Tema 3 Lírica culta medieval: poesía galaicoportuguesa, Cantigas de Santa María, mester de clerecía. Juan Ruiz y el Libro de buen amor Aprenderemos: * cuáles eran las modalidades más representativas de la poesía galaicoportuguesa * qué diferencia hay entre el mester de clerecía y el mester de juglaría * en qué consiste la singularidad del Libro de buen amor Palabras clave de esta unidad: poesía lírica – poesía galaicoportuguesa – cantigas de amor – cantigas de amigo – cantigas sacras – cantigas de escarnio y maldecir – saudade – alborada – Cantigas de Santa María – Alfonso X el Sabio – cantigas de loor – mester de clerecía – mester de juglaría – alejandrino – Gonzalo de Berceo – leyendas marianas – Juan Ruiz – Libro de buen amor – cuaderna vía Introducción La tradición narrativa de los cantares de gesta castellanos fue continuada con las crónicas en prosa del siglo siguiente (s. XIII) y con los primeros romances; hablaremos de ello más adelante. Ahora vamos a examinar las primeras manifestaciones de la poesía lírica medieval. Hay dos tradiciones de la poesía lírica en España, cada una con su origen en el canto popular de una región determinada: una es castellanoandaluza, relacionada con la forma romance de zéjel; otra es la galaicoportuguesa. Esta última, enlazada con formas importadas de Provenza, dominó la poesía lírica culta de los primeros tiempos de la Edad Media. Poesía galaicoportuguesa La lírica europea se inicia con la poesía llamada provenzal que llega a su culminación entre 1150 y 1200 en el sur de Francia. Fue una poesía de pequeñas cortes feudales, que expresaba el amor (en general, amor extra-matrimonial), contenía pocas ideas e imágenes, pero revelaba una gran habilidad técnica. Por el camino de los peregrinos a Compostela (Camino de Santiago) llegó a Galicia y de aquí, a Portugal. Pronto comenzaron a escribirse imitaciones de la poesía provenzal en gallego, lo que estimuló también el interés por la poesía campesina local, y se formó una clase de juglares que iba a labrar y refinar los cantos orales de la región, derivados a veces de los antiguos ritos paganos. La poesía galaicoportuguesa, cultivada desde la segunda mitad del s. XII hasta el primer cuarto del s. XIV, empleaba cuatro principales modalidades genéricas: la de las cantigas* de amor (poemas de amor cortés, en los que el poeta expresaba el amor por su dama); la tradicional de las cantigas de amigo (que comentaremos aparte); la de las cantigas sacras (su ejemplo más notable son las Cantigas de Santa María; ver más abajo); la de las cantigas de escarnio* y maldecir (de tipo burlesco, atacan personas, grupos sociales e instituciones). Cantigas de amigo La más original y representativa entre las cuatro mencionadas es, sin ninguna duda, la cantiga de amigo que mantiene la temática amorosa de las jarchas: el poeta pone en boca femenina las quejas de amor. La muchacha expresa su tristeza por la ausencia o la infidelidad del amado, se confiesa a su madre o sus hermanas, interroga a los elementos de la naturaleza (p.ej., pide noticias de él a las flores). Hasta hoy se han preservado unos 500 cantos; muchos nos impresionan todavía por su vitalidad rítmica, su aire de nostalgia, sus temas a la vez sencillos y conmovedores. Casi toda la poesía galaicoportuguesa es melancólica, su nota constante es la saudade*: especie de añoranza, una vaga ansia nostálgica y triste. Ejemplo He aquí un ejemplo de la cantiga de amigo, forma más característica de la poesía galaicoportuguesa. Se trata de una alborada (canción de alba) de comienzos del s. XIII. Obsérvase la peculiar estructura del poema: los versos se agrupan en dísticos (pareados) asonantados, entre