de un verso de enlace y otro verso de vuelta 4 U» lliinnirrmas ainhv. dado qut- el villaruiro es »na coniposltnön destinada al ranlo. 5? que rima con el villancico inicial. anunciundo la repetition parcial o total de este. La parte del vi-Ilancico que se repite se llama estribillo.» Si aplieamos csta description al poemilla de Lope, su estructura metrica queda clara. Hela aqui: Villancico Mudanza 1.* Mudanza 2,a Verso de enlace Verso de vuelta Eslribillo Las pajas del pesebre, nino de Bclen. \lwy son flares yrosas. j BstrMio I manana seran hid. \ i Llorais entre las pajas 1 de frio que teneis, J bermoso nino mio, ( y de calor tambien. Dormid, Cordero Santo, mi vida. no lloreis, que si os escucha el lobo, vendra por vos, mi bien. Dormid entre las pajas, que aunque frias las veis, Iwy son (lores y rosas. manana serdn liiei Nil !«.• luibm piisinln ii niiilic por his ink-nk's itKorpotni l;i dcli-nii'mn ck'l villiiiK irn ;i In explieiKioii. porcine iid se lui ol\iiiiiilti que el tcxtu no es un prclexlo. Facilmenle, al repasar la parte de metrica relerente a estrofas, se habra advertido que las mudanzas de este villancico son dos capias. Peru como todas las partes del mismo tienen una misnia rima (asonante* en los pares), podemos interpretar que se trala de un romance*. Observemos tambien que los versos no son octosilabos: todos ellos tienen siete silabas -en los versos 11 y 14 hay sinalefa: si os y escuclm el; que aunque—. menos el segundo, que es hexasilabo. Tendremos que concluir (vease romance en el Vocabulario final) que es un romance endecha irregular*. lUurnulorj: 1.7 fKtnmta rs Bfl villwiiitD. ran twins stts juuics tvi-lliiin ire. cslriliilln (/ iniuhinzns) iiirn tli'tintitiitltis. Ilstraliciuih-iite. n>wi)itnitc tm nmuttHV I'Oilirhu irmiulm. Ittiij sinakjn ett hs versos ]} ij 11. H c! sefftttifa vs Iwxasihihi. Es posible que no se sepa juslificar el porque de esa irregularidad metrica. Si se ha leido el Vocabulario final con atencion. se habra hallado esta definicion: «Versificaci6n irregular o ametrica. Versification caraclerizada por el empleo de versos de desigual medida, con deliberado descuido del poeta, Es la forma tipica de los can tares de gesta y de los pocmas juglarescos. La irregularidad se desecho a partir del siglo xvi por los poetas cultos, pero la emplearon hasta el xvn en la lirica de inspi-racion popular.» |Horrtidor|: Esta inriiultuidcut es un ivsfH) nuis ilcl iimuhr />d/m/w 5 3. CONTINUA LA FASE IV Realizada esta descripcion metrica del texto. nos desen ten demos por el momento de que csta en verso. Si no lo hicieramos asi. podriamos caer en la lentacion de creer que el texto poseia tantos apar-tados como estrofas. y ello -como hemos advertido en el § 3,6- no es siempre cierto. Ahora vamos a verlo. en el caso de nuestro texto. IB 59 Pura ßjar los apartados. teamos lo que el texta dice, sin preocuparnos de cónw lo dice. Es necesarío, por lan to, que sea releído con gran atcm'iün Ľuanto se ha dicho en los §§ iíJ-40 aceren de esta rase. Cuando el texto está escrito en prosa, aquí coniienza la fase IV del comentario. Ľn el villancico de Lope podemos apreciar claramente tres apartados: a) el villancico iniciál (exposición del presagio), b) versos 5-8 (motive del llanto), c) versos 9-12 (invitación al reposoj. d) versos 12-16 (invitación al reposo y nueva aparición del presagio), [Borrador]: El villancico iniäal fontiit el iitntrtado a): aqpahé el presatfhh Las versos 5-ŕŕ ivtistititiieti el ufmhiiki b) y expresmi los moiiws del Hnnio. En el apurtudo c) —versos 9-12— sc invito, al Nina al desennso. Por Jin, los Ultimos eutitra versos —aparttulo d)- insisten m dicha invitación y repiten el presagio. Es chocante esta aparición, al final, de una nota del terna que aparecía en el primer apartado, í'no es verdad? Ahora trataremos de darle una explicación. al llegar a la lase V. Aplícación de la fase V 54. ORDEN DEL ANÁLISIS Pasamos ahora a la fase V de la explicación, consistente cn el análisis de la forma partiendo del terna. Constituye, como sabemos ya, el momento más importante de nuestro ejercicio. 60 No debe olvidarse ni un momento el principe fundamental que debe guiar nuestro tra-baju: El Lemu de un Lexlo está prcsenLc en tutlos los rasgos formales de- ese texto. ŕ Y qué orden seguiremos en nuestro análisis? El análisis de los elementos formales del texto debe hacerse a medida que esos elementos van apare-ciendo, sin pasar de uno a otro desordenadamente, Dicho de otro modo: no analizaremos un verso o línea sin haber analizado el verso o Linea anteriores, 5 5. ANALISIS DEL VILLANCICO Recordemos el terna del villancico de Lope. Está ya apuntado en nuestro borrador (§ 51) y es el siguiente: Invitación que una persona acongojada por los presagios de la Pasián dirige. al Niňo f esu s. recién nacido, para que cese en el llanto que le producen las molestias del pesebre, y se duerma. Analizaremos los cuatro apartados sucesiva-mente. El análisis consiste en responder a una serie de porqués que vamos formulándonos. Ante cada rasgo de la forma que nos choque, nos preguntaremos: čpor que dice csto el autor? Y trataremos de jnstificarlo como una exi-gencia del terna. ft1 Apartado a) Fijémonos en un hecho que ya nos ha llamado la atencion al estableccr la cstructura del texto: el presagio de la Pasión apareee cxpuesto en este apartado y en el ultimo, sin que figure en los dos apartados intermedins. El hecho ha de tener alguna signilicación: icuál serú í Pensemos en alguien que nos dijese una cosa que la abandonase momentáneamente. y que aca-base repitiéndonos lo que al principio nos había dicho. Tendriamos la evidencia de que. en su ánimo. •i|: hi nota Jiiudumenial ilcl lemu -la ouíc/ii/ii pwr c/ pivsaifio de la ľasion- sc ivvela im en el lieelio de que e! emiloi no sc hu sentido nlraido par Ins matinijicciuias sohieiuitiiniles del Xiieimicuto. sino que se ha lijudo en un detaile entnsleeedor las jHtjas del [k-setm: que ininzan ttl mien naeido. Hoif son flores u rosas.—ČPor qué esas pajas son hoy (lores y rosas? Se nos ocurrirá una respuesta en seguida: porque hoy. diu del Nacimiento. acogen el cuerpo del Redentor. y este contatln transľorma su áspera contextura en flores, única criatura digna. por su naluraleza delieada, de aquella función. Pero (no habrá otro significado oculto? Bien puede ser. Fijémonos en el verst) siguienle. Esla elaramente eontrapuesto a este: frente a hoy, mafiána: frente a flores u rosas. hiel. Entre ambos elementos hay una antítesis*. Por otra parte, al reilerarsc el eslribillo al final, se dice: «dormid. que aunque veis ľrias las pajas. hoy st)ii llores y rosas...». No pareee, pues. que las pajas hayan cam- biado de naturaleza*. están alii ľrias y punzaiites; no son llore.s. >Por que. pues, el cantor afirnia que son flores ij rosas?'' Seneillamente. porque maňana (durante la Pasión) scran muchisimo más crueles. Ot'tirrt" In niisniu que si u hud. a qtiicn iluele iin;i muelii. alftuicii If dice: «lisu ťs un plater fimipiirčulo con d iliiiio que tc Iiíiiíiii in.nulo te hi mľčiiH|iiľii.>' * lil ťxpii-siini Ihm-. 1/ mviv t|in- pirn/ir mliuiibnti- npiiľivľ rti mu->li;i [KiťStíl ilcsilť lil IiIíhI MliIiii Ihm iillnU.uli, lApllcil'l.i iIíiiim's iiiusIiiííhIuiVn nulle |. I urill.i y \l MniTľiilľ : piiri'iv ;ihiilir ;il riiuliiiln '■nulu i|uc rccpniTCii Ihn h'miv v Ins plwiilir. Untlttfai \ hn-iiiilfv ((lie v (Ifvipi.in nm ľl iiimil'iT tokvlívn de ffiüOTr«. 62 63 Se trata de un modo de poner de relieve el dolor de manana. El cantor no estä pcnsando en lo que ve: la gozosa presencia del Nino en el pe-sebre; su corazön estä angustiado por lo que sabe: la Pasion. Es esto lo que nuevamente vuelve a aparecer, la nota dominante del tema. [Borrador]: Ixi inlerpretaciön niäs sencilla del versa tern-m es esta: Ins pajas se han convertido en flores y rosas. al contacio con el cuerpo divino. Pcro en el verso 6. y en el 1 5. vuelve a hablarse de frio y de frias pajas, Dada que la nota de anyustia dotnina en esle apartado. parece loyico ivnsar que el siijnijkado wrdadero del verso es este: a pesar de que punzan y de que esüin jrias, hoy esas (Mijas snn flores y rosas. si las coinparamos con la hiel que hau de ser manana. Li nota fundamental del tema qucda nuevamente eonjinnada. Mamma serän hiel.—Yü hemos visto que manana se opone a hoy. y que si hoy es el dia del Naci-miento. manana se referirä a la Pasion. i'En que momcnto suf'riö de nuevo punzazos el cuerpo de Cristo? c'Hubo algün suplicio en la Pasiön. en que la carne de (esüs se viese punzada? Evidentemente, en la coronaciön de espinas. Pero en seguida asalta una duda: las espinus no son pajas. Efectivamcnte: tampoco las pajas son nunca rosas ni hiel, y el cantor, sin embargo. lo alirma. Lo que ocurre es que en su anguslia lo ve asi: aquellas pajas que punzan el cuerpo del Nino. se transmutan. por la angustia de su pre-sagio. en la Corona que punzarä las sicnes de Cristo. [Borrador]: El wrso 4 es de inuy dificil interpretuciön: iCömo las pajas serän amaryura manana? Evidentemente ese manatm es la Pasidn. Y, en ella. una vez el cuerpo de Cristo fue punzado: en la coronaciön de espinas. :{Juerrä derir el cantor que estas ptrfas, hoy simplemente molestas. serän maftana pun-zanles y amargas? M Apartado b) Se nos expone aqui. como hernos dicho. el motivo del Uanto del Nino. Llordis entre las pajas. / de. frio que leneis.— Poco comentario requieren estos versos, tan claros y sencillos. La pupila angustiada del cantor aisla otra circunstancia penosa del Nacimiento: el frio. Sigue sin aparecer ninguna alusiön a lo sobrenaturah alli estä el Nino, sufriendo en su cuerpo humano. Observemos que podria habcr dicho: Iloräis solne las pajas. dado que Jesus estaba echado encima de ellas. c'Por que usarä entre? Seguramente para in-sistir en la incomodidad del pesebre (tema): las pajas liieren no solo la espalda del reden nacido, sino lanibien sus costados. ["llorradorj: El cantor insiste en la inc<>modidad del iwsehre. usandn la preposiriön entre // no sobre. que lötpcainente seria inäs adccuada. Con ello suyiere que no solo la esptüikl de Jesus, sino lainbien sus costados, son hcridos pot apmjas Heimos pajas. EI verso siguienle vuelve a mostrar una nüstna consideruciön humana del reden nacido: Horn de frio. Hermoso nino mio.— Las canciones de cuna -y esta lo es— stielen invocar al nino mediante un vocativo. EI cantor muestra su afeetividad, su ca-rino, con algün adjetivo elogioso -aqui hermoso-, y frecuentemente. como en este caso. con el poscsivo mio. Observemos que, en el verso 2. invoca al niiio de Helen sin ningün adjetivo. Y que en este hay dos de gran valor afectivo. Observemos tambien que et adjetivo hermoso va antepuesto. cTendrä esto algün significado? Convendrä revisar la Gramätica, por si nos da alguna Iuz. En el capitiilo relerenle al adjetivo BS encontramos esto: «El adjetivo, cuando va pos-puesto, no haec más que aňadir una cualidad al sustantivo. Pero cuando va antepuesto, la cualidad se pone de relieve, y el bablante la presenta con especial afecto» *. Todo. pues. contribuye en este verso a intensi-ticar el tono emotivo. [fjorrador]: lín el verso 2 sv imnalxi al niňo de Bělen, sin tiingún rasgo que dcnalase afecto o cmoción. El verso 7. por el eontwrio, eonstituge un vocalivo lletio tie termini: eomo es ordi-nario en las caneiones de euna, el cantor se dirige al nino eon un adjetivo elogioso —hermoso— ;/ un fiosesiw igualmente afectivo: mio. La anleposición del adjetivo contrilmge a cancentrar el senthnifiUo de amor 1/ . mptnblit. 1." airsii. páp,. 49. concentrado. mediante una sabia antítesis, todos estos signifieados: el niňo llora de frío. en cuanto criatura humana: y de calor, porque aquellos suľrimientos se los ha im puesto su amor divino. [liorradorj: F.I cantor, tras ese punto de emotion alcanzado en el versa 7. invoai. en el signierte. In naturaleza divina de lesús: el fuego de su amor -el calor- es In causa indirecla de ese Uaitía que k ocasiona el frio del portal. Se ainde a ella iiie-diwtte una rdpida antítesis -fno-calor-: esta coneenlración es tin pivdigio expresivo. Aparlado c) Dormid, Cordero santo, / mi vida, no lloréis.— Comienza en este verso otra modulacion del tenia: la invitación al Niňo para que cese de llorar y se ducrma. Aparece un nuevo vocativo -Cordero Santo—, que hace alusiön a la naturaleza divina de Jesus, ya apuntada, como hernos visto, en el verso anterior. ica de las canciones de cuna: la venida del loUt. No es mucho imaginär que el loh' simboliza. en este punlo, a los muchos eruinigos que ihi a enconlrar Cristo en su vida. Y el canlor, Ueno de amor -que se plasma en un ultimo vocativo. mi bien—, quertia que el llanto no atrajesc a sus enemigos, deseaha que la persecueiön no se iniciase nunca para Jesus. Apartado d) Como ya hemos dicho, este apartado recoge los dos molivos antes desarrollados: la invitaeiön al reposo y el presagio. Este —el estribillo— cierra el texto, que queda asi dominado por una dramätica nota: el presentimiento de la Pasion. [Borrador|: V« he apunlado que este ultimo apartado une dos aspectos del tema antes desarrolludos. repitiendolos: la invitaeiön al reposo .'/ el presagio. Un reposo casi imposihle. entre las Jrias pa/as; y un presaipo torlurante: cl de la Pasiön. El estribillo. ipw expone el amenazador presentimiento, cierra el texto. con lo cual este queda empapado de tristem. Hemos terminado con esto nuestro anälisis. Nos hemos detenido en casi todos los rasgos formales, pero han quedado algunos sin examinar (las formas lloräis, dormid. os eseucha, en vez de Horas, dtterme, te. eseucha, y algun otro). Retengase esto: (jH Rcdaccion del ejercicio7 So. I i. EJERCICIO EN LIMPIO. ANTES DE REDACTAR LA CONCLUSION Hemos terminado las fases mas importantes del lomentario. Falta solo una: la conclusion. Conviene que. antes de redactar esta. organi-eemos las notas que hemos ido tomando en el borrador. Asi. con el esfuerzo de ir dando forma detinitiva a nuestras observaciones. sc iran perli-lando mejor aquellos rasgos de caracter general que deben pasar a la conclusion. 57. E MP LEO DEL BORRADOR Como hemos seguido. una tras otra, las fases del melodo. las notas del borrador aparecen ya orden atlas. Pero el ejercicio no consists en ensartarlas. en ponerlas seguidas como las euentas de un collar, sino en trabarlas como los eslabones de una cadena. Estas notas, en nuestro analisis, son bastante extensas y precisas. ya que asi convenia por motivos didacticos; pero es muy probable que. cuando los escolares realicen sus ejereicios, las cuiden menos, las reduzcan a un apunle rapido y poco desarro- IVnsuinos <|!if t":lr i.i|Htiilci jwrili1 Ii-iiit Inn-it's p;n n |m iilumnns priiiiipiiintrs v piirsi amnios iiinmi lie cxpcrtnii'i.i i'ti Site tipo tic qurluirer lilrnirin Ilado. El ejercicio requerirá, entonces. mayor ela-boracion. Además. es muy posible que haya observaciones desdeňables; otras scran poco cuidadas y reiterativas... Y quizá. en el momento de la redaccion, obser-vetnos algunos detalles del texto que antes no habíamos visto, y que interesará incorporar al ejercicio en el lugar en que. según el orden de lectura. conesponda hacerlo. El borrador es sólo un elemento auxiliar, si bien imprescindible; sus observaciones. si es preciso, pueden ser refundidas, rechazadas, am-pliadas. cambiadas de orden. etc. en este mo-mento definitivo de la explicación que es la redacción del ejercicio. 