RAFAEL ALBERTI OBRAS COMPLETAS TOMO I _ ^ POESIA 1920-1938 EDICI6N, INTRODUCCI6N, BIBLIOGRAFlA Y NOTAS DE LUIS GARCIA MONTERO Todos los derechos reservados. Esta publicacióa no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni regisťrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnetko, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial ÍNDICE GENERAL Esta edición ha merecido una subvenciou de la Dirección GeneraLdel Libro y Bibliotecas del Ministerio de Cultura Masarykova Univerzita v Brn* riioiofická fakulta, Ústřední knihovna Jřir.é. 5554 r OČ.. •• Sign Syst.č. © Rafael Alberti, 1988 © Aguilar, S. A. de Ediciones Juan Bravo, 38. 28006 Madrid ISBN: 84-03-89001-X (torno I) ISBN: 84-03-89901-7 (obra cbmpleta) Depósito Legal: M. 35.994-1988 SOBRE LOS ANGELES [1927-1928] . , ...En el panorama general de la poesia euro-pea del presente siglo, Sobre los angeles ocupa un lugar especial por la intensidad de vision con que revela la crisis de un espiritu imaginative y por el grado extraordinario de precision con que describe los movimientos oscuros y estados de alma. ... Sobre los angeles estd ligado a la terrible crisis en la que Alberti descubre que por una razon inexplicable ha perdido la confianza en si mismo y su apoyo en la existencia, que las cosas que hasta entonces tuvieron valor para el, le guiaron y le mantuvieron, le ban aban-donado repentinamente; que ha sid,d despojado no solo de sus suenos y visiones, sino tambien de todo lo que da sentido y sabor a la vida, y no sabe que pensar ni que hacer. ... Los angeles de Alberti son potencias del espiritu en todos sus ambitos, no buenos o ma-los en si mismos, gratos o desagradables. No son ni siquiera habitos del pensamiento o emo-ciones, sino simples potencias que cualquier hombre puede reconocer dentro de si, fuerzas del espiritu o de la came que dan un sentido a lo que el siente o hace. Puede acogerlos o re-sistirlos, pero existen, y su fuerza no se puede negar. Hasta su origen es oscuro. Han sido relacionados con los angeles. representados L en ej^arte cataMn-primitive, pero no~iienen- xuali-^ dades__especificas cristianas y sus actividades no son como las que asociamos con los angeles buenos o malos. Sin embargo, podemos com- A JORGE GUILLfiN ^..huesped de las nieblas... G. A. Becquer. 382 rafael alberti prender por qué los emplea Alberti. Son^sím- bre^pero refacionadas con íoTmóviles secretos de su naturaleza. ... Las actividades de estos ángeles extraňos y sus diversos papeles en la vida de Alberti son transmitidas a través de una riqueza de imá-genes moravillosamente significativas. Las imá-genes de Alberti no solo tienen una sorpren-dente atracción visual: llevan consigo una gran fuerza de sugestión en el mínimo posible de palabras. En Sobre los ángeles, Alberti muestra cómo una experiencia que parecería ser deprimente_y^ Sht duda, parte de este hecho es prpducto del espíritu combativo que Alberti demuestrd en su lucha con las circunstancias, pero en parte le viene de su magistrál dominio de una técnica moderna. Si esta experiencia hubieta sido ex-presada en una forma más regular';j:más_atm,o-niosa, habňa perdido sus calidades más esen-ciales. Jusiamente por que es tan caótica y tan devastadora, encaja de modo perfecta en un arte que corresponde exactamente a estados des-ordenados del espíritu y del alma. C. M. Bowra (The Creative Experiment.) PARAISO PERDIDO A traves de los siglos,! por la nada del mundo, yo, sin sueno, buscändote. Tras de mi, imperceptible, sin rozarme los hombros, mi angel muerto, vigia. <;Adönde el Paraiso sombra, tu que has estado? Pregunta con silencio. Ciudades sin respuesta, rfos sin habla, cumbres sin ecos, mares mudos. Nadie lo sabe. Hombres fijos, de pie, a la orilla parada de las tumbas, me ignoran. Aves tristes, cantos petrificados, en extasis el rumbo, ciegas. No saben nada. Sin sol, vientos antiguos, inertes, en las leguas por andar, levantandose calcinados, cayendose de espaldas, poco dicen. 