los cuales hay un estribillo de un solo verso. Los pareados impares tienen la asonancia en i y los pares, en a; así tenemos: iix, aax, iix, aax, etc. Levad’, amigo, que dormides as manhanas frias; toda-las aves do mundo d’amor dizian: leda m’and’eu. Levad’, amigo, que dormides as frias manhanas; toda-las aves do mundo d’amor cantavan: leda m’and’eu. Toda-las aves do mundo d’amor dizian; do meu amor e do voss’en ment’avian: leda m’and’eu. Toda-las aves do mundo d’amor cantavan; do meu amor e do voss’i enmentavan: leda m’and’eu. […] Vos lhi tolhestes os ramos en que siian; e lhi secastes as fontes en que bevian: leda m’and’eu. Vós lhis tolhestes os ramos en que pousavan e lhi secastes as fontes u se banhavan: leda m’and’eu. (Nuno Fernandes Torneol) (“Levantaos, amigo, que dormís en las mañanas frías; todas las aves del mundo de amor decían: feliz me fui. Levantad, amigo, que dormís en las frías mañanas; todas las aves del mundo de amor cantaban…Todas las aves del mundo de amor decían; mi amor y el vuestro en las mentes tenían…Todas las aves del mundo del amor cantaban; mi amor y el vuestro mencionaban…[…] Vos les quisisteis las ramas en que posaban y les secasteis las fuentes en que se bañaban…”) ¿Difiere mucho, a tu parecer, el gallego medieval del castellano? ¿Entiendes el poema sin leer la traducción? ¿Qué observaciones harías a propósito del contenido del poema y del ambiente en que se desarrolla la escena? Cantigas de Santa María Mientras duró la popularidad de la lírica galaicoportuguesa, el gallego se convirtió en el lenguaje de la poesía lírica en toda España (excepto Cataluña, donde la influencia de la poesía provenzal fue directa). El testimonio más representativo de ello son las famosas Cantigas de Santa María. Se trata de una colección de 427 cantos que celebran los milagros de la Virgen. Las compuso, con la ayuda de un equipo de juglares, el rey de Castilla Alfonso X el Sabio (1221-1284). Su estructura métrica recuerda el zéjel árabe, aunque presentan una gran variedad de formas, basadas en el amplio repertorio que ofrecía la tradición galaicoportuguesa. Uno de cada diez de estos poemas viene constituido por una cantiga de loor (canción de alabanza); se les acopló música, transformándolas muchas veces en himnos litúrgicos, empleados en el culto. Hoy las cantan, luciendo su incomparable belleza, grupos especializados en la recuperación de las tradiciones musicales españolas. Por cierto: ¿Has escuchado alguna vez las grabaciones de las Cantigas de Santa María? Si no, no olvides que las puedes encontrar en la sección de discografía clásica de cualquier tienda especializada. Mester de clerecía y mester de juglaría En la época del desarrollo de la escuela poética galaicoportuguesa, entre el s. XII y el XIV, en Castilla empieza a florecer otra clase de poesía: una poesía narrativa, llamada mester de clerecía*. Como su nombre indica, era una poesía escrita por sacerdotes o clérigos, opuesta, de algún modo, al otro, anterior, “mester”, que era el de juglaría*. Ambos se influyeron y coexistieron, como dos estilos utilizados a veces por un mismo poeta (Juan Ruiz, por ejemplo). Tratemos, sin embargo, de definir lo que más los distingue. El mester antiguo, de juglaría, era un conjunto de poemas orales y poesías narrativas que se transmitieron en Castilla gracias a los juglares que los cantaban o recitaban en lugares públicos y muchas veces eran sus autores; los temas se inspiraban en motivos de origen nacional, castellano, y el metro era irregular. En cambio, el mester de clerecía era una poesía erudita, poesía de los monasterios y de las nacientes universidades, lo que explica la predilección por ciertos asuntos (temas buscados en la Antigüedad clásica y en las tradiciones marianas de la Edad Media) y el fondo de cultura escolástica*. No eran obras para ser cantadas por plazas y campos, sino para ser leídas por los cultos; servían también como lectura piadosa para monjes y otra gente devota. En el mester de clerecía es también importante la forma métrica. Los autores tenían conciencia de su arte (“mester”), utilizaban estrofas regulares, con versos alejandrinos* (esta limitación formal no existía en el arte de juglaría). En el s. XIII tenemos tres principales ejemplos del mester de clerecía: dos extensos poemas de temas clásicos, sacados de los originales latinos o griegos y situados en un fondo seudohistórico, el Libro de Apolonio (cuyo héroe representa un tipo ideal de perfección caballeresca) y el Libro de Alexandre (se trata de Alejandro Magno), más las vidas rimadas de santos, escritas por Gonzalo de Berceo. Este autor, que vivió en la primera mitad del s. XIII, monje de un monasterio benedictino, es el primer poeta castellano del que sabemos el nombre. Su obra más conocida, Los milagros de Nuestra Señora, está basada en una colección de leyendas marianas escritas en latín y trata de infundir en el lector una devoción incondicional a la Virgen, madre generosa e indulgente de todos los que acuden a ella. Ejemplo Mester traigo fermoso^1, non es de ioglaria mester es sen^2 pecado, ca^3 es de clerezia; fablar curso rimado por la cuaderna vía, a sílabas contadas, ca es grant maestría. ^1hermoso. ^2sin. ^3porque. En estos versos, sacados del Libro de Alexandre (poema anónimo de mediados del s. XIII), se contrapone el mester de clerecía al mester de juglaría. ¿En qué sentido se aplica al primero las cualificaciones de “fermoso” (hermoso) y “sen [sin] pecado”? ¿Qué noción de pecado tenía el autor y cómo entendía la “hermosura” de un texto literario? Juan Ruiz: Libro de buen amor Hemos llegado a una figura clave de la literatura de la Edad Media, Juan Ruiz (c. 1283-c. 1350), sacerdote, arcipreste* de Hita*, uno de los más interesantes escritores hispanos de todos los tiempos. Su obra está recogida, y revisada por el poeta mientras estaba encarcelado (por orden del arzobispo de Toledo), en la colección que hoy es conocida bajo el título Libro de buen amor (c. 1330). En el prefacio el autor distingue el amor inspirado por Dios (el “buen amor”) del pecaminoso amor de mujeres (el “loco amor”); el libro estaría escrito para mostrar, con unos ejemplos, los peligros de este amor terrenal. Sin embargo –añade–, como el pecado es propio de la naturaleza humana, quienes quieran practicar este amor loco, encontrarán aquí modos útiles de hacerlo. Esta obra miscelánea, compuesta de poemas narrativos de diversa longitud, escritos en cuaderna vía*, destaca por su tono alegre, irónico, incluso burlesco. El amor es tratado de manera delicada y humorística a la vez. Con unos cantos religiosos intercalados (himnos a Dios y a Nuestra Señora), es una mezcla de temas cómicos y serios; su rasgo más original sería el hilo autobiográfico que enlaza los pasajes satíricos o moralizadores (como la diatriba contra la omnipotencia del dinero) con las fábulas (enxiemplos*) que se narran como ilustraciones. Las aventuras amorosas supuestamente protagonizadas por el yo narrador se suceden a un ritmo veloz a lo largo del libro; merecen destacarse sus encuentros con las horrendas serranas o el episodio del cortejo de una monja, doña Garoza. En la parte central de la obra aparece la historia de Don Melón y Doña Endrina, ayudados en sus amoríos por la Trotaconventos* cuya figura es un claro precedente de Celestina*, y el relato alegórico sobre la batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma; otra personificación es la de Don Amor que proporciona consejos a los amadores desdichados. La filosofía amatoria del Arcipreste es sumamente positiva. El amor refina al tosco, hace hablar al callado, da energías al perezoso, mantiene al joven en su juventud y al viejo le permite perder muchos años. E incluso, si el cortejo del amante no tiene éxito, el amor es delicioso (“aunque non gaste la pera del peral, en estar a la sombra es plazer comunal”). La pasión amorosa no tiene más que un defecto: “El amor siempre fabla mintroso*”. El Libro de buen amor es una obra de extraordinaria riqueza y de muy amena lectura hasta hoy día. Ejemplos 1 Abordando el tema principal del Libro de buen amor, Juan Ruiz expresa su opinión sobre la naturaleza humana –la de un varón– en estos elocuentes términos: Como dize Aristótiles^1, cosa es verdadera, el mundo por dos cosas trabaja: la primera, por aver mantenencia^2; la otra cosa era por aver juntamiento^3 con fembra plazentera. ^1Aristóteles. ^2alimento, sustento. ^3acoplamiento, unión carnal del varón con la hembra . 2 De las propiedades^1 que las dueñas chicas han^2 Quiero abreviarvos, señores, la mi predicación, ca siempre me pagé^3 de pequeño sermón. E de dueña pequeña e de breve rrasón^4: ca lo poco e bien dicho finca en el coraçón. […] Son frías de füera; en el amor ardientes, en cama solaz, trebejo^5, plasenteras e rrientes, en casa cuerdas, donosas, sosegadas, bienfasyentes^6; muncho fallaredes^7, a do byen paredes mientes^8. […] Es pequeño el grano de la buena pimienta; pero más que la nués conorta^9 e más calyenta: asy dueña pequeña, sy todo amor consienta, non ha plaser del mundo qu' en ella non se sienta. […] En la muger^10 pequeña non ha conparaçión: terrenal parayso es e consolaçión, solás^11 e alegría, plaser e bendiçión, ¡mijor es en la prueva qu'en la salutaçión! Ssyenpre quis^12, muger chica, más que grand 'nin mayor: ¡non es desaguisado de grand mal ser foydor!^13 Del mal, tomar lo menos: díselo el sabidor:^14 ¡por end'^15 de las mugeres la menor es mijor! ^1cualidades. ^2tienen. ^3me contenté. ^4dicho, discurso. ^5juguete. ^6bienhechoras. ^7aun mucho más hallaréis. ^8a donde paréis mientes (parar mientes = fijarse). ^9conforte. ^10con la mujer. ^11solás = solaz. ^12quise. ^13no es falta huir del mal. ^14sabio. ^15por ende = por tanto. O vlastnostech malých žen Zkrátím svou řeč, pánové, ať není příliš zdlouhavá, neboť malá kázáníčka zdají se mi lákavá nejinak než malá žena nebo krátká rozprava: co je stručné, ale dobré, to nám v srdci zůstává. […] Navenek jsou tuze chladné, v lásce hoří neustále, v loži hravé, rozesmáté, potěšení dokonalé, v domácnosti moudré, tiché, pečlivé a všeho znalé, našlo by se toho více, jen musíte hledat dále. […] Dobrý pepř má drobounká, ba nepatrná zrníčka, ale hřeje víc než ořech, byť ho byla trošička: když se vzdává malá žena, jakkoli je maličká, není věru jedné slasti, kterou muže nehýčká. […] Kulhá každé přirovnání, neboť žena, je-li malá, bývá nebe na zemi a spokojenost dokonalá, útěcha a požehnání, slast a radost neskonalá; ale vlastní zkušenost je lepší nežli cizí chvála. Vždycky hledím po maličkých raději než po větších, velkému zlu utíkati není přece žádný hřích: za dvou zel si vybrat menší radí mnoho moudrých knih, a proto se zamilujte do nejmenší z nejmenších! (trad. por Antonín Přidal) La alabanza de las cualidades de las “dueñas chicas” es uno de los pasajes más conocidos del Libro de buen amor. Tras la lectura del texto, explica qué ideas tenía el Arcipreste sobre las mujeres. ¿Cómo justifica el autor sus preferencias? ¿Qué sentido tiene aquí el refrán “Del mal, tomar lo menos”, aplicado a la mujer? ¿Crees que Juan Ruiz lo toma en serio? 