58. UNA MUESTRA DE EJERCICIO DEFINITIVO Para ver eórno puede redactarse el ejercicio definitivo, ponemos a continuación, en una columna, las notus que hemos ido tomando en el borrador, y en la otra la version linul. Como. según hemos dicho. las notas de nuestro borrador estéti bastante eiaboradas, la redacción del ejercicio ofrecerá pocas dilicultades. No sonws partidarios dc poner epígfqfes ni lítidos a las diversas paries del trabajo. Pero no hay incon-venientc en que se pongqa. 7U 71 [Fa*« UM Tema: Invitation que una persona acongojada por los presagios de la Fusion, dirige at Nino Jesus, recién nacido. para que ccse en cl Hanta que ie producen las mo-lestias del pcsebre, y se duenna. Explication de textos I.ope de Vega: Las pajas del pesebrr [Borrador] [Version definitiva] [Ease II] El lexto es un poemit.a liric.o de l#i>e de Vega. Se tram de un villancico. F,l texto que debemos amiciitur es un villancico de Lope de Vena, con terna navideňo y. como vere-mos, rnn estructura tipica de estc subgénero lirico. [Fase IVJ Eslructura: El paemita es tm villuntico. con tvdas sus partes (villancico. estribiilo i/ mudanzůs) bien deli-mHadas, Estrofiawiente constitute un romance endecha irregular. Hay sinaleja en los versos 11 y 14; y el 2 es bexa-silalK}. Aunque este vdlancico trnqa eseasa importancia. si se consi-dera el conjunto de la obra de hipe, resulta en carnbio ilustrallvo de su inspiration popular, tan importante en él. Escribio muehos villaneieos. En cuunto poeta afin a los sentindentos del pueblo, una de las ve.tas de su lematica fue la religiosu. ropularismo tj religio-sidad existen claraniente en estc villancico. 72 Kvidenlemente. el poemita no es algo excepcional en la abundantisima y variadisima obra de Lope. Pom. en su ■ .'Iii!.iil de villancico. es un buen cjemplo de estc lipo de com-posiciones que le resultnban tan gra-tas. Habia algo en su espirilu que le inelinaha a esle lipo de pnesias scncillas y fragantes. En efecto. Lope es el genio de la poesia popular. Queremos decir con ello que supo interpretar como nadie el espiritu de sus conlempor.ineos, una de cuyas notas más caracteris-tiras fue la religinsidad. El villancico es un testimonio del popularistno lopesco. en cuanto romposición re-ligioso-popular. hsla irregularidad es un rasgo nuis del cannier popular de esle poeniilia. El vdlancico initial forma el apartado a); expone el presagio. Los versos 5-8 constituyen el apartado b), a expresan los motives del llauto. En el apartado r) -versos 9-12—, se invito al /Virio id di'scanso. Por fln, los últimos vuatro versos —apartado d)- in-sislen en dicha invitation, y re-pitru el presagio. [Fase V| Apartado a) El villancico sc obre expo-rtigndů el presagio de. la Pasión: El tema es sencillo y tierno. Sc train de una invitation que una persona la que canta el villancico—, acongojada por los presagios de la Pasión. dlrige al Nino Jesus, recién nacido. para que cese en el llanto que le producen las rnolestias del pesebre, y se duerma. CotQO ya hemos dlcho, este villancico posee la estructura normal dc tal tipo de compostcloaes; un villancico inicial {versos 1-41, con su csn ibillo (versos 3-4): las rnudanzas se desarrollan en los versos 5-12: el 14 es el verso de vuelta. que rnl.ua con el eslribillo linal. Kiinan los versos pares en asonancia. y quedan libres los impares. Y como se trata de heptasilabos -con sinaleFa en los versos II y 14—, menos el segundo que es hexasilabo, la csirofa es un romance endecha irregular. Tal irregulai idad mctrtta cs una prueba mas del earacter popular que ha qucrido infundlr Lope a este villancico. La ligera y sencilla materia del tema se reparte. sin embargo, en cuatro apartados bien caracterizados. Se abre cl poema con la exposition del presagio apartado al versos 1-4-: el apartado b) comprende los versos 5-8, y anuncia los motlvos del llanto: en el apartado c) —versos 9 a 12— se invita al Nino a descansar: y. por tin, las ultimos cuatro versos apartado d>— repiten la invltacldn y el presagio. Es curiosa esta distribution de la materia poetica. El hecho de que el 73 tuego K abandona este rasqo del letna. ;/ aiHirecen (Uros. pero ŕfl el apartado final. UUtUvt a resonar e! prcsttqio. Se observa tu congoja tlel cantor. Im nota del presným aconqojado parete str la dominante del tenia. Ui nota fundamental del tenia ~la tonaoja pot el presagio de la ľasiôn - se reveia ga en el heeho tle que W amtor no se ha seittido atraido por tas magnificencias solnému urates del Nacimiento. sino que se ha fijado en un detaile enlristecedor: las pafan del pesebre. que punzan al recién nacído. Im interpretation más sctuilla del versa i es rata: las pajtis sc tum convcrüdo en flares y rosas. al contarto del vuerpQ divina. Peio en el versa (i, g 01 el I S, vuelve a hablarse de [ho y de frias pajas. Dado auf la nota de angustia domina en este apartado. parece loaieo pensar que el signifieado verdadero del verso es este: a (h-siir de que punzan u e.stiin frias. hon esas pajas son Jlort'.s u rosas. si his ľoinptiramos tvn ta lúei que han de ser maňana. La nota liindamenltil del lenia queda niie-vaincnlr tonjirmada. lil verso 4 es de ntuy tlijuil intvrprettu ión: Jcämo los pajns sentit liiel maítanttP lividcntemen-te. ese manami es la Pasiňn. Y en ella, el CWTJW de Crista fat una wz piinzado: en la coronation de espinas. íQuerrti decir et cantor que esltis pajas. hotj simplemente molestas. serán matlaná punzan-les y amargasř presagio arnngojado del cantor itpa-rezea al principio y al fin del texto. da a erttender que es esa la nota dominante del ternu. ImS pajas del pesebre. / niňo de lielen. Una prueba de ello lo tenemos en el hec.ho de que la mirada del cantor Ii;i atravesado. sin fijarsc en elhis. las magnilicenrias sobrcnattirales del Hm imiento. para ir a posarse, desde el principio. en detalles cntrislece-dores: ahora, en las pajas del pesebre. que punzan al reclén nacido. Uou son Pores U rosas. Sin embargo, esle verso 5 podría hacernos penstir que aquel detaile queda siibilnmente embelleddo: las pajas, en conlacto eon d cuerpo de Jesus, se ronvicrten en flores y rosas. Pero a esta interpre-tación se opone el que. en los versos í-6 y 13-14. cl cantor vuelve a ponderar la frialdad de las pajas. La interpretáciou, pucs. parece otra. Proponemns la siguicnte: hoy esas pajas son Hrneš y rosas. si las com-paramos con la iilcl que han de ser mafiána, Se Irala de lim recurso rnuy freeuente en el idloma: la pondcracíon de algo mediante su contrario, en muy diversas combinaclónes. I.a nula fundamental del terna queda asi nue-vnniente confitmada. Maňanti serán Ittel. Este verso forma una dura antítesis eon el anterior. Pero su signifieado literal no results claro. Ľl maňana a que se refiere e! Cantor es. indudablcinente. la Paskin. I a oscuridad estriba en saber pin que las pajas. que tanto molestan hoy. serán durante la Pasión hiel. En ella. Crislo lue coronado de espinas. y la sangre corrio por su frcnle, ;Aluďuá este verso a dlcho supliciiiŕ ) cstii lonstituido ß>r in in oracion causal (que... tu Haina pura / ...) // de varias temporales de-pcndiciitcs de clla. Eslas ültimas dcsciiticn In tutitstrofe. El tmtOt las antieipa (cuando...) iiorque asi lo exicje In conmituuion tnites senaluda. El contraste gnza-pavoroso dia... es asi viulento. Quirn «aoza» realmente con el es el ptwto. Cuando el pavoroso diu / Hegne que el orbe est alle II se desprenda / de la potente mano / del Padrc sohe-rano. Sorprende en estos versos la convieeiön profunda que manifiesta Espronce.da. de que esc dia «pavoroso» llegarä. La oraetön temporal cuando + prese.nte. de subjuntivo no expresa eventualidad. sino creeneia absoluta. Cnmpareinus estas das l'rases: Cuurulo tlonicn poi tclcfouo. avitounr. Si Hanum por telc/ono. avisanw. Con In primeru. no mostnimos ningunu dudu: con h segundu citrecemos de seguridud. 94 t Llaman la atención las palabras altisonaiites que el poeta emplea para describir aquel inimagi-nable suceso. EI manual seňala como rasgo del estilo romántico en Espronceda «su adjetivación excesiva. que intenta tenir el poema de malices subjetivos y aňadir sombrías notas: trueno pavoroso, temerosa voz, anhclant.es ojos, etcetera». Evidentemente el adjetivo pavoroso (día) y quizá potente (mano) proceděn de la «moda» romántica. Estos cuatro versos tienen una curiosa organizáciou métrica: ...que euando el pavoroso dia líeguů que el orbe estalle y se desprendu de la potente mano del Padre soberano. Los cortes sintácticos que podemos tracer en ellos, no coinciden con los versos. Coimidirian si Espronceda hubiera escrilo: que euando el pavoroso dia lleque / que el orbe estalle / y se desprenda de la potente mano del Padre soberano. Esta falta de coincidencia se denomina enca-balyamiento*. ;Y qué efecto produce el encabalga-miento? Acelera la lectura, porque deseamos completer el sentido que ha quedado interrumpido al terminar cada verso. Por otra parte, los dos primeros versos son largos; los otros dos. muy cortos. En los primeros. la deseripción se dilata; en los Ultimos, se precipita. Espronceda ha deserito asi, con enorme plas-tiddad. el rápido aunque prolongado estallido del Universo, en los versos largos; y su precipitamiento y rápida caída desde la mano de Dios, en los cortos. % [Borrudor]: Con las oraciones temporales de los versos 2-5, Espronceda afirma su convicción absoluta de que la destrucción del astro soberbio se producirá (tana), las versos van cncabal-gados. lo ami obliga a unci rápida lerlnrn acorde con lo que pro-fetiza (el terrible csUdlido y precipiUimienUi del orbe desde. lit mano de Dios). Los versos 2-3. endecasílabos, cotnimican bicn la idea de uqiwl suceso largo y fikal; los versos 4-5, heplasílabos, al quebrar el ritmo con su brevedad. exprestm may pldsticamente la impresiou de la cukla. Iji magnitud de aquel acantecimiento determina la eleivión de adjetivos altisonantes: pavoroso, potente, soberano. Y allá a la eternidad también descienda / deshecho en mil pedazos, destrozado ...—Proägue la deseripción del espantoso suceso. Espronceda imagina que los colosales fragmentos del universo «descenderan» a la eternidad. La ímagen no es demasiado rigurosa, cverdad? cQué es eso de «descender» a la eternidad? Sin embargo, )] Scgún sc ha dicho, en la segunda parte del texio (lineas Sil) se explica el fiinrinnnmientn del artificio. La nota que ahorn predomina es la del placer que Lázaro siente satis-faciendo stí vicio. (Se prepara asi cl efecto de rudeza que tendru la venganza del ciego. cuando su criadillo eslé más embelesado en su mezquino gocc.) Lis frases inictales deseriben muy pláslicamente la treta. Lazaru, al tiempo de comer, finepa ľrío. Pero {tenia que íingirlo? Evidente-mente la temperature era baja, porque. si no, sobraba la lumbre que tenían encendida. Entonees. jpor qué dice que flnyia fener frioř Solo porque le interesa conducir nuestra atención a la astucia (tema) con que obrába, llasta el frio que era bien real, nos lo preseiila bajo la forma de fingimiento, de habilidad. La pobreza extrcma, la miseria en que se desarrolla la escena, muy típku de la novela picaresta. se pone de relieve con los ad-jetivos triste (ciego) y pobrecilla (lumbre). La cera se derretia ;wr ser muy poca. Lázaro vuelve a aludir a la delgadez del tapón. necesaria para que pudiera ablandarse con la escasa lumbre; y con ello sigue mostrandonos su ingenio. capaz de forjar un artificio tan dclicado como imperceptible para su amo. Allí comenzřiba el gozo de Lázaro. La ľuentecilla empezaba a deslilarle (nueva insistencia en la sutileza del mecanismo) el vino en su boca, diestra en no desperdiciar nada del generoso liquido. La frase final vuelve a la nota lemálica de la avidez. del vicio del niňo. Lá ponderución cstia temerosa, de sangrc y de robo, las fauces de furia, los ojos dc mal, el lolx) de Gubbia, el terrible lobo. Rabioso ha asolado los alredcdores, cruel ha deshecho todos los rebanos, 10 devord corderos, devord pastures, y son incontables sus muertes y danos. Euertes cazadores armados dc hierros fucrou destrozados. Los duros colmillos dieron cuenla de los mas bravos pcrros, 15 como de cabritos y de corderillos. COMENTARIO \ljocalizaci6n\ Asi coniienza la celebre poesia de Ruben Dario los motivos del IoIki. Se liata de un pwmn tipieainonte modprnista*. tanto en la fonna (posee mia rica musiealidad y abundan las rimas agudas y Ins ritmos marc ados) como en cl tenia nan-ado. un milagro atribuido a San Francisco de Asis. El genial linco nlcaragiiense ha dado, con U>s motivos del loho. una mucstra de su amarga coneepcidn del homhre; un terrible lobo se ha hecho famoso en Gubbia por su cnieldad; el santo pacta con el la paz, y la ficra baja a vivir al pueblo. Francisco tiene que auscntarse y cl lobo vuclve al montc, •> rcKkxfimaat m vida de ante& Cuando cl santo va a pedirle cuentas dc por que rompio el pacta, escucha de el una terrible explicacion: en los hombres anidan los pecados capitales, y son crueles: Me vieron humilde. lamia las manos y los pies, seguia tns sagradas leyes. todas las criaturas eran mis hennanos: los hennanos hombres. los hennanos bueyes, hemianas estrellas y hermanos gusanos y asi, me apalearon y me echaron fuera. El animal no pudo soportarlo, y en sus entranas revivio la tiera. Cuando Francisco oyo todo esto. se limitd a (altar, y parlid con lagrimas y con dcsconsuelos, y habld al Dios etemo con su corazon. El vientu del bosque llevd su oracidn, que era: «Padre nuestro que estas en los cielos...» Como hemos dicho. cl fragmento que debernos comentar constituve el comienzo del poema. Ruben nos presenta ya al santo en compania del lobo. f7Vm«l Estos versos iniciales tienen, sin duda, como tema cl contrastc entre el seralico religioso y la Hera violenta. [Estructura] Este contrastc se ofreee en dos apartados muy bien ddimilados: los cuatro primeros versos trazan la delicada tigura deJ santo; los once siguienfes enumeran rasgos terribles del lobo. El fragmento es regular en cuanto a los versos: Uxlos son dodecasilabos*, eon ccsura* en la sexta silaba. Pero hay variacidn estrdfica; los siete versos prLmeros fonnan un rcmate de teredos* encadenados (ABA, BCBC); los ocho restantes constituyen dos serventcsios*. Quiza esta variation tenga efectos musicales delibe-rados. [Ajniriudo a)\ li primer aparfado esta todo el en tiempo pre-sentc. El lector entra de golpe en una escena viva, actual, desplegada ante su imaginacidn. Se nos brinda la situacion antes de narrar la saogrienta historia del lobo. Esttin licnte a frentc el inas sajito de los hombres y la mas cruel de las fieras. El poeta alude al primero pcrif'rasricamente*. antes de decinios su nombrc. Y no nos habla de un varon, de modo indeterminado, que nos liana pensar en un humbre entrc otros iguales a el. Por el contrario. con el articulo cl se seiiala su singularidail. solo hay un homhre capaz de aquello: precisamente. San Francisco. Se trata, pues, de un rccurso gramaiical para acentuar, en el contrastc. los rasgos seraKcos de uno de los intcrloculores (taint). A esta mision contribuyen tambien las melaforas corazon de lis (con la espiritual blancura que'' evoca), alma de querube y lenqua celestial; his tres. succtlienduse. se relberzan, suman sus notas dc 130 131 pureza. lín cl tt'rcer verso, el nombre del varou va precedido de dos adjetivos. minimo y dníce, que insisten en la definición del santo. Mítiimo alude, sin duda algnna, a la humlldad exlrema de Francisco. Quizá este adjetivo le viniera sugerido