386 rafael alberti Diluidos, sin forma, la verdad que en si ocultan, huyen de mí los cielos. Ya en el fin de la Tierra, sobre el ultimo filo, resbalando los ojos, muerta en mi la esperanza, ese portico verde busco en las negr as si mas. jOti boquete de sombras! jHervidero del mundo! i Que confusion de siglos! jAtrás, atrás! iQué espanto de tinieblas sift voces! jQue perdida mi alma! —Angel muerto, despierta. (jDónde es tas? Ilumina con tu rayo el retomo. Silencio. Mas silencio. Inmóviles los pulsos del sinfin de la noche. jParaiso pcrdido! Perdido por buscarte, yOj sin luz para siempre. HUÉSPED DE LAS NIEBLAS I DESHAUCIO Angeles malos o buenos, que no sé, te arrojaron en mi alma. Sola, sin muebles y sin alcobas, deshabitada. De rondón, el viento hiere las paredes, las más finas, vítreas láminas. Humedad. Cadenas. Gritos. Ráfagas. Te pregunto: (iCuándo abandonas la casa, dime, que ángeles malos, crueles, quieren de nuevo alquilarlä? Dimelo. EL ANGEL DESCONOCIDO i Nostalgia de los arcángeles! Yo era... Miradme. m KM Hl /I' ■HBR •H. 1i*' MĚĚBĚ It; ' . ■ tli i 390 RAFAEL ALBERTI Vestido como en el mundo, ya no se me ven las alas. Nadie sabe cómo fui. No me conocen. Por las calles, /' fea, sola. -JUL. Sola entre cuatro sombras. Muerta. . 392 rafael alberti sobre los angeles V'| ' rlQuiÉN sacude eß fni almohadä reinados de yel y sangre, ^ cielos de azufre, li mates de vinagre?^ ,jQué voz difunta los manda? Contra mí,_mundoš" enteros, contra mí, dormido, maniatado, indefenso. Nieblas de a pie y a caballo, niěblas regidas por liumos que yo conozco cn mí enterrados, . van a borrarme. -1 ^-i>?J Y se derrumban murallas, \ lös füertes de las ciüdädes que me velaban. Y se derrumban las torres, las empjnadas centinelas de mi suefio. Y el viento, la tierra, la noche. 4 / Jä-Yo. (Luna.) Al estánque. Brazos verdeš y sombras te apretaban el talle. Recuerdo. No recuerdo. i Ah, si! Pasaba un traje deshabitado, hueco, cal muerta, entre los árboles. Yo seguía... Dos voces me dijeron que a nadie. 5 " pjr Dändose contra los quicios, contra los ärboles. La luz no le ve, ni el viento, ni los cristales. ^ i Ya, ni los,cristales. , - No conoce las ciudades. No las recuerda._________ Va muerto. Muerto, de pie, por las calles. No le pregunteis. jPrendedle! No, dejadle. Sin ojos, sin voz, sin sombra. Ya, sin sombra. Invisible para el mundo, para nadie. IBP .i Wh', "i"' ^1 •lili íiiíl"" 394 rafael alberti Llevaba una ciudad dentro. La- perdió. Le__gerdiS£9n- Solo, en el £ilo del mundo, ^- _ ^ clavado ya, de~yeso. ff' No es un hombre, es un boquete / de humedad, negro, " v '/ pór el que no se ve nada, .' 1 i Grito. jNada! Un boquete, sin eco. ,■<•'? ii Llevaba una ciudad dentro. Y la perdÍQ_sm^ombate.__. Y le perdieron. Sombras vienen a Uorarla, _ a llorarle. ~Tú, caída, tu, derribada, tú, la mejor de las ciudades. ___'_m_ŮJtSSl sobre los angeles Y tú, muerto, tú, una cueva, un pozo tú, seco.: . / Te dormiste. Y ángeles tuřbios, coléricos, ^ la carbonizaron. ^ Te carbonizaron tu sueňo. Y ángeles turbióS, coléricos, carbonizaron tu alma, tu cuerpo. 8 (VISITA) CP Hum o. Niebla. Sin forma, sauste de mi cuerpo, funda vada, sola. ;, , Sin herir los fanales nocturnos de la alcoba, por la ciudad del aire. De la mano del yelo, las deslumbradas calles, humo, niebla, te vieron. Y hundirte en la velada, fría luz en silencio , de una oculta ventana. 395 396 rafael alberti sobre los angeles 397 EL ANGEL BUENO Un afio, ya dormido, alguien que no esperaba se pato en mi ventana. —«iLevantate!» Y mís ojos vieroň plumas y espadas. Atrás, monies y mares, nubes, picos y alas, los ocasos, las albas. —jMírala ahí! Su sueňo, pendiente de la nada. —jOh anhelo, fijo mármol, fija luz, fijas aguas movibles de mi alma! Alguien dijo: «iLevantate!» Y me encontré en tu estancia. MADRIGAL SIN REMEDIO Porque al f in te perdieron fuegos tristes y humos lentos velaron, vedaron el castillo, nívea cárcel, donde la rosa olvida sus fantasmas, mi corazón, sin voz ni batallones, viene solo al asalto de esas luces, espejos de ceniza, llevadoras a un muerto sur de muertes. Ve su pecho ascendido en dos arroyos de agua y sangre, hacia el tuyo quemado ya por huecos tizos fáciles, falsos, flor, pena mía, sin remedio. JUICIO