Radka Soľárová 460090 doc. José Luis Bellón Aguilera, PhD. Španělská literatura v období 1850-1914 27/12/2020 La dualidad de la derrota en Doña Perfecta La creación de Benito Pérez Galdós es posible caracterizar por la preocupación notable del autor por la problemática relacionada con los «episodios nacionales» que en el siglo XIX en España marcó, entre otro, la lucha continua entre las fuerzas tradicionalistas y progresistas, o sea, entre el absolutismo y el liberalismo. También la obra nombrada Doña Perfecta (1876) confirma este propósito literario de Galdós, dado que el argumento de la novela desvela paulatinamente el testimonio sobre la condición del país en crisis que determinó el destino de varias generaciones del pueblo español. El autor se sirvió de la historia de un joven ingeniero para investigar, explicar y advertir el conflicto causante el «estado enfermizo» de la sociedad española en la época mencionada (Manrique Gómez 2). Este concepto lo guardó en el enredo de las relaciones entre personajes, cuyos actos envuelve la hipocresía, destrucción de esperanzas, venganza, poder e impotencia, la fe en cambio y el siguiente fracaso de ideales. El argumento consta básicamente de que José de Rey, a petición de su tía Perfecta, llega a Orbajosa para casarse con su prima Rosario. Pepe viviendo en la casa de su tía se hace partícipe en la vida social en la aldea y así poco a poco conoce sus habitantes y principios conservadores que gobiernan en el pueblo. Rosario se enamora de José, quien, a pesar de la aparente aceptación inicial, experimenta el rechazo notable de su persona por parte de los aldeanos. El ingeniero sabio, presentando abiertamente sus ideas a favor del progreso y colaborando con los militares del gobierno se convierte en una gran amenaza para el pueblo que se esfuerza por mantener el orden tradicionalista, por lo cual los habitantes, comenzando con Doña Perfecta y el sacerdote local Don Inocencio, quieren deshacerse de él. El enredo de intrigas desemboca en que Pepe muere por mala suerte, su prometida pierde la razón por tristeza y don Cayetano, un familiar de Perfecta, ya harto de ocultación constante de la verdad en el pueblo, decide contar a un amigo suyo todo lo sucedido en Orbajosa. Así como insinúa propia trama, la figura de José de Rey de cierto modo «choca» con los demás personajes-habitantes de la aldea. Esta colisión se debe al contraste muy notable que se crea entre los representantes de los dos mundos, pintados como opuestos. El universo de la aldea sugiere al lector la imagen de un ambiente cerrado hacia el resto del mundo, donde la convicción sobre la verdad propia impide la autocrítica y, por tanto, imposibilita cualquier avance de la sociedad orbajosense: [Q]ue aquí estamos muy bien sin que los señores de la Corte nos visiten, y mucho mejor sin oír ese continuo clamoreo de nuestra pobreza y de las grandezas y maravillas de otras partes. […] Por supuesto, no se crea ni remotamente que lo digo por Vd. De ninguna manera. Pues no faltaba más. Ya sé que tenemos delante a uno de los jóvenes más eminentes de la España moderna, a un hombre que sería capaz de transformar en riquísimas comarcas nuestras áridas estepas... (46) Así pues, aparte de la mentalidad hipócrita que demuestra esta modestia artificial de D. Inocencio o la alabanza falsa de la persona de José por su parte, de las palabras del canónigo resulta que los habitantes están contentos con el modo de vida que llevan, rechazando la llamada «filosofía de la ciudad» que conllevaría el cambio de orden. Se guían por las reglas tradicionales, expresándose claramente contra los valores burgueses que representan una amenaza para la religión cristiana, en la que apoyan, o, mejor dicho, con la que ocultan y disculpan la mayoría de sus actos: [L]a ciencia, tal como la estudian y la propagan los modernos, es la muerte del sentimiento y de las dulces ilusiones. Con ella la vida del espíritu se amengua; todo se reduce a reglas fijas, y los mismos encantos sublimes de la Naturaleza desaparecen. Con la ciencia destrúyese lo maravilloso en las artes, así como la fe en el alma. (53) Ahora bien, de lo dicho aquí resulta que la «ruralidad» personificada por la pequeña población de Orbajosa se caracteriza por «la estrechez de las ideas conservadoras», el prejuicio contra la ideología de progreso y el «oscurantismo», lo cual se excluye con la posibilidad de avance (Álvarez 3). La figura de Pepe de Rey encarna todo lo contrario, complementando así la serie de las antítesis ciudad y campo, religión y ciencia, tradición y progreso que se dibujan a lo largo del argumento. Al principio, José comenta francamente los principios gobernantes en el pueblo que le parecen equivocados. A la opinión reservada de los aldeanos responde con la apertura hacia nuevas posibilidades. Exalta el avance científico e industrial impulsado por el despertar definitivo de la razón humana, mientras cuestiona la validez de la religión en los nuevos tiempos: Adiós, sueños torpes: el género humano despierta y sus ojos ven la realidad. […] Dirija Vd. la vista a todos lados, señor Penitenciario, y verá el admirable conjunto de realidad que ha sustituido a la fábula. […] No hay ya más bajadas al infierno que las de la geología […] No hay más subidas al cielo que las de la astronomía […] La fábula, llámese paganismo o idealismo cristiano, ya no existe, y la imaginación está de cuerpo presente. […] Ya no hay más multiplicaciones de panes y peces que las que hace la industria con sus moldes y máquinas y las de la imprenta, que imita a la Naturaleza sacando de un solo tipo millones de ejemplares. En suma, señor canónigo del alma, se han corrido las órdenes para dejar cesantes a todos los absurdos, falsedades, ilusiones, ensueños, sensiblerías y preocupaciones que ofuscan el entendimiento del hombre. Celebremos el suceso. (55-56) Su pensamiento inclinado hacia la ideología de la «ciudad» es marcado por la fe en progreso. Al principio, incluso en la pequeña Orbajosa reconoce el potencial empresarial, por lo que para la aldea propone un plan económico, cuyo carácter demuestra el acuerdo de Pepe con los principios de la modernidad: Por lo poco que he visto, me parece que no le vendrían mal a Orbajosa media docena de grandes capitales dispuestos a emplearse aquí, un par de cabezas inteligentes que dirigieran la renovación de este país, y algunos miles de manos activas. Desde la entrada del pueblo hasta la puerta de esta casa he visto más de cien mendigos. La mayor parte son hombres sanos y aun robustos. Es un ejército lastimoso cuya vista oprime el corazón. (45) Pues bien, queda claro que José de Rey con sus ideas a favor de ciencia, crecimiento económico, racionalismo, reorganización de la sociedad, etc., se halla en fuerte contradicción con la filosofía de la aldea, esbozada anteriormente. La fricción constante de estos valores diferentes, así como cada tensión que se produce entre las fuerzas contrarias, desemboca en Doña Perfecta en la «explosión final». Al final se trata de Pepe, quien se convierte en la víctima de esta lucha continua, puesto que su historia termina con una muerte doble. José es castigado por su impetuosidad en expresarse en contra lo tradicional con el odio de todo el pueblo. Según Marta Manrique Gómez es «el hecho de no poder simpatizar con el extremo y anclado conservadurismo social y político de una comunidad rural como la de Orbajosa», lo cual causa la «muerte primera», es decir, «le impide ver que las ideas relacionadas con el cambio y la modernización son divisas y prácticamente irrealizables» (6). Dicho de otro modo, las ideas alternativas de Pepe sufren una derrota ante la ley fija del pueblo, dado que resultaron insuficientes para penetrar las reglas determinadas, por lo cual se destruyen también las creencias del protagonista en cualquier progreso de la sociedad de Orbajosa. En todo caso, Pepe no solo que pierde la fe en cambio sino también poco a poco «muere» su propia convicción de sinceridad. Si bien es porque se hace obligado por la circunstancia, o sea, por la necesidad de sobrevivir en la sociedad hipócrita y calculadora, tal como tal, José acaba jugando sucio y engaña de la misma manera que sus enemigos. La segunda muerte de Pepe de Rey es la literal. Además de las opiniones atrevidas y actuación «inconforme», la persona de José es una «piedra en el zapato» de varios habitantes del pueblo incluso por las razones personales. Por lo tanto, el esfuerzo por la eliminación discreta de José, el embrollo de intrigas en ambos lados, juegos mojigatos e intereses egoístas de todos los personajes culminan con que Pepe de Rey es matado por los habitantes de Orbajosa: «Respecto de la muerte de Rey, corre por el pueblo el rumor de que fue asesinado. No se sabe por quién» (Galdós 314). La hipocresía del pueblo y la extremidad de esta situación motiva a don Cayetano a decir por fin toda la verdad sobre Orbajosa, escribiéndolo todo en cartas a un amigo suyo. También el libro termina con un tono revelador: «Esto se acabó. Es cuanto por ahora podemos decir de las personas que parecen buenas y no lo son» (Galdós 319). Pues bien, una vez aproximado el concepto de la lucha entre las fuerzas contrarias que ofrece la novela se hace oportuno explorar la finalidad de la presencia de este motivo en el argumento de Doña Perfecta. El choque constante de dos lados, mutuamente excluyentes, que causa la doble derrota final de uno de ellos hace alusión llamativamente al conflicto clave de España del siglo XIX. Galdós con su novela parece esbozar el enfrentamiento entre las dos Españas – tradicional y moderna, en lo que se aviene también la crítica literaria (Álvarez 6, Gullón 1, Manrique Gómez 3, Pope 282-283). Los valores tradicionalistas los guardó en la imagen de Orbajosa que, de este modo, puede representar cualquier ambiente rural del siglo XIX oponente a la moral de la ciudad que se basa en las ideas progresistas. Estos brotes de la modernidad autor