a Rubén por el rccuerdo de los ľrailes minimus, ľundados por San Francisco de Paula en el siglo vv. Pero el Santo de Asís vivió mucho antes, en el xrn. El poeta, aunque bajo la sugestion devota de la palabra minimo, la nplica al héroe de su narración en el sentido ya seňalado de humilde. timido. El cuarto verso oľrcce un contraste claro con los tres prirneros: en estos. el santo ha aparecido impalpable casi. seróíico. espirilual... De pronto sabemos que está con un ruda y tOrvo animal. Fijémonos en la pareja de adjetivos rudo y ícrvo, aplicados al lobo, que se oponen, mediantc antitesis*. a la pareja minimo y dulce. aplicadas al santo. I*i intención de conhaste está bien clara (terna). Sin embargo, Dario, con un rasgo lingtiislico sutil (entá von) nos indica en scguida que su entrevista es de paz. Esfur con tma Hera implica que csta no se manitiesta con ferocidad. \Apartado b)] Los versos restantes. según precisamos ya, apartan nuestra atención del santo. para conducirla a su antagonism*, al sanguinario lobo. De igual manera que la presentación de Francisco comcnzaba por una palabra genérica (varan) y el nonibre no se dcciu hasta el verso tercero, la presentación del lobo empieza por ntra palabra genérica (liesliu) y su dcterminación no se hace hasta dos versos después (el lobo de Gubbia, el terrible lolw). la intención de mostrar un contraste permancce. pues, bien presente. Es obvia cn In cstructura gramatical que ofrecen los versos 2 y 6: alma de ífucrulv. lenqua celestial j las fauces de fúria. Ins njos de mal, Notable es tambiěn cómo el poeta produce eľectos antitéticos en los versos 3 y 7: c/ minimo y dulcc l'mncisro de Asis / el lobo dc Gubbia. el terrible lobo. Fl primero ofrece un prcxlominio de la vocal i; cl eľecto sonoro es de tin in a. dc suavidnd ... Hl predominio de la consonante bilabial b en el segundo produce efectos acústicos bien contrarius (terna). Fl sewentesio que sigue nos narra las actividades criminales de la ŕiera. Los adjetivos no dejan lugar a dudas: rabioso. cniel; las acciones son con runden tes: asolado. dcshecho. dcvaró. El poeta ha acumuladoen su caractcrización los nis^os de diireza, de violencia. de impl.icabilidad. La diferencia con el vardn que ahora tiene delante no puede ser más rotunda. Aunque quizá eslos rasgos sirvan para 132 prrnarar otro contraste posterior: este lobo comicero tendrá ocasión de escandalizarse con la crueldad dc Ins hombres. muy superior a la suya. I>is notas que insisten en la violencia de la fiera son. como hemos dicho, nnmerosas en el iéxico. Fijémonos aún en la enumeración rápida de acciones (li« asolado..., ha deshecho..., devoró.... devoró) que comunica la impresión dc su incansable. de su constante ferocidad; en el adjetivo todos, que insistc en .su implacabilidad; en lu cstnicmra simétrica devoró corderos. devoró pastures, que expresa bien la saíia del lobo, que no hace distineión entre hombres y animates... Todo lo Ueva por delante la terrible fiera. Rubén eon-cluye. quizá con un verso de poco lelieve tras lo que Ileva dicho: y son incantahles sus muertes y donos. La ultima estrofa (otro serventesio) nana los inútiles esľuerzos de los aldeanos por librarse de su cnemigo. Si atites predominaba la nota de cmeldad. ahnra se insiste en la fuerza indomable de la bestia. Para ello se utiliza un sencillo reeurso: mostrar la fortuleza de los cazadores y de sus perros.... que, a pesar de ello, son vencidos por el lobo. El verso 12, en eľecto. presenta unos juertes cazadores armodi>s dc hierros. Obsérvese cómo su fortaleza sc expresa mediantc el primer adjetivo, cl plural hierros y la aliteración de r que produce un eľecto onomalopéyico*: oimos malerialmenle el niido de la poderosa tropilla que sale en busca de la Fiera; pero en el verso siguiente está el verbo, el desenlace de la aventurii: (ueron destro-zados. El lobo lue más pixleroso que los hierros de sus enemigos. Urs perros sucumbieron también a sus duros colmillos. Podemus observar cómo se niagnifica la potencia de la bestia con el giro gramatical dieron cuenío (que signifies acabar. dar fin. cn poco rato), con el superlativo los más braws perros y con la comparación de estos con cabritos y corderillos. [Resumen] Fl fragmenlo, cn suma. está estruclurado con-fonne a un sistemn de contrastes. uno principal (lobo-San Francisco) y otro secundario (lobo-perseguidores), cuya tinalidad hay que comprender en la totalidad del poema. En nuestra explication nos hemos limitado a mostrar cómo los recursos expresivos se supeditan al primero de dichos contrastes. I^is simetrias, las ulitcrnciones*, las rimas sonoras. la solemnidad del dixiecasilabo regular, contri-buyen a la musicaiidad del fragmentu, que es. a la vez, superficial, hello y plástico. 133 d ambiente vulgar y ehabacano tie la fiesta (lincas 1-5); en la segunda se pinta la agonia del torerillo (lineas 5-13). 10 CAM1LO J. CELA: BAILK EN LA PLAZA Mientras vtene cayendo, desde muy lejos, la noche, rnniienzan a encenderse las timidas bombillas de la plaza. Sobre el rugido cnsordecedor del pueblo en fiesta se distiugucn de cuando en cuando algunns compases de «Espana cafii». Si de rcpente, como por milagru, se muricscn todos los que se divicrtcn, po-dria oirse sobre el extrafio silencio el lamentarse sin esperanza del pobre «Horchatero Chico», que con una comada en la barriga, aun no se ha mucrto. «Hor-chalero Chico», vcslido de luces y moribundo, esta echado sobre un jergdn en el salon de sesiones del Ayuntamiento. Le rodean sus peoncs y un cura viejo; cl medico dijo que volveria. (Ok fc7 galltgo y su nuulrllla.) C0A4ENTARIO \ljocalizucidn\ Es este un fragmento del libro El gidlcgo y su cutulrilla, original del escritor contemporaneo Catnilo Jose Cela (n. en HMb), consldtTado como uno dc los incjores prosistas con-lemporaneos. En El gallcga y su cuadrilla recoge Cela algunos de sus «apuntcs carpctovetonicos», que el define como «un agridulec bosquejo, cntre caricatitra y agnafuerte..., de un tipo o de on trozo de vida peculiares...>». La delinicion conviene exactamentc, como vamos a ver. al fragmento propuesto. \Teina] El tenia de este pasaje es el contraste cntre la algazara brutal de un pueblo en fiestas y la triste agonia de un torerillo que ha caido herido aquella misma tarde. y que muere casi a solas. [Estrnctura] Dos partes se perciben claramente en el fragmento; en la primers se describe, con rapidos y penetrantes rasgos. 134 [Aiuitisis. AparUido a)\. La fiesta esta en su apogeo. Han pasado seguramente pocas horas desde que llorchatero Chico rego de sangre aquella plaza, aliora invadida por la rnultitud. El giro viene cayendo... la rlOChe, reforzada por el complemento desde. muy lejos, pone el marco temporal al Fragmento; se trata de un lentisimo crepiisculo, tan largo quixa como las ansias de diversion de aquellas gent.es, como la agonia del novillcro. Poco a poco comienzan a encenderse las timidas bomhillas dc la plaza; se trata, pues, de un festejo popular. El adjetivo timidas posee fuerza evocadora*. La ptaza ha sido engalanada cart abundantes bombillas, que a esta hora del atardecer se encienden, fragiles y ainarillentas. aun innecesarias para el jotgorio. El autor nos sugiere la violencla de este por el «temor» de aquellas. Las gentes est an bailando. Cela nos habla de su rugido ettsorde-cedor. El sustantivo rugido expresa la animaltdad del festejo, denun-ciado por el aulor con un rigor implacable. Es, ademas, un rugido unanime: el pueblo esta divirtiendose. haciendo mas penoso el abandono en que muere llorchatero Chico (temu). Sobre cl clamor de las gentes se distinguen dc cuando en cuando algunos carrifkises de «Es[>afw cui\i». La locucion adverbial de cuando en cuando nos hace entrever la compctencia entablada entre el estruendo del pueblo y cl de la musica. Se trata dc otro modo indi-recto y habil de sugeriroos aquella violencia populachera; el efecto se refueraa por la vulgaridad de la pieza que, a cortos intervalos, puede oirse. [Aparuulo b)\ El autor nos conduce de pronto a la escena de la agonia. El moribundo no esta lejos: los balcones del Ayuntamiento daran. seguramente, a la ptaza. Por eso. si se produjera la muerte de cuantos alii se divicrtcn podria case sobre el extrafio silencio el latnetilarse sin esperanza del pobre. «llorchatero Chico*. Con esta frase gira nuestra atencicm de la fiesta a la victima. Se trata de una ines-perada hipotesis del escritor. {Que la ha molivado? /Por que se le ha ocurrido a Cela tan grave hipotesis? Hay tras clla, qniza. un coniuso sentimicnto de justicia y de venganza. Peru, nuevamente, lo que podemos imaginar es mas de lo que el autor dice. For lo repctida. parece esta una caracteristica de su esulo. El contraste (tenia) es rapido y violento. Frente a la algazara popular, este lamentarse sin esperama. En la muerte cierta del no-villero insistira poco despues: uiia uo se ha muerto. Hay piedad y temura en el pobre que callfica a Horchauiro Chico. Y el nombre «artistico» de este posee una enorme fuerza sugcsliva: imaginajnos l (5 a! muchachillo humilde, dc oticio miserable, en su peregrinación bacia una incierta fortuna por las capeas pueblcrinas. Toda una lüstorin de pobreza, de ambición y hasta de heroismo nos ha su-gerido Cela con sólo elegír ese apodo para su torero. Una tinalidad evocadora del ambiente social en que todo aquello ocurre posee el sustantivo Ixirriga (con una comaäa en ia burriga. nun no se f in muerto). Es esta una forma popular y desgarrada de designar el vientre. la que el muchacho mismo usaria... de sulir con vida. El autor nos ha sumido. magistralmente, en im clima vulgar de gentes que hablan asi, que mueren sin gloria y se diviertcn sin piedad. I'orque, en efccto, pocas muertes tuenos gloriosas que la de «Horchaleru Chico»: vcstido de luces y inoribundo, e.std ecíuulo sabre un jergon en c! salón de sesioncs del Auuntamienio. Ueva aun el traje que le debió servi r para triuular, para lucir su arle y su gatlardía bajo el sol de la fiesta. Nadie le ha despojado de su atuendo; quizá porque una operáciou ya es inneeesaria, pero quizá también —nueva sugerencia— porque nadie sc ha cuidado de quitárselo. Está ademäs en un jergón -ni siquiera en una caina— y en un lugar negado a toda mtimidad: cl publico salón de sesiones del Ayuntamienlo. En aquella habitación. que hemos de imaginär grande y destar-lalacla, unos pocos hombres rodean al herido: sus pcones y un eura viejo. Nada nos dice el autor de su actitud ni de sus sentiruientos: sólu alude a su presencia: el resto también hemos de únaginarlo nosotros. El medico dijo que volvería. Con esta frase final, tan escueta, tan desnuda como el resto del fragmente, Camilo José Cela insistc en lo inevitable de la muerte dc Eorchate.ro, puesto que el medico se ha maichado sin intervenlr; e uisiiiúa la de.sprcocupación de este. que abandona al muchacho en el instante ultimo (tam). [Conclusion] Hemos tenido ocasión de notár una serie de rasgos may acusados en el pásaje: los lugares, los personajes y sus comportamiaitos son sugeridos y no descritas; se ulilizan para ello elemenlos fonnalcs muy simples. Sólo en dos momeiitos parece que el escrttor torna partldo: al liablar del rugido ensordecedor de la gente y al calilicar de pobre al torerillo. Con ello matiza suficiente-nu'iite los dos t-Tŕlremos del contraste. lín lo demás se expresa con neutralidad. con simplicidad. Para la deseripción de la agónia, le basta una simple eiuimeración, sin adjetivos de indole sentimental, para producir un electa patético. Resulta en extretno atrayente este modo de narr ar. esla. sin duda, dificilisima facilidad. Apéndice para alumnos universitarios i. u. in. Un fru^mento de Alfonso X1 Los sonctos de fray Luis de Leon- Un sonetu de Quevedo1 Piiblkadoťij Ibérida. VI, Rio de Janeiro, 1961. pág;, 97-1 li u i icado en Melanges a la memoire de }ea„ Surrailh, Paris, 1 9M,, pŕks 29-40 ľiiblicado m Papin ,h San Aimmhms. 19Sft, p.igs. I4S-IM) I 11, I IIN FRAGMENTU DE ALFONSO X Tiene razón Gerold Hilty al lamentarse, en su edicion de EI libro cumplido1, del escaso conot imienlo que aún puseemos aeerca del «CÖHtö de la creación de la prosa literaria castellana», Ms obvin que una serie de colejos entre las ľuentes y sus uraducciones o adapta-ciones en las obras de Alfonso X, hubiera proporeionado datos óptimos para la história de nuestra prosa, que es. hoy por hoy. un in menso yerrno, El camino abierto por Mhiím Rosu Lida, al estudiar las versiones de Oidio en la Generai Esloria2, merecc ser contíniiudo y extendido1. lmporta mucho ocuparse del mecanistno concreto de la prosa alfonsi o, por rnejor decir, de las prosas al-Ibusics, sin cuyo dominio nos faltarán elementos de juicio para medir el aleance de aquella empresa -más emomiada que valorada-. y careceremos de puntos de referencia para comprender el proceso evolutivo de la lengua literaria, y la impronta personal que cn él marcaron los eseritores de las centurias siguientes"1. En un sulo aspecto ha podido darse una caracterización precisa 1 Publlcada por lo Real Aeademla Espnňiila. Madrid. 19 54. pág. xxxvn. - «l,a General KsUiria: notas lilerarias v Hlologicas». en RPh. XII (1958), pags. 122-131. Véasc lamhirn A. Badia. "La frase de !a Primera Crónicit C: Rulae.l l.apesa. Históriu de lu Iriupm espaňola, -i." . Sobre Ins supuestos rultnrales que rodean la magna larea de la corle castellana, ha escrilo péginm ríelinitiras Anlétiuo Castro en f/i reatklatt hislňriai de Espaňa (19S4) y en su artiĽuln «Acerra del castellan o escrilo en (urno a Alfonso el Sabio», en Pilotagia Rumania. I. •! (1954). págs. 1-11. 4 Sirvan com« cjettiplo de talcs irnprescindiMes rcferenrias las que bace Maria Rosa f.ida. al estudiar la prosa de /uan de Mena. en su libro sobre esre esrritor. 1 39 SSCSí carlo* s*piWn «^row de la Icngua empleada por la corte alfonsi: en el lexicográfico Y se ha seňalado como la aceptacion de vocablns cotton (helenismos y lalinismos). si bien abundante en los casos de falta de equivalencia castellana, fue contrarrestada por una actitud casticista que sólo puede interpretarse como hostilidad a la innovación. Enťwistle ofrece una prueba aforrunada de dicha actitud. al carear un pásaje de la Farsatia con su version en la Crónica General11: he aquí como han sido sist.emáticamente evilados los cultismos: O prodiga reruin luxuries, nunquam \xiruo contenta imralu. et qaaesiiorum terra pelago cibarum wnbitiosa fames, el lautue gloria nwnsae. (IV. 373-376). O dpsmťsura gastadora de las cosas, et que en comer not alnvulas de pitas uiandas: e tit, fambre glotona. que not ctonple lo que pucdes fallar por mar et pot tierra: e lit, mesa deliciosa. llena de quantas cosas el comedor dernanda... (párralo 100)7. Resultaria muy Lmportante el estudio a fondo de cste sintoma. por si nos balláranios ante una especie de conjura de los traductores alfonsies. Mi intención. de momentn. es más modesta; me pro-pongo cotejar un breve fragniento de la Crónica General, perte-uceiente al retrato de Nerón. con su [uente latina, hi limitado de mi investigación conferirá una indudable provisionalidad a las conclusiones; pero estas no me parecen del todo desdenables, sobre todu como incitacióii a una einpresa que deberia acometerse con todo vigor. las traducciones de la corte castellana suponen el trasplantc masivo de una cultura compleja y organica a un canipo de civilization totalmente heterogenea. Nuestra prosa literaria nace bajo este signo ancilar de servicio a unos conocimienU>s nunca eseritos en romance o. scneillamente, inéditos. Hilty ha hecho ver. muy acertadamentc, que la actividad lingůística y cultural de los traductores iilíonsicN se encuentra Instalada en una tradición castellana mas o menus breve": quierc cslo dear que aquellos no se encuntraron en una actitud adánica. sino que sus actividades tenian puntos de 1 Véase EL A. van Scoy. «Alfonso X as n lexicographer... rn lili. VIII (19-40). páglnas 277-284; y obscrvneiones iniercsantisimas cn las obras citndas de Oliver. iflpesa y Hllty * Ttut Swnlsh Umqumir. [xhkIfcs. 