3 Enxiemplo^1 de las propiedades que el dinero tiene Mucho faz el dinero, mucho es de amar: al torpe faze bueno e omne^2 de prestar^3, faze correr al coxo e al mudo fablar, el que non tiene manos, dineros quier tomar. Sea un omne necio e rudo labrador, los dineros le fazen fidalgo^4 e sabidor, quanto más algo tien tanto es más de valor: el que non ha dineros, non es de sí señor. Si tovieres dineros avrás consolación, plazer e alegría e del papa ración^5, comprarás paraíso, ganarás salvación: do son^6 muchos dineros es mucha bendición. […] Fazié muchos priores, obispos e abades, arçobispos, dotores, patriarcas, potestades; muchos clérigos necios dávales denidades^7. fazié verdat mentiras, e mentiras, verdades. […] En suma te lo digo, tómalo tú mijor: el dinero, del mundo es grand rebolvedor, señor faze del siervo, de señor, servidor, toda cosa del siglo^8 se faze por su amor. ^1ejemplo (ver glosario). ^2hombre. ^3respetable, importante. ^4hidalgo. ^5puesto eclesiástico. ^6donde hay. ^7dignidades. ^8del mundo. Příklad o moci peněz Peníze jsou mocný mistr, proto je má kdekdo rád, bezcennému dají cenu, hlupákovi doktorát, rozvazují němým jazyk, chromé učí utíkat, ba i ten, kdo ruce nemá, chce jich plné hrsti brát. I kdyby byl velký tupec, i kdyby byl sprostý chám, sotva přijde k penězům, je učenec a jemnostpán; čím většími statky vládneš, tím více jsi uctíván, ale když máš prázdný měšec, vládne tebou jiný pán. Jestliže máš spoustu peněz, koupíš velké štěstí za ni, od papeže prebendu a blaženství až do skonání, za peníze koupíš nebe, za ně je i spása k mání, neboť kde je hodně peněz, tam je boží požehnání. […] Mnohý převor, mnohý biskup, doktor svatých učení, patriarcha nebo mocnář má od peněz svěcení. Nestojí-li klerik za nic, peníze ho docení: díky nim je z pravdy lež a lež se v pravdu promění. […] Ber si z toho poučení, říkám ti to naposled: peníze jsou velký kejklíř, který mění celý svět, sluhu pánem dělají a pána sluhou jakbysmet, z lásky k nim se dělá všechno, nač je možno pomyslet. (trad. por Antonín Přidal) Estos famosos versos representan el género medieval del enxiemplo. Señala sus rasgos. Observa el curioso parecido entre dinero y amor: ambos obran verdaderos prodigios, transforman al mundo. Glosario cantiga (o cántiga). Composición poética medieval destinada al canto, frecuente en la poesía galaicoportuguesa. escarnio. Burla insultante. saudade. Voz portuguesa, significa dolor que se siente por la ausencia o desaparición de personas o cosas; pesar, nostalgia. mester de clerecía. Del latín ministerium y clericus; oficio (este) de clérigos. mester de juglaría. Del latín ministerium y joglar; arte de juglares. escolástico. Relacionado con el escolasticismo, filosofía cristiana medieval cuya base está en los escritos de Aristóteles. alejandrino (verso ~). Se trata del alejandrino español, verso de catorce sílabas, dividido en dos partes (hemistiquios). arcipreste. Dignidad eclesiástica, párroco que tiene otras parroquias subsidiarias. Hita. Lugar situado a unos 50 km al este de Alcalá de Henares. cuaderna vía. Estrofa formada por cuatro versos alejandrinos con la misma rima consonante (rima en la que, a partir de la última vocal acentuada, son iguales todos los sonidos). enxiemplo. Del latín exemplum (lección ejemplar); en la Edad Media, relato que encierra de una manera concisa una enseñanza moral. Trotaconventos. Hoy voz común: alcahueta (mediadora de relaciones sexuales ilícitas). Celestina. Protagonista de la novela de Fernando de Rojas La Celestina (ver la Unidad 6). mintroso. Mentiroso. 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