Luis Martín-Santos – El tiempo de silencio El protagonista de la novela es Pedro – un científico que estudia los ratones con tumores de cáncer, importados de América. Trata de averiguar si su cáncer es genético o es un virus. Pero todos los ratones mueren en su laboratorio. Su ayudante Amador le confiesa que su pariente Muecas tiene algunos ratones en su chabola (Amador se los había dado) y que en las condiciones de su humilde morada prosperan muy bien. Pedro y Amador van al barrio de las chabolas, en las que el nivel de la miseria y de la capacidad de invención es horroroso. El sábado por la noche sale con su amigo Matías – están bebiendo y pasando por varios bares en el centro. Otras noches pasa el tiempo en el salón de la pensión en la que vive, con su dueña, su hija y su nieta. La dueña con su hija quieren lograr que Pedro se enamore de la joven Dorita, porque Pedro (que es científico) les parece un buen partido. Pedro y Matías terminan la noche del sábado en un prostíbulo – Pedro deja a su amigo en las manos de una vieja prostituta y él mismo regresa a la pensión sin gozar de los servicios de las rameras. En la pensión no puede resistir (Dorita es muy joven y guapa) y entra en la habitación de ella situada al lado de su propia habitación (la dueña es también una alcahuete y parece que varios años les vendía a su propia hija a los huéspedes). Pedro hace el amor con Dorita y así cae en la emboscada de la dueña y tendrá que cumplir con su obligación y casarse con la joven. Esa misma noche le visita Muecas y le pide ayuda – su hija Florita está sangrando mucho. Pedro no tiene experiencas prácticas como médico – se dedica solamente a la ciencia. Siente pena por Muecas y quiere ayudarle a su hija y por eso le acompaña a su chabola. Nos enteramos de que Muecas mismo trató de hacerle a su hija un aborto (Muecas dormía con su esposa y sus hijas en la misma cama y Florita se quedó embarazada de él), pero muchísima sangre le asustó y por eso fue a buscar a Pedro. Pedro no sabe como afrontar la situáción tan terrible pero con la ayuda de Amador trata de salvar a Florita. Pero la pobre muere o tal vez ya estaba muerta cuando Pedro llegó. Pedro, muy quebrantado, se va a la pensión. Amador está confrontado con el Patrona, un hombre muy violento que estaba enamorado de Florita. El Patrona quiere saber el nombre del responsable de su embarazo y muerte. Amador le dice que fue Pedro (es que no quiere traicionarle a su pariente Muecas?). Pedro es acusado de la muerte de Florita y Matías lo esconde en el prostíbulo, pero lo encuentran, lo meten en la cárcel y le hacen confesar su culpa. Si no es por la madre de Florita, que dice que Pedro es inocente y que su hija ya estaba muerta cuando llegó a la chabola, Pedro probablemente habría estado en la cárcel muchos años. Lo ponen en libertad y se celebra la fiesta de sus esponsales con Dorita. Pero Pedro ha perdido su buena reputación y el director de su instituto científico le dice que no sirve para la carrera científica y lo despide. Le aconseja dedicarse a la práctica de médico en el campo. Pedro, Dorita y su madre van a la feria, en donde se divierten y Pedro le compra dulces a Dorita. Pero en la feria está también el Patrona que sigue deseando la venganza y le da puñaladas a Dorita. La joven muere. Pedro está desilusionado y hastiado del mundo y de la sociedad. Tiene un monólogo trágico e irónico a la vez, sobre el tiempo de silencio, en el que vivimos. Sobre la época del sufrimiento e injusticia, soportados por la gente en silencio. Las bombas y la radiación alfa o gama tampoco matan con el ruido. La mejor y la más eficaz máquina es la que no hace ruido. Le gente es apática, cansada, ya ni siquiera siente el dolor y por eso no grita. Pedro, resignado y frustrado (no puede dedicarse a la ciencia), se va al campo. La narración de la novela es muy interesante – se narra mediante los espacios – primero se describen los lugares (las chabolas, la pensión, el centro de la ciudad por la noche, el prostíbulo, el cementerio, la casa de Matías, la cárcel...) y después se narra el arumento, la acción. El estilo y el narrador cambian, varían. El estilo artístico y el estilo científico (por ejemplo aparecen términos de medicina) se mezclan. Hay fuerte ironía, por ejemplo al describir los espacios más pobres – el escritor los describe como majestuosos y fascinantes, con comparaciones elevadas y nobles (Amador en el monte encima de las chabolas parece el Moisés, las chabolas – construcciones de la miseria absoluta – las compara con las construcciones perfectas de las abejas o los castores... ). Hace de la necesidad virtud: “¡De qué maravilloso modo allí quedaba patente la capacidad para la improvisación y la original fuerza constructiva del hombre ibero! ¡Cómo los valores espirituales que otros pueblos nos envidian eran palpablemente demostrados en la manera como de la nada y del detritus toda una armoniosa ciudad había surgido a impulsos de su soplo vivificador!” (p. 33-34) En realidad las chabolas son el centro del incesto, la miseria y los crímenes. La manera de describir la pensión es muy similar. Primero Martín-Santós la describe como un lugar decente, hace años hasta a cierto nivel social, con las dueñas trabajadoras. Ya se nota cierta ironía: “Eran tan amables con él las tres mujeres de la casa. Aquello ya para él no era pensión. Se había convertido en una familia protectora y oprimente. La astuta anciana había ido seleccionando una colección de hombres solos, estables, de mediana edad, que se retiraban a sus cuartos en cuanto el postre había sido consumido.“ (p. 27) o „Algunas noches, pues, Pedro después de cenar se sometía al rito de la tertulia que se desarrollaba en el mismo salón-comedor cuando la criada hubiere levantado los manteles sustituyendo así el ambiente frío de un hotel de tercera por el no menos deslavazado y cursi, pero más acogedor, de un saloncito de clase media modesta con recuerdos de la gloria familiar pasada.“ (p. 28 – 29). Pero la realidad es mucho peor: la pensión no es tan decente como parece (sirve también de un prostíbulo privado – la dueña a veces vende el cuerpo de su hija (y nieta?) a los clientes). El escritor así, mediante un brillo falso, muestra la pobreza y la suciedad del Madrid del final de los años 50 – todo es todavía más miserable y más sucio de lo que parece en el principio. El la novela podemos notar las relaciones intertextuales con las obras como Don Quijote o Luces de Bohemia (paseos nocturnos con Matías por la ciudad y por los bares, el alcohol, las conversaciones sobre el arte y la literatura, visita de un prostíbulo... ). Pedro es como Don Quijote – un alma ingenuo con buen corazón – que pasea por Madrid acompañado por el práctico Amador con el sentido común (parece Sancho Panza), está encerrado en su propio mundo y parece ingenuo y tonto – la gente le engaña y abusa de él fácilmente. Katarína Gecelovská