193h. páps. I92-I9V 7 En Ins versos ile Lucano hay. por lo menos, dos voces que ya tenlan carta de naturaleTa rn rl sigln xm: piélaflo (iistida QB el tV//i/a) y fílotia; esta ultima, pot Iradidon cristiann, habia dcsanollado signiiieaeiones que fa hacian. qm/a. Inutilizable eii este texto. Cfr. Cli. Mohnnann. it latin nwtléwl (Caliiers de civilisation medievale). Univ. de •Poitiers. 1948. pág. 279. " Op. (It., pegs, xr.v-uii. referenda inmediatos. Sin emhargo. lo que confiere singularitlad a la cmpresa real es su cohesion, su riqutrza y su audacia, hasta el punto de que no resultaria aventurado afinnar que se hubiera producido con los mismos caracteres, sin la exislencia de esa. a veces. parvisima tradition. La imagen de Alfonso X y su corte como ini-ciadores de la prosa literaria castellana, dista de scr hiperbólica. Nuestro colejo pretendc dar una respuesta. referida a un punto muy concreto, al principal problema filológico que plantcan estas versiones. cslo es, al tie como se tradujo. Nucstros traductores tuvieron que veneer la diiicultad ingente de atribuir un cuerpo lingiiislico e ideológico a un orgam'smo culturalmeute muy distantc. De alii que el examen del modus imerpreiandi alfonsi, tal como se deduzca de los hechos, puede infonuarnos muy precisiimente sobre las posibilidades de la prosa castellana en su momento constitulivo y sobre su capacidad para cxprcs.tr concepciones cullurales aicua.s. Tal capacklad es, por lo demás, funcion de una premisa: la conciencia historka del traductor. En clccln, la traduction, como ba seňalado Orlega y Gassef, es mi movimiento que puede efeetuarse en dos tlirecciones: «o se trae el anlor al lenguaje del let tor, o se Ileva el lector al lenguaje del autor». Ortega, ante estas dos posibilidades, opta decididamente por la segunda: «Stilo cuando arrancamos al lector de sus hábitos linguisticos y le obligatnos a moversc dentro tle los del autor, hay propiamentc traduction.* Se trala de que el lector se encuentre haciendo los «gcstos irientales» del autor traducido. atinque para cllo tenga que ser sometido el idioma al limite de su inteligibilidad. Lb version que consiga nacioualizar la obra extranjera, hasta el punto de que no se encuentren en ella las huellas de su origen. será la traición postulada en el célebre aforismo. Por el contrario, se acercará mas a su inalci-ui/able ide.il cuando lugre que la enneien-cia de los lectores se sienta bogando en tm cspacio nuevo. cuantlo consiga que su idioma parezca nacidti de una vision del inundo tlistinta: la del texto vertido. 1'eio esto sólo puede lograrse a condición de que el traductor posea una conciencia histórica linuemenk* desarrollacla. esto es, de que pueda ver el paisaje total de la obra cn perspectiva. Si no es capaz de contemplar todos sus relieves -los de la lengua y los de la cultura que se expresa por ella— desde la conciencia misnui que los ha producido, su trabajo tendrá a lo sumo dos diniensiones. y la version será un cuadro piano, sólo remotarnente parecido a su modelo. Naturalmente, las traducciones de la corte alfonsi pertcneeen a la clase de las versiones «traidoras». Por fortuna, podriamos " «Mtserta y esplcudnr dt- la traduction", en Obuta tvmnlvla*. V, 2 " ni I9S1 paginas 4.4ÍM49 ' ' 140 141 afiadir. porque su valor eseneial radica en sn capacidad para testi-Bcar de si mismas. Su vision del mundo romano, concrclamentc. es plana y sin perspeclivas; aparece siempre regulada por los sii-puestos estamentales y culturales de Castilla. For lo demäs, se trata del tipico aperspectivLsino medieval. Observcmos con un cjemplo esle tipo de traduction total, en que el texlo vertido se empadrona. con todas sus consecuencias, en la nueva culrura. Cuenta Paulo Orosio que el emperador Cdinodo gustaba de luchar con fieras en el circo: su frase (in amphitheatre Ter is sese frequenter obiecit) aparece asi en la Crdnka alfonsi: Salle cn ell atnphiteatm a las bestias fieras et a bs toros a littiar con cllos et a nuitarbs, cueino otro nwntero qualquicir, que son fechos que. no contiiencn a emperador ni a ray n't a otro princep ni a nincjun oinne bucno™. [.a concreta alusiön a los toros, la comparack'in con los monteros y la consideracidn moral ultima son, como vemos. anadidos del compilador. Paulo Orosio escribe ya lejos de la epoca de Cdmodo: pero ha vinjado por Oriente, ultimo refugio del espirilu antiguo. y, en su mente. la aficidn dc aque! emperador queda aprchendidn en un sistema de valorcs hJstöricamcnte justo o muy aproxjmado. Para su moral cristiana, los espectaculos circenses cran una viva manifestation de pagania. y el no rechaza los gustos de Comodo desde una conciencia clasista, sino desde supucstos estrictamenle cticos: el emperador se rcbaja a una condition iiihumana; y estc hecho iba. sin duda, acompanado en el espirilu de Orosio de coimo-taciones exactas sobre las fiestas del circo. La Cronira General rodca la nolicia de otra atmosfera bien distinta; a las fieras se anaden los toros, con lo que el texto adquiere un matiz local; no parece existir en el interprete la menor vivencia de un circo antiguo: el antiteatro ha sido rcrnplazado por la plaza pueblerina: y la conciencia moral ha dejado paso a un prejuicio estamcntal. IjO que al traductor le parece reprobablc no es la degradacidn pagana del emperador, sino el que se comportase cucmo un monlcro quulquicrc: no el que se asemejase a una ficra. sino el que se codease con rnenes-trales. Paulo Orosio censura un acto pagano: el traductor del Key Sabio, una falta de eliqueta. La reduction no puedc sei mas tiara. Si esta ausenda de tomunitaeiön cultural se producta con rasgos tan acusados, podemos sentenciar a priori que. en el hecho material de la traduction, existe identica falta de penueabilidad. Lo cual, sin embargo, no es una opinion recibida; se afirma. por el w Jvduec cstos lextos M. TMdal. Primcra Crimlca General, png. i ■ e.mio e,cniplo de la ampltflcadön que se ohserva muchas veccs en Ins versiunes: -Cuaiul.. mas dh«vhol£ PtVsiona Iq imaVm^Uindel rompilador. masmu.de es«nurnim^nünnHvnsarbltra.k*. ], Li„ ,1,. ,;,|,,„d„ nl relalo may.)! Hve/.a y clicacla.» S-vnn ,krim partti- naher al^" mita que una simple Inlennuii plastica. eiiniis n conünuaciini. contrario, que las versioues regias se einen fiebnente a los textos originales, y se asegura que las ampliaciones y exeursos obedecen a ese pujo de fidelidad". El analisis de un brevisimo fragmento no puede damos apoyo para desechar esta inteipretaciön cualitativa de la prosa nlfonsina, que hemos de suponer apoyada en sobdas razones: pero quiza promueva algima sospecha sobre su valor absoluto. Como es sabido, Suetonio Iraza un tuadro vivo, anitnadisimo de las andanzas de Nenin, mueito poeo antes de nacer el. que cons-tituye la fuente principal del conocimiento que hoy poseemos del extravagante emperador. El texto de Suetonio fuc abreviado por Vicente de Beauvais, en su Speculum historiale. y dc este fue tornado por los eompiladores de la Crdnica General11. Nuestro totejo va a lunilarse. como he sefialado, al retrato del fanioso personaje. Beauvais refujide o suprimc ciertos pasajes que debieron parecerlc menos signifitativos. He aqui el texto caslellano y su fuente: |I) Este Sero era mesurado de eaerjJOi ni mug grand ni mug pe-queima, pero auic.lo todo Ueno de manzlcllas et de mal olor: [HI] (mir los eabellos castannos et la cara fre-masa mas que dc buen donaria; [IV] no aide el uiso r.laru, ni uege. bien de los oios: [VJ la ceruiz aide delgada. et el uientre cotgado. et las piernas mug delgadas. [VI ] Seyendo ninno aprisiera todas las siel artes; [VII] ft desque se partio daquel estudio Jue may sotil en assacar de suyo cosas nueuas; [VIII] assi que trobaua mug de grado. et fazielo sin tod aljan. |IX| E fue de pintar muy maestro a inarauilla et de fallar de nuevo /nuchas pmturas,,. Ilic fuit statura paene ius-ta, corpore maculoso et foe-tido, capillo sufflauo, uultu pulchro map is quam uenus-to; oculis ceslis et hebetio-rlbus, ccruicc obesa. uentre proiecto, gracillimis cruri-bus. Liberales discipllnns omnesferepuerattigit. auer-sus a Philosnphia. ad Poe-ticam pronus, carmiria libcn-ter et sine labore compo-suit. IIa bu It et pin gen di fin-gendique maxime non mediocre studiumM. " Asi. por ejcmplo: «Kl compiladur, tratändose de l'urnles latlnus, exiKXie con amplitud. y a menudo intorpreta y borda el texlo que siguc: no traduce, sino que dtttmr, y esta no solo en los textns lacönkos de suyo. sino cn todos. haslü en los poeticos. {lay por parle del compiUidor cl desoo de no dcspeniieiar cl miis ininimo mati7. embe-bido en el significado dc las prestlgitwas palabras latinas que tradiue», Menendey. Tidal, ibid.: «\a versl.in de Ovldlo en la General Bstpria es una version amplification.i. pert, tic nil tut Ii I mmlu por simple pujn retiirieo. siuo om.i expresiiin forzosa del di-dncttsmn y realismn raiinnalistn que pirsiilen a la cimiepciiin dc tmia la nlira. Alfonso quiere traer al caslellano toto lo que dieni en sus lenRiias respectivas las fuentes. y por eso no escatimn palabnis». M. K Uda. Iji Genera!.... paps. \22-12). " Gfr. R. Menäulcz I'idal. i/'iiL pag. xxxv. Sinio segurammle de iiiterniediario BemardO dc Brihuega; cfr. M. C. Uiaz y Ifiaz. «la otna de Bernardo de Brihuega. colabo-rador de Alfonso X». en Strenae. piigs. 145-161. " § 172. 14 Npinifiim iiisfmin/r. Ilbro IX. cap. I; dlo por la ed Dvactl, lb24. päg. 322a. 142 II I La literalidad de la traduccion pareee evidente, si se recorren (nii una mirada rapida umbos textos. Ubservaremos en seguida que los puniienoics no lo confirman. La primern fräse del original laüno aparece vertida con un sentido diametralmente opuesto. Mientras aquel informa de que la estatura del emperador fue easi la media, y de que, por lanto. sc aproximaba a la normal sin serlo. el traduetor asegura que Este Nero era mesumdo de ciierpo, y lo confirma afiadieiido, ni tnuy grand ni mu>i peauenno. Se hace forzoso pensar en que el manuscrito que le servia de modeln habia omitido el adverbio. El hecho en si carece, pues. de importancia. Iii t-l piano lexien, no se ha intentndo ndaptar statura, cuya incorporaeiön a nuestro idioma pareee bastante posterior15; su nocion se ha expresado con un adjetivo acotnpanado de un com-plemenlo nominal limitalivo. Pcro lo rnas inleresante que este primer Iiiijznii-iiio ofreee es la amplilicaeiön o dilatacion, por lo mal una fräse de senlido pleno se hace segutr de otra que repite su contenido: sc (rata de una expnliciön, del fipo «eamdem rem dicere, sed commutate». No scrä preciso que nos extendamos sobre lo caracteristica-mente medieval de este procedimiento retörieo. el mäs constante de la lengua literaria durante muchos siglos. En el breve fragmento que analizamos, habremos de encontrarlo mäs de una vez. jDeberemos interpretarlo conio un deseo de verter hasta la ultima gota lo que dice su modeln? No pareee suluciöri plausible, por cuanlo la «ampli-ficatio» aparece en casi todas las obras medievales. sean traducciones o no lo sean. Hay que pensar en una Ibnna mental expresiva sui gateris. y. por supuesto, cn dcliberados efectos de ritmo, a los que en seguida aludiremos. Corpore maculosa et foetido se tniduce por pero auielo lodo Ueno de manziellas et de mal olor: Suetonio (el Belovacense transcribc aqui llteralmente) va yuxtaponiendo los trazos de su retrato con una sintaxis sincopada, agilisima. mediante comple-uicnlos en Eisindeton. El «tempn» intemo de esta prosa carente de uexos es sumamente velra. lengua castellana se eneuentra aün dun Juan Manuel cnsayarä pronto nuevns anduduras— incapax de seguir este galope, esta enumeraclön tan räpida, y el traduetor busca la reposada mareba de las oraciones predicativas, eon un aide repetido y monocorde: y las frases se van sucediendo con su debida distensiön. El efecto, cn compntaciön con su modeln, es de cxlremada lenüuid. La fräse 11 sc liga a la anterior con una adversativa inexistente en su original. La razön pareee sencüla: el traduetor ha sentido \a neces'idad de conegir cn seguida. con notas despresügiadoras. AM, la eualidad normal -la estatura— que acaba de reconoeer en Nerön. Faral scftalö cömo la descripeiön ü el retrato careeen, en la Edad Media, de objeüvidad; la funeiön que se le asigna es esencialmente afeetiva: o el elogio desmesurado o la censura despiadada "\ Se estableee. ademäs. una correspondencia rigurosa entre las eali-dades del cuerpo y las del alma17. Geoilroi de Vinsauf esboza un progrania. concluyente: «Cum luquimur de aliqua persona proba uel mala {...1 debemus de persona proposita talia proponere quae conuenienter nttribuantur eidein personac»18. Nerön. el gran per-seguidor de los cristianos. el vicioso desenfrenado, el destmetor de Roma, eaia pnr derecho propio del ludo de aeä de la disyuntiva. Algimas noticias positivas que de el nos proporciona Suetonio en su retrato —que gozaba de buena salud. por ejemplo. hasta el punto de que, a pesar de su vida desenfrenada, solo estuvo enfermo tres veces en catorce anos'*— han sido previamente omitldas por Heauvais; la buena salud, que para Suetonio era compatible con el vieio. deja de serlo en esta epoca paradigmätka. y polar, que acuimilarä sobre Nerön las mäs pintorescas cualidades: se dirä. por ejemplo. que era bizco, zambo. hemiailu. chIvo20... A nuestro traduetor le aeudiö solo a la pluma la conjuncion correcliva. Las reslanles frases que integran el periodo van a sucederse en asindeton (si bien tnterionnenle equihbradas); al tolaborador allönsi le pareciö, quiza, que era esta la estruetum tnäs pröxtma a la veloz sucesiön de COmplementos que figura en su modelo. En cuanto a los vocablos. hallarnos Iraducido maculoso et foetido por Ueno de manziellas et mal olor, con una lidelidad literal que. sin embargo. no oculla la aplicaeiön de un proeedi-mieiito muy corriente del «ornatus» medieval: la «conuersio». Quizä el interprete no tuviera mas reiiierlio que tisarla, por no hallar un adjetivo equivalente a mueulosus; para foetidus. en cambio, disponia de fediondo, yix cmpleado por Herceo. En cualquler caso. el hecho de que luego vuelva a insiülir en recursos pareeidos nos permite sospechar que su häbito retörieo le conducia naUiralmente a la «conuersio». Este reeurso de la prosa lallna podia aplicarse, dentro de las complcjns prcscripcioncs de la «uariatio», al rraduclr a otra lengua. Vinsauf explica asi el procedimiento: «Sicut enim conuertimus uerbum in sustantiuum qutxj significat rem illam ad i. Karal. Lea arls pottlintes du XII et tlu Mit sikle, W24. pa«. 76. " Cfr. Maria Rosr I.ida. -Notas wbre el IMno de Rucn Amor«, en RPH. II (1922), pögiiia 122 y ss. '■ Apiut Fnral. päg. 118. ,q «...ualrtudlm' prnsperw: nam liixuriiii' Immodcratissime csstt. ter cimntnn per (iiialluorttccim annos langiiil alque ut tu'qut- uiiio BtSfX ennsuctudinc rcliqua atsUruTCl". l'Oc alt» aiminim. Ii.) ^ " Cfr, E. K. Cnrtliis. lileratirra ettrapea ii html Media Uniint (Irad. de M. Vrenk i/latorri' y A. AlatorreJ. II. Mejlro. 