PEPITA JIMÉNEZ Nombre y apellidos: Clàudia Garrigós Vicedo Asignatura: Literatura española 1850-1914. Curso académico: 2019 - 2020 LITERATURA ESPAÑOLA 1850-1914 CLÀUDIA GARRIGÓS Pepita Jiménez es una novela publicada en 1874 por Juan Valera, una de las figuras literarias más representativas de la España intelectual del siglo XIX. A pesar del interés de los escritores realistas por escribir como si de una crónica se tratara y con una intencionalidad o función, Valera se declara literariamente como un esteticista y persigue crear obras bellas e inteligentes que sirvan de entretenimiento, de lectura amable; no tanto dar testimonio de la realidad o defender posturas ideológicas. No obstante, las obras de dicho escritor se caracterizan en cierto modo por ser realistas al escoger ambientes precisos, personajes verosímiles y por el análisis psicológico, muy minucioso que hace de muchos de sus personajes. Pepita Jiménez es una novela fundamentalmente psicológica que intenta plasmar la evolución interna de los personajes en un contexto amoroso que les empuja a cambiar radicalmente su vida. La novela consta de 207 páginas estructuradas en cuatro partes: prólogo, cartas de mi sobrino, paralipómenos y cartas de mi hermano o epílogo. Antes de empezar con la historia, en el prólogo, el autor utiliza el recurso del manuscrito encontrado para darle más verosimilitud y autenticidad a la novela. Es una técnica en la cual se hace entender al lector que todo lo que leerá a continuación es una historia verídica y que solamente ha sido redactada y editada a partir de la información encontrada. Para seguir con este pacto de realidad entre escritor y lector, Valera introduce a lo largo de la novela más "parones" en los que vuelve a hacer referencia a este hallazgo. La segunda de estas cuatro partes es completamente epistolar, Luis de Vargas, el protagonista de la historia, escribe a su tío para explicarle las vivencias que ahora le acontecen. El joven de Vargas se ha pasado la mayor parte de su vida con su tío, el cual es deán en un seminario y, por lo tanto, le ha educado y cultivado en unos principios basados en el catolicismo. En el momento que los hechos ocurren ya es un joven mozo que se encuentra a las puertas de jurar los votos y convertirse en sacerdote, pero, debido a una serie de acontecimientos, Juan de Vargas ha de marchar a su pueblo natal a visitar a su viudo y rico padre, Don Pedro de Vargas. En esta parte de la novela solamente se conocen los hechos contados desde la perspectiva del protagonista, ya que es una recopilación de cartas a su tío contándole todas las vivencias que allí está teniendo y confesándole todos sus pensamientos con un detallismo y unas descripciones que encajan perfectamente con el estilo realista de la novela del siglo XIX. En este momento nos presenta a Pepita Jiménez, la otra protagonista de la historia, una joven viuda extremadamente bella que vive rechazando LITERATURA ESPAÑOLA 1850-1914 CLÀUDIA GARRIGÓS pretendientes y que acabará por convertirse en el motivo principal de las angustias y delirios del joven de Vargas. En Paralipómenos, la tercera parte de la novela, da comienzo la narración de la historia a partir del momento en el que las cartas terminan. Podríamos decir que es el desenlace de la novela, donde ocurren los hechos más relevantes y que supondrán un gran punto de inflexión para la vida de los protagonistas. Para finalizar, la cuarta y última parte de esta novela recupera nuevamente la forma epistolar, pero en este caso es Don Pedro de Vargas que escribe a su hermano, el deán, cómo es la nueva vida en este encantador pueblo del sur de España desde que los acontecimientos han ocurrido. Se hace una selección de los fragmentos de las cartas más interesantes, básicamente, con la intención de recopilar la información relevante que suele ser propia de un epílogo, pero en este caso en forma de cartas. Personalmente, he de decir que me ha parecido una novela muy interesante y con unos matices y detalles sugerentes de comentar. Por un lado, se observa de forma imperante la línea tradicionalista de la Generación del 68 a la que pertenece Juan Valera con algunas de las características de la obra como la tradición, el orden moral del catolicismo y las constantes referencias a la iglesia. Otro aspecto interesante a destacar es la misoginia explícita que flota en toda la novela. Como ya hemos comentado anteriormente, el tema principal de la narración es el enamoramiento entre Pepita Jiménez y Luis de Vargas, junto con el problema que hace que este amor sea imposible: el joven protagonista está a punto de convertirse en sacerdote. En todo este proceso, continuamente se pone a la mujer como objeto de pecado y gran tentación, aludiendo al mito de la creación cuando — supuestamente— Eva incitó a pecar a Adán. De la misma manera, Valera nos transforma dicho pasaje bíblico en forma de historia de amor, pero evidentemente con los mismos roles: una mujer provocadora y un hombre víctima de esta provocación. A mi parecer, un posible trabajo interesante podría ser analizar la cantidad de expresiones con las que se trata a la mujer, incluso de la boca de la propia mujer. Observando de esta manera algunos de los grandes tópicos misóginos de la historia de la literatura, como por ejemplo, la mujer como engañadora, provocación, tentación, etc. LITERATURA ESPAÑOLA 1850-1914 CLÀUDIA GARRIGÓS Ya para concluir, he decir que es una novela muy agradable de leer a pesar que la parte epistolar me resultara un tanto lenta, quizás por las innumerables referencias religiosas y el detallismo con el que se llevaban a cabo las descripciones y los pensamientos. En definitiva, Juan Valera consigue transportarnos a un pequeño pueblo del sur de España con su novela y nos hace partícipes de la narración como si fuéramos un espectador más de esta apasionante historia de amor.