expresó a través del personaje José. En todo caso, el autor no solo que advierte el combate de los polos opuestos sino también insinúa su resultado posible. Partiendo de la trama, por un lado, Galdós parece simpatizar con la filosofía de la modernidad, puesto que ofrece para España «enferma» el remedio en forma del cambio y progreso. Por otro lado, resulta cuestionar el éxito de este proyecto moderno, o sea, con la «doble muerte de lo nuevo», personificado por Pepe, indica que cuenta con la derrota del liberalismo y con la inalterabilidad de los valores tradicionales en su patria. En otras palabras, Galdós presenta el conflicto, después propone cierta resolución para ello, pero luego sugiere el fracaso de esta solución y necesidad de aceptar la persistencia de lo antiguo. Germán Gullón considera esta actitud ambigua propia del siglo XIX, pues, de este modo, también la postura antagonista del autor puede servir de reflejo de la filosofía conflictiva de aquella época: «Galdós, sin embargo, refleja esa actitud dual característica del pensamiento decimonónico; admite, en ocasiones, la validez universal de ciertos valores, y, en otros momentos, los rechaza afirmando el valor de la conciencia individual, la cual los adapta a las circunstancias, y la considerable transformación sufrida por los conocimientos a causa del progreso científico e intelectual» (1). En conclusión, mediante la novela Doña Perfecta se sirve al lector un cuadro sobre España del siglo XIX. Benito Pérez Galdós presenta la condición de su país en un momento delicado, o sea, muestra lo trágico de la lucha de las fuerzas chocantes y el impacto de este combate absurdo en la humanidad. Invita a su público a buscar la solución para España, mientras, prediciendo el resultado miserable de esta competencia advierte la urgencia de encontrarla. Autor propone el remedio para esta situación límite en forma de la modernización reformista, cuyo triunfo eventual considera en el argumento de la novela. Con la finalidad de explicar bien el carácter del «polo progresista», Galdós lo pone en contraste con los valores tradicionalistas y con posterioridad, lo investiga en este trasfondo. De todos modos, se hace oportuno mencionar que este contraste o la dicotomía antiguo y moderno, presentado como malo y bueno, creada en el libro resulta en algunos lugares incierta, ya que los personajes y entonces, los lados que representan muestran varias paradojas y confluencia ocasional. Ya solo la actuación deshonesta, es decir, «la muerte de sinceridad» de José de Rey es una muestra de fusión de principios de los dos universos. Conforme a la crítica literaria, este hecho impide tener la obra por una verdadera novela de tesis que determina claramente los lados en contraposición, determinando su desavenencia e impermeabilidad mutua (Gullón 1). Así pues, tal como se ha insinuado más arriba, a pesar de la univocidad aparente de la oposición esbozada en el libro y la claridad de la solución que el autor parece proponer, hay que darse cuenta también de la actitud dual del autor y «difuminar la estricta oposición entre un liberal de malos modales, pero bueno y progresista» y los representantes del pueblo hipócritas y malos (Pope 288). De esto se desprende que Galdós no solo está presentando la contrariedad del conflicto, sino también en el marco de las antítesis formadas realiza su propia argumentación, descubriendo los matices de la doctrina de ambos polos rivales. De esta manera, está inyectando en el argumento de Doña Perfecta su ideología personal que procura comunicar al lector, llamándolo a valorar críticamente y crear el juicio propio sobre el conflicto presentado. Bibliografía primaria: Pérez Galdós, Benito. Doña Perfecta. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2001. Bibliografía secundaria: Álvarez, Raúl. “Ideologización del espacio en Doña Perfecta y Aves sin nido: La oposición campo-ciudad.“ Decimonónica, n.º 1, Vol. 1, otoño 2004, p. 1-15. Asociación de universidades estadounidenses, https://www.biblioteca.org.ar/libros/141606.pdf. Acceso: 25 de octubre de 2020. Gullón, Germán. “‘Sustituyendo el azogue del espejo’: la novelización de la ideología decimonónica en Doña Perfecta.“ Galdós y la historia, Dovehouse Editions, 1988. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes, http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmczg713. Acceso: 20 de octubre de 2020. Manrique Gómez, Marta. “Doña Perfecta de Galdós: la representación del conflicto identitario de la sociedad española.“ Revista de Estudios Literarios, n.º 41, 2009, p. 1-8. Universidad Complutense de Madrid, https://www.biblioteca.org.ar/libros/150875.pdf. Acceso: 25 de octubre de 2020. Pope, Randolph. “Cambio, Progreso y Transformación: Releyendo Doña Perfecta de Galdós”. Anales de la literatura española contemporánea, n.º 1/2, Vol. 38, 2013, p. 277–292. Society of Spanish and Spanish-American Studies, JSTOR, www.jstor.org/stable/24431751. Acceso: 30 de octubre de 2020.