1955. päg.'581. 14S quam pertinct uerbum. ila dcbemus cnnuertere adiectiuum in sustantinum quod pertinet ad rein illius adiectiui. Verbi gratia. debcmus conuertere hoc adiectiuum albus in hoc sustanliuiim a Ii b ed o. hoc adiectiuum p u 1 c h er in hoc sustantiuum p u 1 c h r i t u d o, hoc adiectiuum Ca cu udus in hoc sustantiuum facundia et sic dc similibus»21. El fragmento III reúne con una copulativa los cornplemcntos capillo sulTlauo. uultu pulchro magis quam uenusto: auie los aújelhs castamm ft la eŮW ircmosa mas que de buen donario. íPor qué aparecc la conjunción en la versión castellanař Keleamos: I mesurndo de cuerpo-ni trnut grand ni muy pequcnno: II llmt) de mtuizicllas-ei de mttl obr; 111 auie los cabelíos castatmos-et la cara fremosa; y. en el fragmento IV. no auie el uiso claro-ni ueye bien de, los oios. Esta estructura binaria, reposada y estable, se repite demasindo: no podemos atribuirla a azar. Al traductor no le ha escapado. con toda seguridad. la cvidente intención ritmica dcl modelo y, ante la imposibilidad de reprixlucir algo parecido en su lengua, ha optado por establecer un rilmo que restikaba mas iamiliar a sus hábitos retóricos. los miembros de la descripción no quedan nunca suellos. sino que aparcccn en parejas o. como en el fragmento V. en agmpacioncs leniarias. Las cstnifturas binarias se consiguen unas veces medianle la union de dos términos hetcrngéneos (ll.ll: otřas desarrollando la oportunidad que ofrece el originál (11); y si ambos recursos no son posihles. cl traductor no duda en apelar a la pura expolición. como ocurre en l y en IV. Dániaso Alonso ha seňalado cómo la bimembración es ima constante de la prosa áurea: «En la expresión literaria -dice- no todo es movimicnto que sale dcl pensar para ii a dar a la forma exterior, sino que anlici-paciones dc esta llegan a nmldear el pensamiento» Como advierte con juslcza, lal modalidad rilmica puede hallarse en la anLigiiedad, en llalía. en otřas liLeraturas; y no olvida el precedente pos" >'Inventár, hallar'). Hoy. dicha relation está ampliamentc aceptada, si hicn sigue pareciendo inverosunil a ciertos lingüistas28. Pensamos que este texto de la Crónica puede contribuir a hacer más plausible el camino "inventár tropos' > eneontrar'. Y las cla ves que para ello ofrccc, son, precisamente. desqtw. y assi que, Nerón había apraidido de niňo las siele artes: ei desque se vtirüo daquel esludio. fue muy sotil en assacar de suyo casus nueuas; assi que ttohiua muy de grado. El abandono de las diseiplinas liberales y ei sacar de si cosas nuevas, esto es, el inventár, se presentan en el lexto como acciones sucesivas; esta relación no figura en el modelu. ^Qué sen tido puede tener este categórico planteamiento de la sucesión o continuaclón que existe entre dejar cl estudio de las artes y la invención (assacar de suyo)? Hallaremos, creo, la respuesta cn la concepclón metlieval de la sabiduría. las artes liberales con-ferian un saber ritual que terminaba con la asimilación de dcler-miuadns e inallerables conotimienlos. Freute a ellas, el sacar de si «cosas» nucvas constituia una actividad de nueva estirpe. El interes del pásaje alfonsi reside en la contraposición entre dos actitudes posibles del espiritu: una receptiva -el estudio-, y pro-ductiva la otra: la invenciou, Y puesto que Nerón lue capaz de esta, se sigue una consecuencla: assi que trobaua muy de grado. Existe. evidentemente. en el traductor alfonsi una forma mental que favorece, dentro de las posibilidades semánticas en pugna, la que [Histula el paso de 'componer tropos' a 'hallar'. La dificultad de la ampliation semántica que supone, se abrevia muchu pensando que el tropo no se reducia sólo al ámbito retórico. sino que se ins-cribía en un espacio más amplio: la música. cuando menos, En tui mundo sapiencialmente inmóvil como es el medieval, la variation, cl hallazgo estaban reservados a estrictas minorías, las únicas capaces de *tropare. Era esta una via normal por la que, en Francia, Catatonia e Italia, podia ose verbo proseguir en una trans-fonnación semántica desde su significado originario de 'couiponcr J* Vrasc 1« iimpliH expiirtóoii «Irl prut ileum haw Coromiiat^ MĽL.C, s. v. trom: 150 versos medtante tiguras*. pasando pur 'componer toda clase de tropos', hasta 'inventár' y 'hallar*. La proximidad signilicativa entre trovar y hallar de nuevo, que pareee fundamental para ex-pliear el proceso, está garantizada por este pásaje de la Crónica General. Esta pcxjueŕta cala que, en el estilo alfonsi, venimos realizandu. deberia extenderse cn proporciones incompatiblcs con el espatio que nos hemos fijado. Pero, antes de poner punto final, creo conve-niente llamar la atención sobre otros puntt>s de interes. Suetonio, dando curiosas noticias sobre los felices comienzos del emperador. informa de que grauiora uectigalia aboleuit aut minuit2,>, frase que se vierte asi al castellano: los grandes fmhos m que se. agrauiauati las tierrus, tmlos tos Wllio et amenguo la mayor partida dellos. EI neutro grauiora uectigalia se somete a amplification, atribuible en principal a la necesidad de (raducir el texto a una «Situation» castellana. Pero iijěmónos en que, de grauiora, ha salido agrauiauati; se trata de otra «conuersio»; el colaborador real, aim cn trance de ampliar para hacerse comprender, no abandona su pretx'iipación retórica. El fragmento es, sin embargo, más interesante en su segundo miernbro, que posee una extraria alteration logica, un sinsentido: todos los tollio et amenguo la mayor pallida dellos. El orden en Suetonio es impecable: o abolió los impuestos o los disminuyó: su traductor no siente empacho. tras asegurar que los quitó IíkIos, en afirmar que «amenguo» casi todos. Aludiremos en seguida a este significativo cast). A continuation, narra Suetonio dos aneedotas, que copia asi el Bebvaeensc; Cumque de supplicin cuinstlam ca pité dam-nati tit ex more subscriber et admoneretur: Quam uellem, inquit. nescire litteras. Agenti gratias Senatui, res-pondit: Cum meruero. En la Crónica, leemos la siguiente interpretation: Quatido iudyauan alguno a nmerte. yl dizien que es-niuiesse el su nomine rn la sentencia cuemo auie.n costumbre de. fnzer los otros emperadores, dizie: «Dias, quanta qiierria no saber letras nin-gunas.n E quando los senadares le dizien gracius por alguna cosa que les promeüe, dizie el: «quando lo mereciere nie las daredes». \a traduction, como puede verse, está sumamente ampliada, y presenta rasgos que valdria la pena examinar: asi, por cjemplo. la version de Cum meruero por quando lo mereciere, tne las daredes, que aňade una apódosis para establecer el consabido equilibrio binario. Pero el fragmento interesa priricipalmente como testímonio de tma mentalidad estable y tipilicadora. En las anécdotas roritadas por Suetonio, impdt y respondit aluden a una sola ocasión: una vez dijo Nerón Quam uellem..., y otra respondio Cum meruero. A.si líeauvais; en Suetonio, aul: aboleulL, aul „ listos indetinidos se hacen üaperfectos en la Cränica, con lo cual (1 indicc signiticativo que poseen en la elopeya se desvanece por completo. Evtl el historiador Satin« son muestras, indicios, de hl sensibilidad del emperador por aquellos anos de templanza. La anmlnta, COQ todo In que comporta de finura espiritual y dclicadeza. licnc valor en la medida en que es i'inica. en que se retiere a un trance concreto, t'tiando el comenlario o la respuesta se hace hahitual dizte—, se pierdc su esencia y se convierte cn rito o mulehlla sin significacirin o con olra significacirin. Eslamos ante un caso claro de acromn, de reilucckin a superficies continuas y vagas de lo que. en el modelt», son punlos y lineas bien detinidos. La repeticirin, lo continuado. lo informe. son indicios evidentes de un radical cambio de mcntalidad, de un sallo entre planos de escasisima tangeneia. Es tan breve el fragmento y lan räpido el anälisis a que lo hemos sometido. que resultaria desproporcionada toda conclusiön con pretensiones de valor general. Limitändonos. pucs. ;i los hcchos observados, aparece clara una invencible -y esperable- dificuJtad comunicativa entre la traducciön y su modelo, patente, por ejemplo. en la imposibifidad manifiesla de adaptar su ritmo. sustituido por una estructura predominanreniente biuaria de los periodos ora-cionales. El movimicnto estilistieo del original se sustituye por otro radiealmente clisiinlo; para lograrlo, sc apela a las reeursos mäs tipicos de la «expolitio». Pueden delatarse otros expedientes retö-ricos, como la «conuersio». LxlsU:n del'ormacioncs v malas traduc-cioncs del texto latino, cuyo alcance es imposible detenninar; en cualquier caso. algunos son indicios de una reducciön de las connotaciones espccificas del modelo, al nivel del «Status» castellano. Como (al puede interpretarse igualmente el casricismo del lexico. Ilemos atlvertido tambien (totlos los tollio et ainenguo la mayor pCOÜda tlcllos) un signifioativo caso de hysteron-prolcron, que no paede sei inlorpretado como un nuevo error, sino que admile una explicaeiön muy semejante a la del uso de expoliciones tautolögicas. No escatimar palabras puede servir para tlecirlo Lotio, pero tambien para decir las cosas con melius precision. En nuestro lexlo hay sobreabundancia. exceso de palabras. Sc trata, cvidentemenLe. de una neiitud mental ante la narniciün que no puede ser medida desde supuestos posteriores. En aquel extraiio hiperbaton, asi como en la mayor parte de las ampliticaciones retöricas. la palabra sufre en su literalidad. cn su funeiöii peculiar dentro de la economia del diseurso. En vez de l'undar una rigurosa rclacinn eontextual. de progreso lineal, contribuye a constituir un piano en el que se halla mäs suelta, menos rigurosamente vinculada al contexto; ese campo, definido por lensiones llojas, infomia grosso modo y no con la pre- cision que resulta de la coneatenaeiön lineal de la Grase; por cllo. el escritor no ahurra palabras. no escatima reluerzos y reiteraciones. no se eine a las exigencias lögicas de la narraciOn. En vez de una linea narrativa. crea im espacio mäs suelto y menos preciso. El lector de la fräse todos los tollio et amenguo la mayor {xirüdu dellos, pereibe una comunicaeiön ditusa, basada en dos notas centrales, (ollio-amenguo, a las que vienen a superponerse amwnicos de refuerzo: todos—la mayor partidü; este ämbito iluiiiina sobre la compatibilidad in forma tiva de las palabras. Hay una especie de «impresionismo» comunicalivo. un claro predominio del cromatismo sobre el dibujo. De antemano sabemos que este rasgo no caracteriza ttxlo el esUlo de aquella corte lileraria"1: al comienzo de esle trabajo hemos hablado de las prasns alfonsies. F'ero no tue parwe desdciuiblc su Observation, sobre ttxlo pt>rque da la medida del esfuerzo de otros pasajes en que se procede de otro modo, y conliere relieve excepcional al grau escritor que, postcriormente. plantet) la batalla de un mtxlo deliberadu a estas lormas de expresiön; me reliero a don Juan Manuel. Vcusc un cjanplu rte rigurusii pmtMuu i'n Upcsii. ujj. rit.. pugs. Wi'Mro. 152 153 II LOS SONLTOS DE FRAY LUIS DE LFÓN ffcVi el presente trabajo sc comentan bs cinco sonetos que se am-servan de fray Luis de. Ltóti Cojho en é\ sab se of reue el texto del primero. , reemos conve.niente irnprimir los olros cuatro, para ipie el lector pueda verificar las referencias que a ellos se Innen. Seguimos el texlo estable-cklo i*ir Oreste Macri. La poesía tle Iŕay Luis de Leon, Salamanca, Annua. Il'70.\ 10 0 Älargo enfenno el jmso. y vtielvo, cuanto alargo el f*is», atrds el iwrisamienta; na viwlvo, que antes siempre mira atento 1a causa de tni gozo y de mi Hanta. Alli estoy firnxe y queda. was en tanto Nevada de! contrario movimiento, cual hace el cxteiulido en el tonnento, padezco ficra mal. fieiv quebranto. En partes, pues. diversas divididti el alma, par hu'u tan cruda penß, desea dar al such esios despajos. Cime, suspira y Ibra dividida. y cn media del llorar sólo esto suenn: -tCuánda volwré. Nise. a ver tas ojos? 10 Agora can la aurora se Icvanla mi Luz: agora ägp) en rico nudo el bermosa cofo'llo; agora el crudo peclia cine con oro, y la gargantti; agora vuelta al cielo, pura y sonta. las manos y ojos bellos aim. y pucio 10 154 dolcrsc agoru de mi mal agudo: agoca iticampaiable larie g canta. Ansi digo y. del duke error llevada, presente ante mls ojos In imagino, y Ueno de humildad y amor la adoro; mos luego vuehc en si el enganado änimo y, conocienda el desalino, ia rienda sueltu laryumenlc al Ibra. IV jOh cortesía. oh duke acogimiento, oh celestial saber, oh grácia pura, oh, de valor dotado y de dulzura, pedití teal, honcsta pciisamienta! i'O/i laces, del amor querido asiento, oh boca, donde vivc la hennasura, oil h«bf« sucwi'simo, oh figúra angelical, ah mono, oh stdiio acentol Quien tiene cn sob vos atcsorado su gozo y vida idegre y sit consueb, su bienavcnttirada y r'tca suertc, cuando de vos se viere destcrrado, ;ay!, čqué le quedard sino recelo, y noche y amargor y llanto y muerteP V Después (}ur no deseubren sa Lucero mis ojos lagrimosas nochc y dia. llevado del error, sin vela y gma. navego par un mur amarga y ficra. El desca. la ausencia. cl carnicera recclo, y de la tiega Jimtasía las oíds mas juriosus a parfia mc tiegan al {leligro poslrimcro. Aqui una voz me dice: cobre aliento. seňora, con laje qae me haliěis dada y en mil y mú maneras rťj;eíir/<>. Mas: «.<>Cuanto desta atíú llevado ha el viento? respando: y a las olas entregado, cl puerío desespero. el hondo pido. La existencia de einen sunetos amorosos entre los poemas indis-cutiblenuiii«' atribuibles a fray Luis de Ijeon, ha sido continuada ocastón de molestia entre sus esludiosos. euando no de eseándalo. I-Iubo quien llegó a motejarlc de satira. Iii necesidad de justifiearlos liizo que A. Costcr. cn 1919. los considerara como simples Ira-ducciones y. por tanto. como «oeuvres impersonelles» 1. Olvidaba. quizá. que. entre ellos. hay uno, Agora am Ja aurora se kvanta, colo-cado por Menendez y Pclayo entre «las cosas más bellas y delicadas que hay en castellano»2 y, como tal, introducido en el austero panteón de sus cien mejorcs poesias. Por desgracia, los supuestos modelos n o apareeían. y la entita luisiana tuvo que hacer correcciones. Asi, aun insistiendo en la idea de la tradueción. el padre Zarco Cuevas asegura que fray Luis quiso probar la flexibilidad de nuesi.ro idioma en el género amatorio (como si no estuviera ya sufícientemente prohada), y que esas obrillas no responden «a gustos y deleites paladeados, sin contar con que entonces el pensamientn se ostentaba más libre y, si se acepla la frase, menos hipócrita que ahora»': motívu este ultimo demasiado sugeridor para un espíritu cáustico. La falta de modelos condujo a interpretar estos sonetos -no era nuevo: Mcnčndez y ťelayo lo había hecho ya- como Imitaciones: «imitaciones directas Uel Petrarca» -sentencia el padre Llobera-, «aunque no es ľácil empresa [?] el definir sus fuent.es exactas enlre los 317 sonetos y demás poesias del cantor de Laura»4; «imitaciones de algunos [poemas] de liembo y de Petrarca», afirma el padre ľťlix Unna*: ■■de inspiración y lonu mareadamenle pelrarquisla-, asevera el padre Vega". Otros criticos, ton evidente error, intentaron quilarles importancia: «FJ artilicio resulta tan visible» -expliea el padre llornedo- «que se vislumbran ya los extravios del pregon-gorismn de Seniphin d'Aquila y sus numerosos discipulos*7, Mas no bau entrado por esc Camino los criticos agustinos. dispueslos a salvar ha sta eslas aparenles migajas de su hermano en religión. Asi. para el padre Garcia, aunque tales poemas no traduzean nin-guna verdad sentida por el autor, acertó esle a ^interpretar en verso castellano la inšpiráciou de otros poetas»*: y, cn la niisma linea, pero ebrio ya de entusiasmo. el padre Vega alribuye a estas poesías 1 «Notes piHir unc ňlttUxi d» počsles de Luis dc Iŕón... m Hli. ucw (1914). pég. 229. ■ í/iuihím ni /-.