Sor Juana Inés de la Cruz, Antología precedida de un estudio biográfico-crítico. México, Ed. Novaro 1962, pp. 102-103. DÉCIMAS OPÓNESE LA RAZÓN A LA TlRANÍA DE UN AMOR VIOLENTO Dime, vencedor rapaz, vencido de mi constancia, ¿qué ha sacado tu arrogancia de alterar mi firme paz? Que aunque de vencer capaz es la punta de tu arpón el más duro corazón, ¿qué importa el tiro violento, si a pesar del vencimiento queda viva la razón? Tienes grande señorío; pero tu jurisdicción domina la inclinación, mas no pasa al albedrío. Y así librarme confío de tu loco atrevimiento, pues aunque rendida siento y presa la libertad, se rinde la voluntad, pero no el consentimiento. En dos partes dividida tengo el alma en confusión: una esclava a la pasión y otra a la razón medida. Guerra civil encendida aflige el pecho importuna: quiere vencer cada una, y entre fortunas tan varias morirán ambas contrarias, pero vencerá ninguna. Cuando fuera, Amor, te vía, no merecí de ti palma; y hoy, que estás dentro del alma, es resistir valentía. Córrase,[1] pues, tu porfía de los triunfos que te gano; pues cuando ocupas, tirano, el alma, sin resistillo tienes vencido el castillo e invencible el castellano. Invicta razón alienta armas contra tu vil saña, y el pecho es corta campaña a batalla tan sangrienta. Y así, Amor, en vano intenta tu esfuerzo loco ofenderme; pues podré decir, al verme expirar sin entregarme, que conseguiste matarme, mas no pudiste vencerme. ________________________________ [1] Córrase: avergüéncese.