jOh sorpresa de nieve descenida, vigilante, invasora! Voces veladas, por robar la aurora, te llevan detenida. Ya el fallo de la luz hunde su grito, juez de sombra, en tu nada. (Y en el mundo una estrella fue apagada. Otra, en el infinito.) LOS ANGELES BELICOS (NORTH, SUR) Viento contra viento. Yo, torre sin mando, en medio, Remolinos de ciudades bajan los desfiladeros. Ciudades del viento sur, que me vier on. Por las never as, rodando, pueblos. Pueblos que yo desconozco, ciudade,s del viento norte, que no me vieron, 398 rafael alberti Gentío de mar y tierra, nombres, preguntas, recuerdos, f rente a f rente. Balumbas de frío encono, cuerpo a cuerpo, Yo, torre sin mando, en medio, lívida torre colgada de almas muertas que me vieron, que no me vieron. Viento contra víeňto. EL ÁNGEL DE LOS NÚMEROS Vírgenes con escuadras y compases, velando las celestes pizarras. Y el ángel de los números, pensativo, volando del 1 al 2, del 2 al 3, del 3 al 4. Tizas frías esponjas rayaban y borraban : la luz de los espacios. Ni sol, luna, ni estrellas, ni el repentino verde del ray o y el relámpago, ni el aire. Solo nieblas. Vířgenes sin escuadras, sin compases, llorando. sobre los angeles 399 Y en las muertas pizarras, el ángel de los números, sin vida, amortajado sobre el 1 y el 2, sobre el 3, sobre el 4... CANCIÖN DEL ÄNGEL SIN SUERTE Tu eres lo que va: agua que me lleva, que me dejara. Buscadme en la ola. Lo que va y no vuelve: viento que en la sombra se apaga y se endende. Buscadme en la nieve. Lo que nadie sabe: tierra movediza que no habla con nadie. Buscadme en el aire. EL ÁNGEL DESENGAŇADO Quemando los frios, ■ tu voz prendió en mí: ven a mi pais. rafael alberti sobre los angeles Te esperan ciudades, sin vivos ni muertos, para coronarte. —Me duermo. No me esper a nadie. EL ANGEL MENTIROSO Y fui derrotada yo, sin violencia, con miel y palabras. Y, sola, en provincias de arena y de viento, sin hombre, cautiva. Y, sombra de alguien, cien puertas de siglos tapiaron mi sangre. jAy luces! jConmigo! Que fui derrotada yo, sin violencia, con miel y palabras. INVITACION AL AIRE Te invito, sombra, al aire. Sombra de veinte siglos, a la verdad del aire, del aire, aire, aire. Sombra que nunca sales de tu cueva, y al mundo no devolviste el silbo que al nacer te dio el aire, el aire, aire, aire. Sombra sin luz, minera por las profundidades de veinte tumbas, veinte siglos huecos sin aire, sin aire, aire, aire. i Sombra, a los picos, sombra, de la verdad del aire, del aire, aire, aire! LOS ANGELES MOHOSOS Hubo luz que trajo por hueso una almendra amarga. Voz que por sonido, el fleco de la Uuvia, cortado por un hacha. Alma que por cuerpo, la funda de aire de una doble espada. Venas que por sangre, yel de mirra y de retama. Cuerpo que por alma, el vacio, nada. 402 rafael alberti sobre los angeles 403 EL ANGEL CENICIENTO Precipitadas las luces por los derrumbos del cielo, en la barca de las nieblas bajaste tu, CeHiciento. Para romper cadenas y enfrentar a la tierra contra el viento. Iracundo, ciego. Para romper cadenas y enfrentar a los mares contra el fuego. Dando bandazos el mundo, por la nada rodo, muerto. No se enteraron los hombres. Solo tu y yo, Ceniciento. EL ANGEL RABIOSO Son puertas de sangre, milenios de odios, lluvias de rencores, mares. iQué te hice, dime, para que los saltes? (i Para que con tu agrio aliento me incendies todos mis ángeles? Hachas y relámpagos de poco me valen. Noches armadas, ni vientos leales. Rompes y me asaltas. Cautivo me traes a tu luz, que no es la mía, para tornearme. A tu luz agria, tan agria, que no muerde nadie. EL ANGEL BUENO Dentro del pecho se abren corredores anchos, largos, que Sorben todas las mares. Vidrieras, que alumbran todas las calles. Miradores, que acercan todas las torres, Ciudades deshabitadas se pueblan, de pronto. Trenes descarrilados, unidos marchan. Naufragios antiguos flotan. La' luz moja el pie en el agua. i Campanas! Gira mas de prisa el aire. El mundo, con ser el mundo, "li 404 RAFAEL ALBERTI en la mano de una nifía cabe. jCampanas! Una carta del cielo bajó un angel. HUÉSPED DE LAS NIEBLAS II