ííjxmm, VI, pag «Ii. Jtibliugruliii Hispanu-LaHim Ľlás'tcti. Kdk-iun Nurlonal 1 Kdiniim y Cnltwa. jimii>-|ulio (I92X). pag. «W. 4 Oíjrnv pn'liiii.v dt frog /.nív iír Ml, II CitrnľH. I'M t. pug. St)8. * «Oliras COtnpfetafl (.'íisldliiniis dc Iniy Luis de Lrón», iti BAC, 2." edition. Madrid, 1951. pág. 1 * Pik'.vkiv dr frrtif Ijiís dr hvn, Sudu, M;nlrld, 195 S. pag. 4S. ' Apwl Nohra. ■',>. ľ«„ II. pŕips. SUH-S04. " Im: cti. «una perľección superior a las mismas de Petrarca y poetas ťoscanos de su tiempo»1'. Ya desazón no puede ser más patente. Cnster. cn 1921. propuso una explicacion, poco afortimada en verdad, para justificar algunos de estos sonetos, que, según él, consistirian en simples aleyoruis'": Nise. su deslinataria. séria im trasunto puéticu de la Virgen Maiía. La tesis era irunquilizaduia. pero no ha podido abrirse camino: los padres tíarcia" y Vega12 la rechazan de modu explicitu. Iji Li misma linea que Costcr, aunque sin eomprometerse en la definiciún del conlcnido alegórico. K. Vossler eseribió acerca de los inquietantes sonetos: «El platonismu Haliaui-zante DO puede ser puesto en duda aqui, yr sin embargo, la imila-ción debió ser sólo formal y externa, mientras el sentimiento que se esconde en el fondo de tndos ellos es muy dislinto. No es una niujer amada corporalmente la que es espiritiializada y sublimada cn un piano supraterreno, sino más bien que el poeta da a su nostalgia de las alias esferas esplrituales las Gormas galantes de un enamorado homenaje sin esperanza a la inasequihle Nise. Lina eniociiín suprasensible, aun imprecisa e Incterta, le lleva a las ideas e imágenes del culto pelrarqucsco a Laura. El grau motivo religioso que inspira y domina la poesia de fray Luis en sus aňos de madurez artistica. se anuncia aqui de una manera tünida y vergunzanle, en forntas eslilislicas extraňas, a las que no puede adaptarse. y en las que el gran alma del poeta más bien pareee encontmr un disfraz que una libcrncion»1 *. Est a explicacion liene el grave mconveniente de que enjuicia. a la vez. todos los sonetos. sieudo asi que. como veremus. hay entre ellos muy hondas diferenclas dc coneepto e Inspiration. Pero es válida y aguda la idea de que Nise es. en ellos. el simbolo tciiipiauo de una nostálgica apetencia de inllnllud, más larde resLielta de otrn modo pur fray Luis en los poemas de madurez. La penetrante Interpretation de Vossler no pareee naher tenido ninguna acugicla. salvo por parte de Oreste Macri'4. La ultima referencia a estos sonetos que conocemos. son las siguicnlcs palabras de Parnasu Alnnso: <-Son pelrarquislas. si, pero no tienen fuente próxima conncida. Uns de ellos. en eSpedäl, sun bcllisimos. Podrian planleamos prnblemas desasosegantes. íCómo se expliea ese dclicado sentimiento erótico cn alma tan sincera y siiiceramentc vertida a llios como la de fray Luis? jAfaso no hay que ver alii mäs que im puro juegn literario?'\ Es gran lástinia - Uh: dt. '" -Kruy Luis .It- Iron-, en Ml. uii-uv. 1421-I-J22. " Op. lie, p^. l4Kd ii. IJ (>j», (II.. p;it>. Sfi7 n. 11 (Till/ Luis itc iron, tred do C. lldvcnu. f«l Austral, l*J4ft, pag. W). 14 Cfr ('ni;/ Iai'ih rsir. Sajistmi. t-'lorenda, 1MS0. pig. 220. w Vidii prv.fl'it lie fray Lu& ile Uim. lltiivpisidad dc Madrid. fc9S5, pap t&i 156 ■157 que el maestro no haya aplicado sus potlerosas dotes analitieas a est e misterio. La cueslión eontiniia, pues, cn pie, Los sonetos amorosos no encajan en la Unagen casta, preocupada, dramática, que oľrecc el autor de las ndas. mstinuvamcnte. nos rcsistimos a concederles la más minimu mnlivaciön biográfiea. Por otro lado, no putlemos interpretfirlos como meras traduccion.es. ya que carecen de modeln conoddo. La alternativa de que scan imitaciones no resuelve la incognita de cuáles fueron los moli vos que impulsaron a su aLitor a imitar. Por fin, la interpretacion alcgórica se encuentra privada. en muchas ocaskmes. de vías para acceder a ella desde la rcalidad de los poemas. No parece ha ber clave para transitar por este labe-rinlo: y. sin embargo, ha de existlr. Comencemos por la tarea más simple: leer sin prejuicios el primer sonetu. Convendľá tenerlo a la vista1 *: Amor cäsl de. un vucio me htt encumbiado adonde no Heyo ni el pemamienta; mas loda esta grandczo tie content) > me turba, y entristece este cuidado: que temo que no wnga derramio a! suelo par fallarme futulamento: que lo que en breve stife e.n alto asicnto, sueie. dvsjalleeer aprestavdo. Alas lucgo me consuelti y asegura el ver que soy, seňora Üustrc17, obra de vutistra sola grácia, y en vos f/o: porque consmwéis vuestru hechura, mis faltas suplhéis con vuestru sobi a, y vuestro bien bani durable el mit). Se ha ľracasado, hasta ahora, según hemos dicho de todos los sonetos, en el in tento de hallarle una tuen í e inmediata. Se pensó inirialmente en el CliXVUl de Petrarca, que empieza Amormi manda aquel dolce. pemh>ro]*; pero tal aproximación Tue rechazada. con toda justicia, por Vossler. que estableció, en cambio, su relación lh Cito pilr la eitlcirJn úc Maťri: sólo altt-ni algimiis slgniw ortográhťios " G padre Vega, op, cit., pag. Shľ, purium: ť t wr íp/ť Wg, seňani. ItuSire uhru; v rechaza la tec'tiira de Maori, coiticldnite am Merino, Lbbcni y F, Gattia, sin dud», resnnaha en Ins nidcis de fray Ujís el farnosii verso de Garcllaso Itintrŕ ij hmnosisltna Murin, que lamas ruiellas dejó öl la parda cspaflnla da los stgUw XVI y XVTl: cfrj. M Aliin Tesán, oľorluníi íle tm vrfsň uradí asi ano». en HFE, XXVH (1943), pags, 77-82. '« ťír. Uobern. op. fit.. II. pág. 5)0. con el CCCII1*. Oreste Macri conlirina y aprieta Lal relación, dl-rtendu del soueto luisiano que «ě un'iin.itíutionc. pili interna che estema»™ del mismo. Dada la autoridad de umbos hispanistas, convendrá examínar, atinque sea somerainente. esta přesun ta iniilación; dice asi el soneto de Petrarca; U-vammi i! mio penscr in pane ov'era que.Ua ch'io cerco r; non litrom in terra; iví, fru hr ehe 7 tetio cerchio sena, la rividi piú hella e meno altera. ľcr man mi prese e disse: «hi quests s[sera sarai ancor nicco, se 'i desir non erru: ľ son con eolci che ti die 'tanut guerrá, e. compiei mia ßiornata inanzi sera. Mio ben nan cape in intelletto umano: te solo ttspetto e, quel ehe tank) umasti e lá giusa é rimaso. el m'w be! vdo,» Delt perché tacque et ullarga la mono? Ch' un colosal esfuerzo de origi-nalidad, afirniado contra el pctrarquismo ambiente. En el caso concreto de estas cinco poestas, asistimos, evidente-mente, a un episodio pasajero pero interesantisimo de la historia del artista en busca de si mismo. «Las escriruras que por los siglos duran -afirmö-, nunca Ins dicta la boca; del alma salen, adonde por muchos ahos las compone y examina la verdad y el cuidado»3\ Aquelkis sonetos, por muchos que sean sus encantos, estaban dictados por la boca, sin el examen del alma. Y cl amor humano se borra pronto de su obra, a medida que otras preocupaciones se implantaban en su espiritu: »quanto augctur spes videndae illius qua vehementer aestuo pulchritudinis, tanto ad illam totus amor voluptas convertitur»,fi. podia decir con su maestro San Agustin. Y la misma poesia erötica, que habia defendido diez o quince ahos antes. se le hace aborrecible: quienes la cultivan -piensa desde la altura de IjOS nombres de Crislo- debian ser castigados como comjptores de la poesia y de las costuinbres; la poesia, dice con severidad, es solo un motor que conduce a Dios, y cuantos la per-vierten con temas de amor humano, «corrompen esta santidad»,7. iQue lejos estä ya su espiritu. con el padecer verdadero de la cärcel, con las angustias del desterrado del cielo, de aquella transitoria y gräcil curiosidad de juventudl Y pasajera fue lambien la tentaeiön del soneto: el no cabia entre sus calorce barrolcs äureos. El dia en que eneuentre sus caminos verdaderos -la oda en liras. cauce mäs amplio para su noble retdrica. y el dolor de su peregrinaeiön hacia el Säbado Perpetuo, como tema-, habrä nacido el fray Luis que tiene un lugar en nuestro corazdn. " Exposirlan del libro ile /cd. Vin, 10; BAC. päg. 919 " Solilpquia. I, X. " HAU. päg. 4(S9. 166 167 Ill UN SONETO DE QUEVHX) A nadie puede extrafiar la vehenicncia con que una parte considerable de la joven poesia espafiola se ha acogido -estudian-dola, siguiendo sus hucllas- a la lirica de Quevedo. Si una aficion a los primores formales promovio, antes de 1936, el eulto a Gdngora y, en la pusguerra. a (larcilaso, una cxigencia de hotidura. de radi-calidad en las pasiones. conduce hoy. como a nortc seguro. hacia el autor de los Suerws. Su poesia, apesadumbrada hasta hace poco bajo la gloria del satirico. del pensador politico, del prosisla inimitable, ha sido rescatada y puesta en linea con la mas alia de nuestra lustoria literaria. tin gran poeta y critico excepcional. mi maestro Damaso Alonso, ha dicho de uno de los sonetos quevedescos, justamente del que me propongo cnmentar. que es. quiza, «el mejor de la literatura espanola*. Hora es ya de que a esta coptosa lirica. la mas desgraciada de nucstro Paniaso en pimto a IrajiMiiision, se le rinda el debido tributo critico. Con una modesta intention oferentc, vamos a accrcamos ai gran son* to. tilulado en las edit ioncs antiguas Amor constants mas alia de la muerte: Cerrar podrd mis ojos la iwstrera sumbra que me Uevare el bianco dia. y \mhd desatar esta alma mia hora a su afdn ansioso lisonjcra; mas no de esotra parte en la ribera dejard la memoria en donde ardia: radar sabe mi llama la aqua fria y perder el respeto a ley severa. Alma que a todo un dius prisiim ha sido; venas que humor a tanto fucgo han dado, medulas que han gloriosamenW ardido. su cuerpo dejardn. no su cuidado; serdn cetttza. mas tendran sentido. polvo seran. mas po/w cnamorado. Si un pocma se presta a verificar el principio estilistico fundamental de la obra de arte, a saber, el de su rompacta unidad estruc-tural. es este. Justamente, la consideration de esc principio y la su-mision a sus exigencias. ha sido lo que ha dcterminado el nacimiento de la ciitica model ua y In anulatiuu de la LradiciuuaJ diculumia de fondo y forma, Estos supuestos componcntcs de la obra artistica se imbrican tan Lntimamente como en la hoja se funden haz y enves, por cuanto son el resultado de un acto unico de creacibn. Hay sieinpre un impulso, una intention, un alma, que se derrarna por todo el poema como por una tupida red arterial, y estan pre-sentes, por igual, en una rima o en una metafora, en un sintagma o en un epiteto. Trxlos los actos de election —crear es elegir, o rehusar, como afinnaba Valery- estan condicionados por el alma que inlunde vida al poema; la crit.ica. en sus mas dclicadas operaciones. tiene como mision ultima reconocerla y comprobar sus latidos en todos los miembros de la obra estudiada. iQue impulso, que intencion ha sido el motor de este prodigioso soneto? Sin duda, una violenta obstinacion. una magna rcbeldia del poeta, que se resisle a entregarlo todo a la muerte. Hay algo. piensa. inmortal en el, que no es el cuerpo ni siquiera el espiritu. sino el amor, que habra de sobrevivirle. A todo el soneto. escrito desde esa tension, ha llegado fa hipcrbolica terquedad de Quevedo, como un colorante homogeneamente esparcido. Esta ya en el admirable arranque. organizado mcdiante mia estructura sintactica concesiva: Cerrar podrd mis ojos la fiostrem somhra que me Uevare el bianco dia, Nuestras gramaticas no recogen este esquema en sus inven-tarius oraclonates, a pesar de su frecuencia y de su poder cxprcsivo. lit infinittvo y el futuro asi unidos, exponen una diflcultad venidera para que algo se cumpla; y. a la vez, manih'estan que este algo se cumplira con vencimiento del obstaculo. La voluntad quevedesca de veneer a la muerte no podia hallar una expresion mas justa. Pero hay algo mas en esta. estnictura gramatical que llama nuestra atencion: el caracter hipotetico de los futuros ptvlrd y Uevare. fSobre que recae, en efecto, esta hipotesis? Narla menos que sobre la mas implacable vcrdad del mundo. la de la muerte. La eficacia estilistica de ambos Hituros se hace patente euando advertimos el dilerente curso que cstos versos hubicran tornado de organizarse ascrtivamente (cerrard mis ojos la postrera sombra que me llevard el bianco dia. y desatard esta alma mia...). El dramatismo emanaria, sdlo, de la 169 vťrdad anunciada. Pero. en lugar de proceder de este modo. Qucvedo ha saltado violentamente sobre la logica, sobre toda prudencia racional, y nos ha brindado el trágico cspectáculo de su incons-ciencia. La muerte no le merece ahora consideration, absorto como está en salvar so amor. lil ímpetu de lucha que corre por todo el poema se vale de dos rccursos homólogos para plasmarse: la antítesis y el coulrasLe. La primera opera por oposición dc términos euntrarios (postrera sombra-blanco diu); cl segundo. por enťrenUuniento o yuxtaposiciuu de ideas opoeslas. En el primer cuarteto, los dos primeros versos se oponen a, los otros en la rclación cuerpo-alma: cerrar podrá mis ojos-podrá desatar esta alma mia. No se tne oculta que estos proce-dimientos son triviales en todo el arte barroco; pero no me parete menos claro que. en este texlo. fnncionan al servicio del impulso medular que lo mueve. Fijémonos aim en la organization cruzada de los verbos que encabezan ambas semicstrolás: cmar podrá-padrá desatar. El cuarteto acaba apoyailo en un tópico de la lírica amorosa: el de la muerte anhelada conio liberadora por el amantc. Un lugar común trovadorcsco, que tue traducido a lo divino. y que llega a este siglo xvn casi exangüe y necesttado de estas admirables hifiérboles con que Qucvedo |0 carga en todas sus palabras: hora a su afán ansiaso tisonjera. Iai impresiou que, de arraneada, nos habia comunicado el sonetu, se confirma: el poeta no teme la muerte que. gentil con su deseo, cerrará sus ojos y roiupcľá los vinculos del cuerpo y del alma. Ahora bicn. ;pedado. 0 en este terceto, no menos pasmoso: Del vicntrc a la prísiôn vine, en luwiendo; de la prlsian ire al sepulctv amando, y siempre en el sepidcro eslarě ardiendo. Son. como vemos, moclulaciones de la intuición nuclear de nuesiro soneto: la de que algo en el cuerpo queda viviendo cuando el alma lo abanduna. Esta es, pensamos, la célula original del poema que comenuimos. la campana returnbadora a la que los cuartetos sirven sólo de meiena sobreaňadida. De ahi su difcrente densidad: apretado y penetrante el final: forrectamenle bello el principio. El hiato que se abre entre los cuartetos y los tercetos es, en la lectura. garganta de precipitamiento. Pero fue quizá. en la creación. penosa escalada. 172 Y he aqut. en primer lugar. los tres sujetos oracionales, poten-ciados, exaltados los tres por idénticos reeursos sintácticos: Afinu, q\ie a todo un dk>s prisión ha sklo, vkhíjs, que humor a tunto j'uego ban dado, medulas. que han gloriosamente ardklo. Tres construceiones paralelas, gramaticalmente —con las třes oraciones adjetivas— y ritmicarnente -con los sustantivos en cabeza, con acento en sexta—, que v;in determinando un clima ascendente, una tension cmotSva: cada verso es mia vuelta más dada al tomo de la emotion. Porque la gradáciou climática lleva. si bien nos öjamos, hacia una más tecóndita inlerioridad física, hacia las ultimas criptas del placer o el dolor. Hay, en primer lugar, el alma. témtino poco expresi vo por su Lópico einpleo en la poesia erotica, bien que genialmente magnificada por su eomplemento oracional. Del espiriru. pasa la evocación del poeta a la sangre, a las venas que ahondan en la came: y, en este dramático buceo por su cuerpo, Quevedo Ilega a las medulas, a esas finas sustancias —nuestras más nuestras sustancias— que corren por las caňas de los huesos. Y ti las ťvoca gloriosamente incendiadas de amor. Y ahora, la neeesaria distension: su cuerpo dejarán, no su cuidado, serán ceniza. mas tendrán se.nt.ido, fwlvo serán. mas polvo enamorado. Peligroso momento el de la distension, cuando el arco ha sido forzado al limite de curvature. Un contrapeso de igual potencia ha de oponérsele en la fase de descarga. Quevedo ha ohrado con peritia genial. Los tres versos anteriores ban llegado, en efecto, como olas sucesivas. tle prenez creciente y aupada: gramaticalmente, tres sujetos en demanda de predicado; emotivamentc, tres apela-ciones a los más encarnizados molores de la pasión. Y ahora la distension sintáetica se alarga con ctiatro fuluros. plenos de segura determination; y la cmiKión se extiende reiterada, como la lengua de agua que se arrastra. en esfuerzo ultimo. pt>r la playa. cuando la ola ha estallado. Son tres nuevas fases en la descarga, en el esfuerzo: el alma, las venas. las medulas dejaran su cuerpo. scran ceniza, serán polvo. Una simetria queda asi dibujada cntre ambos tercetos. Y ahora caemos en la cuenta de que estos seis versos finales poseen una clara estructura stmétrica; trcs sujetos / tres predicados; denlro de los sujetos, tres sustantivos / tres oraciones adjetivas; y, dentro de los predicating, tres oraciones asertivas / tres oraciones adver-sativas. Un tosco esquema ptxiría representar este coniplejo juego geométrico. tomando A B como eje: 173 A B ,yt/ f » /i.y *'•»•>«.....- - - t t t t t r * - - • -......- ;Que valor podemns atribuir a esta estntctura? Por de pronto, uno'dc significado general: la conflnnaeion dc que el artista barroco Liene muy mediatizados los limites de su anarquia. Y otro. especifieo de estc soneto. el unico que nos importa: Ouevedo ha hecho correr su violenta decision por bleu estrietos canales. Toda una tormenta de afirmaciones rebeldes circula por estas venillas tan organica-mente dispuestas. Y el efecto funcional de esta disposition es bien patente: las estrutturas siinetrieas, hechas para reeibir una materia reposada y enfriada por eierto laboreo intelectual, se ven de pronto henchidas, plenas de un licor hirviente que las recorre for/ado entre sus angulos y iineas. Es un poder sordo, constrenido. el que perci-bimos en cstos tercctos; de ahj el efecto estremeeedor que en nosotros produce esa furia domada, for/ada a expresarse eon contention, con serenidad cast. Pero arerqufrnonos a comprobar la naturale/a de esa materia tan ferreamcnle conlenida. Su calidad mmienza a percibirse en el noveno verso, del que poseemos dos versiones: Alma u quien todo un dios prisian ha sUb Alma que a todo un dios prision ha sido La lectura no es Indistinta. pero sus efectos no divergen mueho. La prim era version (alma prisionera de un dios) nos remonta a un topico amoroso de larga tradition literarla: el dc Eros esclavizador de todo espiritu amante, La segunda (un dios prisionera del alma) remits, en cambio. a fornias de expresion religiosa: (Anoche. cuandc dvmua sone.. ibendita Husion!. que era Dios lo que tewa denim de mi conizdn.) ;Cual es la version autentica? No sabriamos pronunciamos sin datos hermeneuticus prcvios. Pero observemos que euatquiera de las lectures que adoptemos puede incluir, junto a su significado inmediato. el otro, como connotation secundaria, ya que ambas significaciones no se excluyen. El propio Quevedo imaginaba tam- bien al dins Amor como prisionero y hiiesped del alma, a lo que se reftere en este verso, ya citado: dande tab el amor reina hosi>edada. Es precisamente estc verso el que nos ha hecho preferir la lectura Alma qae a todo un dios prision ha sido. Peru cualquiera que sea la solution adoptada, la prcgunta surge inquietanle: ces solo mitologica la illusion de este verso? La referenda, (j'apunta al dios Amor nada mas. a incluye. equivoca-mente, al Dios del cielo? Quiza no anduvicramos enados al sos-pechar esto ultimo; corroborariaii nueslra suposicidn. irunedia-tamcnte, las inequivocas alusiones de orden rellgioso que se pra-ducen en los versos siguientes: y, de modo mas remoto, la aficion tan barroca de Quevedo a mezclar cielo y h'erra en sus bromas y en sus pesares. La hiperbole es entonces magna, en su segundo signilicado: aquella alma que estuvo en gracia, que albergo en sus pliegues delicados a Dios mismo, se dispone a salvar, por encima de todo, nadarido contra corriente... su amor a una criatura. Tan gigan-tesca que. tras ella, palidece la interpretation primera, segiin la cual el alma, por haber sido prision de Ems. no puede morir. El tjlariosamente del verso once cabalga de nuevo sobre ambos pianos, mitologia-religion. Pero la actitud scniibla,sfematoria se desvela en el terceto ultimo, Esa rebeldia contra c! entero apartamiento del cuerpo. esa resistencia a que la llama del amor abandons su cadaver, es grandemente poetica. genialmente hiperbolica, pero quiza no alcanxara benevolencla de un conv/dn pfo. Todas esas frases adversativas solo se justiikan desde una terca conciencia, poco conveneida de que. en la otra orilla, aguarda el supremo deleite. Ahi esta, para probarlo, su respuesta attiva a la ascetica admonicion cuaresmal (pidvis es et in pulverem reverteris). con la que incurria ademas en desobediencia al precepto tridentino dc no mezclar las frases lilurgicas en cuestionos mimdanalcs: serdn ceniza. mas tendrdn sentido; polvo serdn, mas polva cnanwrada, Ouevedo, bordeando la inipiedad, logra asi cerramos la garganta de emotion, de pasmo. No es esto un exabrupto de cnajenado, puesto que lo hemos visto trazar para su vo?„ muy racionales y geometrical simetrias. Su conhimacia se expresa asi, serena y re-concentrada, despertando en el lector esa sorpresa inicialmcnte adiniratoria que siempne provoca el insurrecto, el rebelde. Y el 174 175 soiieto se cierra con esa fantáslica vision de un montoncito de eeniza. de pohro, pálido, seco, tienra ya, pero aún tembloroso y estremccido de amor. liste hermoso soneto puede damos aún pie para una fecunda comp.'nation cntre Quevedo y Garcilaso de la Vega, o sea, enrre dos tlempos y dos artes, de los que estos dos geniales poetas son casi epônimos. Kmwdeinos. en cfccto. el soaäx) 1 del tolcdano. II pocta se ha parádo a contcmplar su estado y halla que su mal ptxlia ser mayor, según lunou los pasus one a «1 le. pandujeFOn. Y continúa: Utas, cuando del cwnino entá olvidado, a tanio nud no sé par dá he venjdo; sé que me acabo, y más he yo senttdo ver acabar eunmigo mi cuidaiio. Hc aquf un clima radtcalmente anliréticn. El caballero tle Carlos V siibc iiiorir, sähe pagar su deuda con la vida, sin trampas ni esca-nioteos. Nada intenta salvar en su naufragio: con la vida —bten que le pese- se hundtra también su addado, es declr, su amoroso lormento. En su serena aceptación de la muerte hay una casi olimpica aclitud pagana. En el Kenacimicnto se vio claro -es su carácter espiritual mas marcado- que cielo y tierra ei an dos apuestas distlntas, y el claro caballero Garcilaso, del que no se conserva poesía religiosa. sc dispone a aceptar el resullado de su jugada: la muerte y el olvido. En el otro extremo, los celestes jugadores, San Juan o Santa Teresa, se aprestan a ganar muerte y premio. El ßarroco es. por e! contrario, el fruto de Trento, el resullado de la reconciliación de tierra y ciclo, que da, como fruto caracterís-tlco, a Lope de Vega, mistico y pecador, o a Quevedo, asceta riguroso y burlún irreverente. Quevedo, con su corazón a vueltas siempre con el mundo y la muerte, sc yergue contra la aceptación pagana o la cristkina resignación, porque ambas soluciones le niegan la salvacióu de algo mortal. La angustia le invade al tener que sali ar cntre a m bos polos de signo tan contrario, sin enconlrar en ningunu pleno cobijo. Si Garcilaso, flor del Renacimiento, aceptaba la muerte y, con ella, la extinción de su cuklado, Quevedo, fruto del Barroco. se dispone a salvar el stiyo con rebeldia hipcrbólica: Vocabulario de términos utüizados en la explication de textos su euerpo dejarán, no su culdado; serdn cenizas, mas tendrán sentůlo, (xdvo serdn, mas púlvo enamorado. ön ansia de sobrevivir, tipicamenle agónica, pertinazniente que- vedesca. 17b El comentario tie textos requiere el empleo tie tenninos precisos. El conocimieuto de estos es tan inevitable como el dc los tenninos matematicos. si queremos llevar por buenos cauces la explication. Conviene, por ello, leer y releer el siguiente Vocabulario, hasta adquirir faniiliaridad con el. Los comentarios se cn-riqueceran con ello extraordijiuriamenle. Cuando en las definiciones una palabra lleva asterisco (*), debe huscarse para conocer su significado exacto. ACROSTECO.-Poerna en el cual las iniciales de los versos*, leidas verticaltnente. coraponen una palabra o una frase: Fumes mris que e.lla; por cebo la lle.van; Vji las mmms alas estaba su daw: Razon es que apliqtie ml pluma este engano No disimulando am los que arguyen Asi que a mi mismo mis alas destruyen, Nubfosas ejlavas, nascidas de Iwgano I )onde estji gozar pensakt mlando 0 yo aqui escribiendo cobrar mas honor. (De los versos acrdsiicos que Jiguran a\ /rente rfe aba Ce.lestina».) ACTO.-Cada una de las partes de una obra teatral coinprendida entre dos descatisos largos. Las obras de nuestro teatro elasico poseen tres actos. De ordinario, en el priraero se expone. el pro-bletna, en el segundo se desarroBa y en el tercero se le da solucion (planteainienUt-rmdo-desenlacc). El acto puede estar dividido en dos o mas cuadros*, que pueden subdividirse en escenas*. ADAGIO.-Formula breve que resume un principio de moral o ima observacion de caracter general: Id bue.no, si brem, dos wees bucno (Grecian). Se daiomina tambien maxima y scntencia. 179 An'X'l'AtTON.-Defccto que comete un escritur euando so aparta viriosamcnte de lo natura!. Asi. Rüben Dario censuraba de afectado a Pereda porque este habia llamado rclkves del yantar a las migajas de la cuinida. Ali>UISMO.-Fräse breve que resume en pocas palabras un cono-clniiento esencial, muchas veces medico o juridico: la cxcusu na solicitada es um acusaäön manifwsta. AlJiGORlA.-Es la expresiön paralela de una serie de ideas y de una serie de iniagenes, de modo que ideas e iniagenes se correspondan una a una. He aqui unos versus alegdricos de l/)pe de Vega; Vireno, aquel mi manso regalado del collajero nzid, aquel hennaso que, con balido ronco y amoroso ilevaba por los montcs mi ganado, aquel del vellocina ensortijado de alegres ojos y mirar gracioso. aquél tne hurUtron ya, Vireno hermano. Lopc euenta alegórkamcnte a su amigo Vireno que le han arrebatado a su amada BteÚH Osorio (- mutiso). la cual solía llevar un escapulario {—collajero) azul, cuyn hennosa voz ( = balido) guiaba su voluntad ( = ganado). que tenia una rizada cabellera (= vcllocino ensortijado)... Como es natural, cuanilo un texln es alegorieo. debemos esforzarnos en hallar la corrcspondcncia eon las idcas alego-rizadas. AI.FIANDRJNO.-Verso de calorce sílabas. AlJniiRAClON.-Repelición de un mismo sonido. vocal o conso-nante, a lo largo de un cnunciado. A veces se consiguen muy bellos efectos: Con el ala aleve del leve abanico. (Ruben Darío). Ver Gmmatopeya y Cacofonia. ALUSIÚN PKRIFRÁSTICA.-Rodeo expresu/o para aludir a algo evitando su nombre. Los culteranos* y eonceptistas * hicieron uso frccucntc de ella: cl garzón de Ida ( = Ganímedes); el hermano de Rómulo (= el remo). AMPIILOSO.-Se dice del estilo hueeo e hinchadn. con frases largas y altisonantes. 180 ANACOIJ TO.—Abandono de la construccidn gramatical que se viene stguiendo cn iuia fräse, para adoptar otra; El alma que por su culpa se aparta de esta fuente y se planta en otra de nuiy mal olor, todo lo que corre de ella es la misma desventura y suciedad (Santa Teresa). ANACREÖNTICA.-Poesia Urica* con versos cortos y ritmo natural y gracioso. que canta el araor, el vino y la alegria de vivir. Asi termina, por ejeinplo, una anacreöntica de Esteban Manuel de Villegas (1589-1669): Pues, en, cornpaňeros, vivamos didcementc. que toiiüs son senules de que el vera.no viene. Im cantiniplora salga. la citara se temple, y l>eba el que bailare y baile el que bebicre. ANÁFORA.-Repetición de una o varias palabras al comienzo de una serie de oraciones. Se eníatiza asi el signifieado de cada una de esas oraciones: žQuě trubajo no paga el niňo a la mudrc cuando ella le dc.Liene en cl regazo, desnudo, cuando él juega con ella, cuando la hiere [ = golpea] con lo tnanecita, cuando la řřiira con risa, cuando gorjca? (Fray Luis de Leon). ANAOKAMA.-Palabra formatla al disponer de modo distinto las lelras de otra palabra. No es infreeuente que los eserítores hřmen sus obras con un anagramu: Gabriel Padecopeo ( = Lope de Vega Carpio). AMTBOLOGÍA.-Ambigúedad de signifieado que se producc por una construcción gramatical o por una palabra que pueden significar, a la vez, cosas dlstintas: He hablado con tu padre y con tu hermano y lia dkho que vendrá. (fQuién vendrář) ANONIMO.-Sin nombre. Obra anónvna as aquella cuyo autor se ignora. ANTAGONKTA.-Fersonaje que, en un momento dado, se oponě al protagonista*. A>rríI'RASIS.-Expresion que significa lo contrario de lo que dice: Tu comportamiento ha sido excelente (- 'tu comportamiento ha sido muy malo"l. 181 ANTtTESIS.-Figurd que consiste en contraponer dos pensamientos, lios expresiones o dos paJabras contrarias: Harun los Justus y gozan los culoables. Ätna a quien te aborrecr.. AN1XJNOMASIA.-Figura que consiste en suslituir im nombre común por uno propio, o un nombre proplo por uno comün: un Aristarco es, por antonomasia, 'un critico severo": el emperador es, por antonomasia, Carlos V. APULOGlA.-Defensa y elogio de algo o de alguien. No es lo mismo que loa*. APOLDGO.—Cuento o tabula*, con enseňanza moral. APOSTROFE-Figura que consiste en invocar con vehemencia a un ser real o imaginario: iOh bosques y espesuras / plantadas por la mono del Amatlo. / oh prado de verduras. / de ßores estntd-tado. I decid si por wsotros ha pasado! {San Juan de la Cruz). APCNBJMA.-Dicho memorable. maxima. AKCAlSMO.-Palabra o constnicción gramatical que ya no se usa: ntatjuer por 'aunque'. ARGUMENTU.-1. Conjtmto de hechos y peripecias que se narran en una obra.-2. Razonamiento. AKTE MAYOR.—1. Son versos de arte mayor los que poseen nueve sílabas o más de nueve.-2. ARTB MAYOR ÜASTELLANO. Verso que se usa en la poesia castellana del siglo xv. Posee dos hemlstlqulos *, en cada uno de los cuales hay dos sílabas tónicas separadas por dos átonas. Al tnúy prepotěnte j don Jium el seyňndo (Juan de Mena). El numero de sílabas puede variar, pero suelc teuer doce. ARTH MENOR.-Sun versos de arte menor los que ticnen ixňo sílabas. o menos. ARTE POR EL ARTE.-Doc Irina formu lada por Victor Hugo y deleudida por los pamasianos franceses. según la cual el lin del arte es sólo producir efectos estěticos. sin tener en cuenta otřas consideraciones moralcs, sociales, politicas. elc. lín cierta medida. los modemistas* espaňoles compartieron esta opinión. ARTIl'ICIOSO.-Que es poco natural, poco espontáneo. 182 ASflWrJTON.-Fenómeno que se produce cuando dos o más términos de una oración. que pixlian ir unidos mediante conjunción. no la llevan: el Ebro, el Tajo, el Guadiana. el Duero. son rios espaňoles. Sus efectos son muy variados. Se utiliza mueho para deseribir raovimientos imprecisos: «Vuela como una toipe mariposa moribunda, rozando. en leves golpes. le).-Versos en los que falta la ultima silaba. Se trata de un juego poético. La rima se estableee entre las silabas tónicas: No te metas en dibu- / ni en mdwr vidas aje- / que en lo que no va ni vie- / pasar de largo es rordu- (Cervantes). CACOFONÍA.-Repetición o eneuentro de varios sonidos, eon electa aeústico desagradable: Dales las Hlas a las niňas. Se opone a eufónia *. CALAMBUR.-Fenómeno que se produce cuando las silabas de una o más palabras. agrupadas de otro modo, producen o sugieren un sentido radicalmente diverso: Oro parece / plata no es ( = plata no y plátano). CANCIÓN.-Poema lírico, de terna amoroso o religioso, general-mciile en hcptasílabos y endecasílabos (silvas* o lirus*). En el Romanticismo* se eseribieron también canciones patrióticas y lllosóficas. CANTAR Dlí GESTA.-Poema ěpieo* medieval que nana hechos notables realizados por un heroe. CASTICISMU.-Modalidad del lenguaje consistente en usar voces y giros de casta, es decir, de tradición en la lengua, evitando los extranjerismos. Ver Purismo, CATARSIS.-Ver Tragalia. CATÁSTROFE.-Acontecimiento decisivo que desencadena el hn trágico, en el teatro. ( i;n IdN.-Escrilo, en prosa o verso, compuesto con fragmentos de otros escritos. CľESURA.—Pausa que se introduce en miichos versos de arte mayor, los cualcs quedan divididos en dos partes, iguales o no, deno-minadas hemisliquios: Al mini prcpotente j j Don Juan el seguntlo (Juan de Mena). Los suspiros se escapan // de sit Iwca de Jrcsa (Ruben Dario). CLAStCO.-l. Autor u obra de valor intemporal o eterno. Los clásicos por excelencia son los grandes maestros de la anti-güedad gi^olatina; y también los autores cuyo valor se impone imiversalmente: Dante. Cervantes, Shakespeare. Goethe. Mo-liére, etc.—2. Escritor del clusicismo francés, épcxra que coincide con el reinado de Luis XIV (siglo xvii). En cste sentido, clásico (o neoclásico*) se opone a romantice. CliÍMAX.—I. Punto cuhninante de una gradación* ascendente.— 2. Punto ailminante de interes en una obra o fragmento. CTJiWDLA.-Obra de teatru que desarrolla un argumentu de desen-lace feliz. COMPARACIÖN.-Figura que consiste en relacionar dos ideas, dns objetos, o un objeto y una idea, en virtud de una analógia entre ellos. De ordinario es embellecedora: Flérida para mi dtdce y sabrosa / más que ki fruta de cercado ajeno (Garcilaso de la Vega). Esta operación embellecedora, cuando están visibles los niedios gramatjcales de la comparación -ejemplo anterior- recibe también el nombre de imagen. CT.1NCEI T1SMO.—Tendencia literaria que se desarrolla en Espaňa en el siglo xvn. Consiste en el uso -y aun abuso- de conceptos. El eoncepto consistía en una relación que la mentě establecía entre dos objetos. Esta relacion podia afeetar a las ntx:iones: en tal sentido son conceptos la antitesis*. la imagen*. la comparación*. la metafora*, la alegória*, la alusión* perifrástica. etcetera. 0 podia estableeersc medianle el ľottuito parecido o igualdad de las palabras: calambures*. iuegos* de palabra, disemia*. etc. Los principales eseritores couceptistas son Quevedo y Gracián: pero hay muchos indicios de esta tendencia en Cervantes. Góngora, Lope, etc. Véase Culteranismo. CONSONvXNTE (rima).—La que poseen aquetlos versos que Heuen iguales todos ios sonidos, a partir de la Ultima vocal acentuada. CÜPLA. Est roľa de cuatro versos de arte menor, frecuen temen te octnsilahos, de caräeter popular, con rima asonante en loi pares: Cuando me pot\ga a amtar j me salen en vet de coplas, / hs Itigiinuis de los ojos, f los stispiivs de la fwfl (Manuel Ma-chado).-COPL4 DE ARTE MAYOR. Consta de ocho versos de arte* mayor caslellano. que se combinan ARBAACCA: la empleó Juan de Mena en el Uiberinto (siglo xv).—COPLAS Dli m QUBBRADO (0 M/LVRIQUENAS). Reciben este ultimo nombre por haberlas empleado Jorge Manrique (siglo xv) en la famosa elégia a la imierte de so padre. Conslan de seis versos, cuatro octosilabos (primero. segundo. cuarto y qttinto) I8i 184 y dos tetrasilabos (tercero y sexto). Riman en consonante prtmcro-cuarto. segundo-qulnto y tcrccro-sexlo (abc abc): iQué seňor de sus amigosl / {Que seňor para criados / 1/ parienles! / íQué enemigo de enemigos! j \Qué maestro de esfonailos j y valientesl (Jorge Manrique). CLIADERNA VÍA.-Kstrofa Ibrmada por cuatro versos aleiandrinos* monorrimos*, usndn por !os poetas cultos del mester cle clereri;i il'AIJRO.-Parte de un acto* earacterizado por su discontinuidad temporal o espaeial (cambio de deeorado), eon relation a lo que antecede. CUARTETA.-Kstrofa de cuatro versos consonantes de arte mmor. con la combinación a b a b. CUARTEIO. -Estrofa de cuatro versos consonantes de arte mayor, ton la combination ABBA. ilH/FERANISMO.-Tendcncia literaria que se desarrolla en el sl-glo xvii paralelamente al coticeptismo*. cuyo principal representante es Góngora (1561 - ld27). lil realidad, utiliza los mismos recursos que el conceptismo, pero todos sus elcmentos son brillantes, musieules. desmosuradameute cultos: itnágenes* complicadns, metáforas* dificiles. alusiones* perifrásticas que exigen couociinieiitos mitológicos profundos para su com pretisión, etc. Rasgos cultcranos se perciben en todos los grandes pool as del siglo xvn. Véase Coticeplisma. CIJLTISMO.-Palabra que ha enlrndo en el idioma. no como con-tinuadora directa e inintemimpida de otra palabra latina (asi mesa < mensa), sino que se ho intrnducido posteriormente. y y sin transformar apenas. por exigencias culturales: flumiycro. I'ructiletv. iH'nevolo, colocar, etcetera. DEC'ASlLABO (vkkso).-Verso de diez silabas. DÉCIMA 0 IvSl'INELA.—Ivstrofn dc die/, octosilabos consonantes que riman a b b a a c c d d c. DESENLACE.—Parte final de una composición literaria, especial-mente dc una obra dc teatro. En ella, la acción acaba, bien por el desarrollo normal del problema, bien por un aconlecimicnto incsperndo. Vtr Acto. DIDÁCJICA.-Génoro literario al que pertenecen todus las obras cuya íinalidad es una enseňanza. liIMLSIS.-Destrucción de tm diptongo en un verso, para obtener dos silabas mélrieas. la vocal cerrada suele escribirse en tales casos con diéresis: Del Tonnes, cuya voz annoniosa (Leandro F. de Moratin). DIUXíÍA.—Palabra que signitica dos cosas en un mismo enunciado: [la uiuerte] llegue rogada, pues mi bien previene: j hálleme agra-decido, no asustado; / mi vida acabe y mi vivir ordene (Qucvedo). Ordene signitica. a lu vez, 'mandě' y 'ponga en orden'. Los escritores culterfinos y conceptistas hicieron frecuente uso de la dilogin, tanto en sus escrltos graves como en los cómicos. Se llama también equívoco. D1SCURSO,— Pieza oratoria, cuya finalidad es persuadir. I USEMIA.—DHogía*. DiTUlAMBO—1. Poema lírico en tono entusiasta.-2. Alabanza vehemente. DODECASI1A130 (VKRSo).-Verso de doce silabas. DRAMA.—Obra teatral en la que las pasiones dc los personajes no son tan violentas ni exasperadas como en la tragedia*; su tono no es sublime: intervienen a veces elementos comicos: y el final suele ser desdichado. con la muerte incluso de alguno de sus personajes. DltAMÁTlCA.-Genem literario al que pertenecen las obras lite rarias representables en un escenario rueiliante action y diálogo. ÉGLOGA.-Poema en el que dialogan dos t) mas pastures. ELEGÍA.-Poema que expresa un senumiento de dolor ante cualquier cireunstancia penosa: la muerte de tm ser querido. la trisle/a ante unas ruinas, la aňoranza tlel tiempo pasado. etcélera. ENCABALGAMIENTO.-Desajuste que se produce entre una trase y un verso, de tal modo que aquella tiene que continuarse en el verso siguiente: Sé que negais vuestro Javor divino j a la cansuda senectud, y cn vana / fuera implorarle: pero en tento Mlas J ninfas del verde'rindo habitadoras... (leandro F. de Moratin). Obliga. »86 187 de ordinario, a una lectura más rápida, ya que va a buscarsc. en el verso siguiente. el sentido que ha quedado incomplete en el anterior. ENDI-CA.Sil.Ar50 (vuisu).-Verso de once silabas. Los endecasilabos principalcs stjn el heraico, con acentos en sexta silaba y dedina i las norhes inanlßestan tus grandezas); el itaiiano. cot) acentos en cuarta, octava y décima (el reposarde un ataúden ticrra); el sáfico, con acentos co priniera, cuarta. oct.ava y deciiiiu: (didee IÉBBIP de lu verde selw), y el de gada gallega. con acentos en primera, cuarta, septimu y décima (fresca y reeienfe la itmsica grieyul. El endecasilabo. de procedencia italiana, tue usado prematu-tamente por el marqués de Sanriilana (siglo xv), y aclimatado deiinilivamente por Garcilaso de la Vegu. (siglo xvil. Es el vcrso tipico de la poesia culta. irente al octosilabo. ĽNDECHA.-1. Romance* hcplasílabo.-2. Elégia popular en metro rar to. ENl\ASiLABO (vkrso).—Verso de nueve silabas. ENEASIS.-l. Ilablamos o escribimos con cnfasis cuando ponemos de relieve cualquicr clemento. formal o ideológico, de niiestro discurso con el fin de atraer la alenctón de nucstro interlocutor o lector hacia él.-2. Figura que consiste en dar a entendcr más de lo que se dice, o en hacer comprender lo que no sc dice: Motivos liene para collar. ENIGMA.-Description metafórica* en verso o prosa, ocultando los tčrminos reales hasta el piinlo de que la deseripeiön se convierte en adivinanza: En la redonda f cncruäjada / seis doncellas / huilan. j Tres de came t y tres de piata. / Las sueňos de ayer las busem / pera las liene abrazadas / \m Polifen 10 dc orn \ -l,a guilarra] (Federico Garcia Lorca). ENSAYO. Exposition aguda y original de uii letna rientilico, filosófieo. artistico, Üterario, politico, religioso. etc.. ton un carátier general, es decir. sin que el lector necesite conoci-mientos técnicos especializados para comprendcrlo, Muchos arttculos tle revistas y petiódicos son ensayos. ĽNTREMÉS.-Obra teatral t:urta que, en el siglo xvu, se represenlaba en un entreacto de una obra larga. ÉPIC A. -Génern Üterario al que pertenecen lodas las obras desli-nadas por e\ escrilor a narrar sucesos que ocurren Wiera de el. ÉPFCO (tema).-I. Todo poema perteneciente al género épico.— 2. Con el nombre de iwemas épicas se designan. concretamente. diversos poemas escritos con intenciones tle gloriikación nacionál (como la Etieida. de Virgilio). o de alcance filosófico-religioso, como la Divina ComedUt, de Dante.-í. 'ľambičn se denominan asi numerosos poemas renacentistas, de tema heroico: Orlando futioso, de Ariosto: Lti Araucana, de Ercilla, etcetera. EPIFONFMA.-Exclamation con que cl eseritor coinetita lo que acaba de exponer: Ninguna cosa alliorota tnás a los vtisallos que el robo y soborno de los ministras, porque los irritan con los daňos propios, con la envidia a los que se enriquecen y con el odio al Principe que no lo ranedia... |Oh infeliz el Principe y el Estado que se pierden porquc se enriquezean sus ministros! (Saavedra Fajardo). EPIGRAMA.— Poema muy breve. gracioso y satirico. EPIŠTOLA.-Carta en prosa o verso, de finalidad literaria. EPITAFIO.-Poema breve destinado a servir dc luseripcion funeral. Puede ser serio o satirico. EPITALAM10.-Poema en alabanza de unos desposados. EPOFEYA.-Es el más importante de los subgéneros épicos. Su terna es la narration de hechos sublimes reaüzados por un pueblo, los cuales constituycn su mayor gloria y, en cierto modo, el retrato de su espíritu. Las epopeyas son ptjcas: el Ramayana en la India, la Uiada y la Odisea en Grecia, los Nibelungos en Alemania. [ÍQIIÍVOCO.-Palabra de doble sentido, dilogía*. ESCENA.-l. Parte de un acto*. en que intervienen los misinos personajes; cuando alguno de estos se ausentn, o entra otro distinto, cornienza una nueva escena.—2. Escenario, ESPINĽLA. -Décima*. ĽSTANCIA O ESTANZA.-Combination de versos endecasilabos y heptasílabos consonantes (algtmo puede quedar libre) que realiza a su gusto el poeta. Fijada tal combinación o estanza. esta debe repelirse á lo largo del poema, a modo de estrofa*. (En realidad es una estrofa que inventa cl poeta.) He aqui una es tan za de las que componen la famosa Égloga de Pedro de Medina Medinilla (siglo xvn): Coma l'maido Tonnes, ses buen trato burlar al iwregr'mo, y al que {rata de hacer su ptdria Ins ajenos volles? Oh, ya sicnipre de hoy más. Tonnes iriyrato. indigno de uma de cristal y plaüi, diqno de arroyo de afrentosas calles. Ruego a üios que no holies nana cuarulo la quieras, ni ptu] en t us ribcras. ni teeho vidriado del rocio te rubra de la nieve ni delfrio, y que nadie te eseribn ni te nombre, y que, turbio y wicío, eneuentres rio que te quite el nombre. tS'ľrľľlCA.-l. Ciencia que se ocupa de lo bello.-2. EMtXlON ESTĚTICA: Emoción que en nosotros produce lo que es bello.-3. ßJlOO ESTETICO: Apreciación de una ubra solo desde el punto de vista de la bclleza.-4. INTENClON ESTÉTICA: Decimos que un autor ha utilizado o mmbinado determinados elementos con intención cstélica ciiando se ve clarainente su propósito de obtener un resultado bello. A veees esa intención perjudica a la obra. si para lograrla se ha caido en ampulosidad*, arti-ŕíciosidad* o cualquier vicio semejante. ĽS'niTK'ISMO.-Intcnción estctica. ESTOjO.^Véase pág. 89. ESTRľBlLLO.-Véase Villancico y Zeje!. ESTROFA. Es una combinación de versos que se repite a lo largo del poema. Asi, dentro del fragmento siguiente, pucdc observarse cómo se repite una misma combinación o estrofa formada por cuatro eneasílabos. con rima consonante prtmero-tercen) y segundo-cuarto; Ingrata la luz de la tarde, / la lejania en gris de plamo. / los olivos de azul eobarde, / el campo amarillo de cranio, ff Se merienda sobre el eamino j entre polva y liumo de churros, / y manchan las heces del vino / las chorreras de los Utturros (Ramón tlel Valle-lnclán). ĽUFONÍA.-Buen sonido. bella st>noridad: un ventalk de cedros aire doba (San Juan de la Cruz). Se opone a cacofonia*. 190 EVOCADOR.-Se dice de la description en que el cscritor, sin ncce-sidad de acumtdar detalles. sugiere una perfecta sensation de la realidad. EXOnSMO.—Carácler de una obra que evtx"a costumbres y paisaijes de países extranjeros, mucluis voces alejados en ti espacio y cn el ticmpo. Es un rasgo del Modernismo*. ĽXľrRANjliI; euando In palabra que alude al tixlo pasa a desigliar la parte, o viceversa: diez cabezas = «diez rescs»; la ciudad se ha ainotinado = «los habitantes de la ciudad se haji amotinado>»; el esptmol es sobrio = «los cspanoles son sobrios». SINERESlS.-llnion forzjida en una silaba metrica, de dos vocales que no fcirman diptongo. / 0 en el lazo fatal cae de la muertc. (Melendez.) SINONIMOS.-I'alabras o expresiones que significan lo mismo. SOLEA.—iia cancidn de soledad o solea es una cstrofa popular andaluza, compuesta de tres octosilabos; riman asonantes 1.° y 3.°. y queda suelto* el 2.°: Mnerto se qitedo en la caile / con un punal en el pecho. / No le conocia nadie. (F